Si os preguntáis porqué esta semana no he escrito casi ningún post aquí está la respuesta. Una boda exige muchos preparativos, demasiados para mi gusto, pero por desgracia, casi todo recae en la novia, que en este caso soy yo. Ya he encontrado poco espacio entre pruebas de vestuario, búsqueda de zapatos, ropa interior, pruebas de comida, búsqueda del viaje, alianzas y demás aspectos. Por supuesto, sangreybesos me ha acompañado en todo lo que ha podido, las cosas que no tenían que ver conmigo sola, pero el resto lo hemos dejado para mi y la madre de la novia, sin olvidarnos de la abuela, por supuesto que, a sus 81 años, cinco hijas casadas, seis bodas como madre de las novias (mi abuelo, que en paz descanse, se quedó con las ganas de traer un varón a este mundo), todavía tiene energía como para seguir con la de su nieta la mayor (lo cierto es que parece que tiene 20 años.)
Pues bien, tras comprar caramelos para los niños (y la novia, golosa de nacimiento), champan infantil, hacer las invitaciones, buscar todo ajustado a un presupuesto limitado (que no es que nos sobre la pasta), preparar el viaje de novios, dejar listos los trajes, el velo de la novia y demás accesorios; tras haber sufrido horas de peluquería y esteticien, de aguantar con las extensiones (ya que de los nervios no me crecía el pelo) y de ver como todo el mundo perdía la cabeza por la boda de la hija mayor de las hermanas, la primera sobrina, la primera nieta, la que primero se casa de los primos y demás. ¡Ya está todo listo! A nuestra manera por supuesto y como nosotros pedimos, ¡trabajito que nos ha costado!
Sangreybesos y yo, contraeremos matrimonio hoy a las una y media del día, nos sacaremos fotos en las tiendas de comic donde aumentamos nuestras colecciones, en aquellos bares que nos han visto pasar un noviazgo de casi seis años y delante de aquellas mesas donde las conversaciones por miles de cosas afloraron. No podemos evitarlo, somos unos sentimentales, por supuesto la foto mona, aquella que le vas a presentar a toda la familia, se realizará, pero por lo demás tenemos que disfrutar este día.
Que cuándo volveremos, después de semana santa, esperamos, aunque algún hueco encontraremos para pasarnos por nuestros rincones. Por lo menos yo, prometo leer todo aquello que llevo atrasado y que se me atrasará de vuestros blog, volveremos con Selene, la diosa perdida que he dejado en un indeseable mundo, mis quejas por la vida diaria, con mujer y punto, de la cual practicaré algunos de mis consejos y buscaré unos nuevos y, por supuesto, lo mejor de todo ello es que volveremos a nuestros mundos particulares y todo será como hace cuatro meses.
¿Dónde estamos?
¿Dónde estamos?
La respuesta dependerá del día y la hora si es hoy sábado, nos estaremos casando o ya en el convite de fiesta, sino estaremos paseando por los canales de Ámsterdam, buscando enanitos verdes en un cofeshop o disfrutando en la intimidad de una habitación de hotel, cualquiera de las respuestas me valen y es que estaremos tomando del elixir de miel que se saboreaba por las noches durante la primera semana de casamiento (sólo que esta vez lo cambiaremos por vino y cervezas holandesas.)
Así que os dejamos, estaremos disfrutando mucho desde algún lugar perdido de una vieja ciudad, a nuestra manera, como siempre, que no será la mejor pero es la que nos gusta.
Nos vemos a la vuelta.
Nos vemos a la vuelta.