ELABORAR UNA IDENTIDAD ES UN PRIVILEGIO QUE SÓLO EJERCEN AQUELLOS QUE TIENEN LA POSIBILIDAD DE ELEGIR Y QUE LUEGO MANTIENEN EL ESFUERZO DE PENSAR.




3 de noviembre de 2011

LO HE INTENTADO

He mirado mil formas, he visto mil foros, no soy la única a la que le pasa, pero no puedo publicar ningún tipo de comentario en ningún blog.

La única opción que me queda es leeros en las sombras y aguantarme. Lo que si puedo hacer es contestaros a los comentarios que me dejáis ¡eso si! Pero no me deja hacer más dice que mi cuenta no está autorizada ni habilitada para publicar comentarios en ninguna página.

Así que, lo siento, pero no me queda otro remedio que permanecer en las sombras, leyendo y no pudiendo decir nada abolutamente.

Un beso a todos.

9 de octubre de 2011

PENSAMIENOS DE LA MAÑANA Y DE LA TARDE.

Pensamiento 1: son las 8 de la mañana y ya suena el móvil de una compañía telefónica para venderme algo. Pues va muy mal, lo único que va a escuchar es el tictac de la tostadora.

Pensamiento 2: sólo ha pasado una hora y ya me han encontrado en el fijo de la casa para intentar que me cambie de compañía de teléfono. Creo que no ha entendido la indirecta cuando le he dicho que no estaba interesada y que gastar saliva sólo le va a provocar una sed terrible.

Pensamiento 3: las 10:30 de la mañana, minuto, el perro del vecino va a ser sacado por un abuelete que lo llama desde la esquina, a 5 metros antes de llegar a la casa y… El maldito teléfono. Hoy están inspirados (pienso en voz alta. Hasta ahí todo normal en mi)

Estupendo, acabo de ganar un concurso al que no me he presentado y del que la señorita o estafadora, depende si es contratada  o no, no sabe ni cómo me puso mi madre al nacer. Acabo colgando sin decir nada. ¡Qué mal educada soy! Pero ella tampoco es que estuviera muy informada del tema.

Pensamiento 4: las 12:30, voy a echar una partida del nuevo videojuego, a ver cómo va. ¡Es una flipada! Los gráficos son fantásticos y… me he dado cuenta de que necesito un joypad para jugar en condiciones. ¡Da igual! Pero… ¡Qué cojones! El puto teléfono que, por inercia, cojo sin mirar el número mientras pauso la partida. Contesto sin ganas, por lo tanto, el de la otra línea dice su discurso aprendido de memoria, el cual ni me acuerdo de él ni me interesa. Lo único que saqué en claro era que me quería vender algo, aunque para eso no hay que ser un lumbreras.

Estoy en mitad de un deescampado con un hacha en la mano y rodeada de zombies – le contesto cuando consigo encontrar el pause y la sangre brota a borbotones en mi pantalla del ordenador. ¡Le he cortado la cabeza de una tajada! ¡Qué guai! -. Como me maten por tu culpa voy a buscarte. No hubo respuesta, solo el piiiii de la línea.

Pensamiento 5: cuatro de la tarde, por fin estoy amodorrada en el sofá cuando suena el teléfono con alguien al otro lado diciéndome que cambie de banco o algo por el estilo, no lo se muy bien. El león estaba cazando a la gacela de Thompson y, si, lo había visto una y mil veces, pero esta vez me interesaba más ver si se la comían o no, y eso que la historia siempre acaba igual.

No me interesa, le digo sin dejarla terminar y cuelgo.

Solución: o quito el teléfono fijo o pongo yo una compañía que se llame: yo doy el coñazo por usted, y los llamo a ellos para hacerles lo mismo. Total,  ¿me van a denunciar por publicidad agresiva? Si yo no vendo nada.

7 de octubre de 2011

PENSAMIENTOS PROFUNDOS DEL DÍA Y LA NOCHE.

Pensamiento 1: Voy a secuestrar al perro del vecino y darle un nuevo hogar, esa casa no es sana para él.

Pensamiento 2: El perro no tiene culpa, el perro no tiene culpa, el perro no tiene culpa,.... Ahora sé porqué yo no tengo perro

Pensamiento 3: Acaban de recoger al perro y el vecino del segundo se pelea con su mujer, en el pasillo del portal, a través de una puerta cerrada.

Pensamiento 4: ¿Y si le pongo el bozal al vecino y me llevo al perro lejos muy muy lejo?

Pensamiento 5: El vecino caba de ¿¡Caerse de la silla!? - o eso parece - Cuando su equipo ha marcado gol... ¡Hijo de puta! Y no lo pienso porque sea su equipo el que ha marcado gol, sino por el sobresalto que he dejado las uñas marcadas en la pared. ¡A la mierda la manicura francesa!

