ELABORAR UNA IDENTIDAD ES UN PRIVILEGIO QUE SÓLO EJERCEN AQUELLOS QUE TIENEN LA POSIBILIDAD DE ELEGIR Y QUE LUEGO MANTIENEN EL ESFUERZO DE PENSAR.




3 de septiembre de 2008

VIENTOS DEL NORTE Y DEL SUR

Qué es.

País, guía, rivete, fuente, varilla, boleta, ojo y guarda o cabera. Seguro que casi ninguno de éstos términos os suenan. Y si os digo que este objeto tiene su propio lenguaje, con él miles de amantes se comunicaron sin ser descubiertos por las acompañantes de las doncellas, escaparon las habladurías de la gente y pudieron tener citas a escondidas sin que nadie más que ellos pudieran desvelar la hora a la que se encontrarían.

¿Sabéis ahora a qué me refiero? Algunas pistas más: ha existidodesde que el hombre apareció en la tierra, famoso en oriente, muy utilizado en Andalucía, fue servidor de hombres y mujeres hasta el siglo XX. De maravillosos colores, atrayentes dibujos y múltiples materiales, era el favorito de todas las clases sociales y, por qué no decirlo, se conoce en casi todo el globo. ¿Que por qué en casi todo? Pues porque en Siberia o en Groenlandia no te haría falta, por ejemplo.

Por supuesto, aquel objeto tan misterioso que describo es el abanico. Creado, tal y como lo conocemos hoy por un chino en el siglo VII. Antes eran rígidos, su inspiración en las alas de los murciélagos, dio lugar a este maravilloso y portátil objeto. Ahora los llevamos en el bolso, lo escondemos en un cajón, tienen auténticas obras de arte labradas o pintadas en sus telas y madera, tienen acabados variopintos e incitan al erotismo.


Un objeto que habla por sí solo.

Efectivamente, como ya he nombrado antes, este artilugio que sirve para refrescar el cuerpo en lugares donde no sopla el aire, preferentemente en locales cerrados, y de uso unisex hasta el siglo XX, aunque ahora vuelve a la carga. Habla por sí solo, con un solo gesto puedes dar a entender frases completas. Aunque sólo puede hacer dos cosas, decirte lo mucho que te quiere o romperte el corazón en mil pedazos. Por lo que se ve sus vientos no son tan indefensos como parecen. Este tipo de signos, casi perdidos en el tiempo por falta de necesidad, ha mantenido el morbo de todo el que se aventura a descifrarlo. Una cultura popular se esconde tras sus varillas, guardada celosamente por las doncellas herederas de un mundo receloso de que algún incauto manchara su pureza, antes de ser entregadas en santo sacramento. Eso, unido a unas reglas de decoro estrictas, para con las mujeres, llevaron a los cerebros juveniles y soñadores a crear una forma de comunicarse con el chico que les gustaba, y a ellos a entenderlo.

· Colocar el abanico cerca del corazón: estoy enamorada de ti.
· Cerrar el abanico tocándose el ojo derecho: cuando podré verte.
· Tocar un número determinado de varillas era a la hora en la que se iban a ver.
· Tener el abanico a medio abrir presionando los labios daba permiso al mozo para que la besara.
· Sujetar el abanico con la boca: ¡Bésame!, la pobre estaba desesperada.
· Si el abanico estaba abierto y lo sujetaba con dos manos significaba olvídate de mi.
· Esconder los ojos detrás del abanico: Te quiero.
· Acercar el abanico alrededor de los ojos significa lo siento.
· Mostrar el abanico abierto significa puedes esperarme.
· Tocar con el dedo el abanico significa quiero hablar contigo.
· Apoyar el abanico sobre la mejilla derecha significa si y sobre la izquierda su antónimo.
· Si se cubre el rostro con el abanico significa cuidado nos están vigilando.
· Dar vueltas al abanico con la mano derecha daba a entender que quería a otro.

Y todo un extenso número de frases que daban a entender el estado civil, los intereses y las ganas de marcha que tenía la señorita. Por supuesto tenías que saber que significaba todo esto, sino podías ser como un sordo en un concierto. Da igual lo bonito o feo que sea lo que te quieran dar a entender, tampoco vale que te chillen. Tu ibas a captar lo mismo, nada.

Una historia en la penumbra. Por esto y muchos otros secretos ocultos, puede verse que las fiestas no eran tan aburridas y castas como querían aparentar. Era un hervidero de mensajes que cada dama pasaba a su amante y utilizaba, a su vez, para quitarse los pretendientes no deseados de encima. Aunque también podía utilizarlo su madre o su dama de compañía para ahuyentar al chico, por si nos olvidamos ellas también fueron jóvenes, y enseñaron ese lenguaje a sus hijas, como parte de las enseñanzas ocultas que sólo una mujer puede enseñar a otra.

Fue una fuente de erotismo y sensualidad, un buen aliado para los desnudos de los clubs, y un bonito amigo para una dama. Si este lenguaje lo acompañas con unos ojos exuberantes, unos labios carnosos, muy pintados y llamativos, y una bonita manicura. Aunque tu acompañante o tu presa elegida esa noche, no lo conozcan lo más mínimo, te seguirán dónde tú quieras. Recuerda que tras él se esconden los mayores romances de la historia; aquellos que jamás las bocas humanas pudieron contar y las plumas furtivas de los románticos no escribieron. El porqué es muy simple, nunca fueron vistos, un bonito paisaje pintado en un abanico los ocultaba.

4 comentarios:

sangreybesos dijo...

Olvidas una:
·Menear el abanico con rápidos movimientos de muñeca delante del rostro: ¡Joder, qué calor!

Es una lástima que determinados lenguajes gestuales no se perpetuen, aunque este sólo sirva para ligar en verano.

Silderia dijo...

Te olvidas que el abanico se utiliza en lugares cerrados y en invierno muchos sitios tienen una calor de la ostia. Sirve para todas las épocas del año, solo que cuando hace calor el territorio se amplía.

HMJ dijo...

Su terreno de expresión mas fructifero, la iglesia y no te imaginas cuanto triunfaba...

Silderia dijo...

En eso no había caído, gracias por el dato.