Pensamiento 6: Son las 9 de la mañana del sábado y la vecina de arriba está moviendo todos los muebles de la casa para hacer limpieza. Lo impresionante es que parece que los arrastra de una habitación a otra. No quiero ver cuando le toque mover el armario.
Ahora los está poniendo en su sitio. ¡Será zorra!

Pensamiento 6,5: Ahora la del fondo hablando en el pasillo. ¿No se da cuenta que molesta? ¡Qué gilipollas soy! No se da cuenta, si lo hiciera no nos enteraríamos que nunca estamos en casa, su menu del día y demás cotilleos que no nos interesa.

Solución: voy a coger mi amplificador de 120w y a enchufar mi guitarra eléctrica - no toco muy bien, pero tampoco importa -. Esperaré a que suene una hora no prudencial en el reloj, como las cuatro de la tarde o de la madrugada, un día de fiesta a las 7 de la mañana y me pondré a ensayar a todo volumen, a ver si se dan cuenta de que estoy en casa, que la del perro hace menos ruido que yo, que me importa una mierda si marca el equipo, lo que va poner la vecina para comer, que se hacer ruido sin mover los muebles (ahora va a temblar el piso) y que se pueden ir todos a tomar por culo, tengo una guitarra eléctrica y la se usar.

21 de septiembre de 2011

OTRO PUNTO DE VISTA

-          Sé que últimamente estoy muy muy lejos de todo esto, quizás a años luz, pero es que todavía no he encontrado la receta de la limonada.

-          ¿Limonada? – contesta una voz al otro lado del teléfono -. ¿De qué limones estás hablando?

-          ¿Qué se hace cuando se tienen varios sacos de limones que no vas a gastar en aliño para filetes o ensalada?

-          No lo sé.

-          Pues… ¡limonada!

-          Lo que pasa es que son demasiados limones y muy poca azúcar la que tengo.

-          Compra más.

-          ¡Eso he hecho! – responde ante la sugerencia -. El caso es que tengo casi una tonelada de limones maduros, una exprimidora de mano y algunos kilos de azúcar…. Cuando termine creo que volveré a verte. ¡Chao!

-          ¡Espera! – se apresura antes de cortar la conversación -. ¿De dónde han salido tantos limones?

-          Estaban aquí cuando desperté la primera vez. Después fueron aumentando en número. Ahora no puedo salir de la casa.

-          ¿Y no has llamado a nadie para que te ayude a sacarlos de tu casa?

-          Es que…. ¡Cuándo la vida te da limones…!

-          ¿Pones cara de de angustia?

-          ¡No! ¡Qué va! Hay que hacer limonada. Ya te invitaré a la merienda que tengo mucho que estrujar.

-          Piiiiiiiiiiiiiiii.

19 de julio de 2011

SELENE. CAPÍTULO LXVIII.

CAPÍTULo Lxviii: mi árbol genealógico.
-  ¿Cómo demonios me has conocido? – dice su madre derramando el vaso que portaba en las manos. 
-  ¡Elia! – se levanta la abuela de un salto -. ¿No pensabas decirle hola a tu madre? – dice incriminándola con el dedo. 
-  Yo, yo – es lo único que Elia articula a decir mirando a su madre y a su hijo sin saber cuál de las dos preguntas contestará antes.
  Entre tanto, salen de la casa Selene, su hermana y su padre. Tienen que ver qué es lo que  está formando tanto escándalo, aunque a ninguno de los tres les extrañaría que fuera una de las muchas actuaciones célebres de Tía, experta en dramas y tragicomedias. Aunque esta vez ha decidido decepcionar a su cansado público y ha tomado el papel de una simple extra admirando la escena en la cual se deleita.
-  ¿Qué pasa aquí? – dice Hiperón cuando llega. 
-  Creo que se están peleando – le dice Luis al oído muy bajito, como si no quisiera interrumpir aquel silencio sepulcral que invadía el ambiente. 
-  ¿Qué haces con una paleta en la mano? – le pregunta el padre de Selene mientras observa un delantal de lunares que lleva puesto Endimión. 
-  Estoy pendiente de la barbacoa – vuelve a susurrar. 
-  ¿Te gusta la carne bien churruscada? – argumenta Hiperón. 
-  No – increpa Luis -. ¿Por qué? – pregunta antes de que una gran humareda negra le tape la visión y un olor a quemado inunde sus fosas nasales, provocando que corra hacia el lugar del crimen. 
-  ¿Alguien puede contestar a la primera pregunta que he hecho? – vuelve a interrumpir el silencio Hiperón -. Elia, ¿qué pasa aquí? 
-  Pues que esta es mi madre y esta mi abuela – dice Fepico mirándose todos los bolsillos que encuentra en su escasa ropa -. Bajo al infierno y en la sala de las 1000 puertas me encuentro a dos demonios gemelos – comienza una historia con un tono de voz histérico -. Y… antes de adentrarme hacia el pasillo de las parcas descubro que uno es mi tío y el otro mi padre y que los dos son gays, por decirlo de alguna forma – enciende a duras penas el cigarrillo aliado y casi temblando -. Para colmo fui concebido entre partida de mus y partida de mus, cuando mi madre y mi padre estaban borrachos como una cuba, eso es lo único sensato de cómo fui traído a este mundo – respira hondo -. Dadas las circunstancias – continúa mirando a todos lados mientras las personas presentes lo rodean -. Después de tenerme o antes, eso no me lo han dicho, pero espero saberlo algún día de estos en una circunstancia ridícula – pega una calada profunda y sonora al canuto -. Esta señora… - señala a su madre. 
-  Señorita – corrige a su hijo – si no te importa. 
-  ¡Bueno! – expulsa el humo de forma lenta y haciendo movimientos con la mandíbula mientras mira al cielo -. Esta señorita, se mete en el interior de alguna de las puertas del infierno y ahí le pierde el rastro mi padre, el cocinero marica, y mi tío, el demonio culo estrecho, a los cuales me parezco como una gota de agua si no es por el color, el rabo y los cuernos, que no se ¿por qué demonios no tengo? – mira a su abuela -. Allí mismo, y sin que me hayas nombrado nada de ella al respecto – señala a su madre -. Descubro que soy nieto del barquero del infierno, que fue mutilado por ti en una de vuestras múltiples andanzas sexuales – señala a la abuela violentamente con el dedo índice. 
-  Así fue como Caronte perdió parte de su cara – dice Tía la cual no quiere perderse ni un punto de ese culebrón. 
-  Y, tras descubrir que mi madre no es humana, motivo por el que mi padre no fue pulverizado por Hades, conocer su rostro sólo por un retrato que tenías en casa y nada más – se agacha para mirar a la abuela fijamente -. Descubro que está viva y que nunca se ha preocupado ni por saber de mí en ningún momento – cambia la mirada hacia su madre antes de caer rendido en la silla más cercana. 
-  Eso no es del todo cierto – dice su madre acercándose a él. 
-  ¡Ni te acerques! – chilla Fepico indicando que se esté quieta con la mano. 
-  Te crié los primeros 100 años  - le dice su madre –. La inquisición quería quemarme y te dejé con tu abuela a buen recaudo y me marché donde no podían cogerme hasta que todo pasara. 
-  ¿Pasara? – cuestiona su hijo -. Soy un viejo de más de 100 años, que tiene un pub de mala muerte, enganchado a la mariguana y que probablemente ha sobrevivido a todos sus hijos, si es que los he tenido alguna vez. ¿Qué tenía que pasar? ¿Un milagro o que la tierra se helara?
-  Fepi – interrumpe la abuela -. ¡No hables así a tu madre! – le increpa con el dedo -. Yo te crié en el infierno y ella fue desterrada de él. 
-  ¿Desterrada del infierno? – dice Tía intentando comprender algo. 
-  Si – responde ella avergonzada. 
-  ¡Mamá! – le dice Fepico tirando la colilla de su cigarrillo aliñado -. ¿Por qué no tengo cuernos como papá y el tito culo estirao? 
-  No lo sé cariño – le responde mirándolo con ojos tiernos -. Habrás salido a tu abuelo Caronte. 
-  Hola a todos – dice una voz familiar desde el fondo del patio -. ¿Llego tarde? 
-  No – contesta Tía -. Todavía no hemos preparado la comida – sonríe falsamente -. ¡Ven! Saluda a tus hermanas.
-  Arpía – piensa la abuela mientras ve como se aleja –. Ni que su hijo fuera un portento.

12 de julio de 2011

PODRÍA

Podría ponerme a mirar en qué estado está la pintura que abrí el año pasado para pintar las puertas de la casa, podría, pero no me apetece, podría ponerme a pintar en vez de quejarme de esta insoportable calor o podría dejar de quejarme, y es que estamos en verano y es normal que haga calor.

Podría terminar de ver la serie de los Freggles que dejé a medias y que me trae tantos recuerdos de la infancia, podría…. Pero tengo que ponerme a buscarla y estoy demasiado a  gusto al aire de mi ventilador. Es viejo y está oxidado pero da un fresquito estupendo.
Podría ponerme a coser y acabar aquellos proyectos que empecé en mi mente para mejorar la casa… Sin embargo se me escurre la aguja de entre los dedos con estas terribles subidas de temperatura.
Podría ponerme a pintar, disfrutar de una buena tarde de colores y luces imaginarias que dan profundidad a los entresijos de mi imaginación, pero es que ahora mismo mi cabeza está un tanto vacía.
Podría hacer muchas cosas para ocupar el tiempo libre a parte de pensar en hacer algo. Sin embargo, mi cuerpo  me pide un pequeño descanso a tanta monotonía para inventar la suya propia mientras disfruta notando como la sangre circula por mis venas, las ideas fluyen sin necesidad de obligarme a tirar por otros senderos y mi cuerpo flota suavemente en una nube de candor y tranquilidad.

Paz, es lo único que se me ocurre, mientras algunas imágenes conocidas pasan de largo entre mis ojos y se olvidan en unos pensamientos, que tienen cosas más importantes que buscar el verdadero argumento. Si amigos, están ocupados viendo cómo hacer esto o aquello, qué cosas hacen falta para iniciar una u otra labor, cuánto tiempo llevará el encontrar unas cosas u otras y, lo más importante, si me interesa o no hacerlo, si estoy motivada para ello. Aunque pienso que en mis momentos de podría, la única parte de mi cuerpo interesada en realizar estos proyectos es mi cabeza.
Podría moverme para hacer algo más, pero la disyuntiva de mis dos partes, la física y la mental, aún no se ponen de acuerdo en aunar fuerzas y trabajar en equipo, quizás me haga falta un descanso.

Podría quedarme toda la tarde viendo la televisión o no, mis ojos están cansados, pero no tanto para dormir, podría cerrarlos, pero también podría no hacerlo.
Mientras tanto, podría imaginar y dejar de hacerlo, creo que lo que si haré será descansar un poco antes de volver a empezar y eso si que no es un podría.

8 de julio de 2011

¡BIENVENIDA AL MUNDO!

¡Buenos días mundo! Es lo primero que se me ha ocurrido decir esta mañana cuando he abierto los ojos.
Después de tantos meses de tedio por la situación hoy, por fin, mi cuerpo se ha recargado de energía para poder continuar con mis cosas, por decirlo de alguna manera. Ahora puedo continuar aquellos proyectos que dejé atrás e iniciar los nuevos que he apuntado y entre los que consta que he de volver a visitar el ciberespacio y volver a mi blog de vez en cuando, cuidar mis relatos y no dejar nunca de imaginar historias nuevas que contar, aunque también puedo vivirlas, investigarlas y demás sensaciones que pueden darte respecto a cualquier cosa.

Sólo con pensar que podré volver a escuchar las aquellas historias, anécdotas y demás inventos de la gente, para contaros las historias, que mi mente puede volar libremente sin que mi parte responsable me obligue a mirar unos malditos folios, donde todo lo que hay escrito tiene poco o casi ningún sentido, en vez de estar imaginando y viajando a nuevos mundos, conversar con seres extraños y volver a ver mi mundo, que tengo un poco abandonado y el cual tengo que cuidar mucho para que no se muera.

Mis manos se han vuelto un poco torpes, mis dedos se anquilosaron de pasar y pasar páginas, mis ojos, cansados de ver lo que les ofrecía, se negaban cada vez con más fuerza a abrirse cada mañana al alba. Les pedí un esfuerzo y, por mi, se resignaron a vivir una aburrida rutina que se repetía una y otra vez día tras día, sin embargo, de vez en cuando intentaba dejarles libres y que hicieran lo que desearan.

Ahora ya soy libre, mi mente pude salir de una cabaña creada con demasiada realidad y verdades a medias, mis manos pueden aporrear estas teclas, acariciarlas y pedirles que hagan algo por mí.

Mi lista de proyectos es bastante amplia y estoy deseando iniciarla, en ella está el aprender cosas nuevas, terminar antiguas, iniciar ideas y hay un espacio en blanco para lo que vaya surgiendo por el camino. ¡Hay tanto por hacer! Demasiado, quizás eso era lo que me frustraba en parte, el que necesito un tiempo dedicado a mi entretenimiento para poder seguir manteniéndome cuerda en este mundo donde la lógica prima sobre la creatividad y la imaginación, donde los niños son demasiado infantiles y los adultos demasiado sosos y pegados al suelo, tanto que no pueden comprender como viaja la mente, se les ha olvidado y el veneno de la sociedad conformista y sin aficiones corre por sus venas impidiendo que sueñen y vivan. Eso a mi me mata, me consume y evita que pueda sentirme bien o que aquellos gusanos recorran mi tripa para decirme que hay algo que se gesta dentro de mi y que tiene que salir de alguna forma. Que me ponga manos a la obra y que no pierda el tiempo.

Solo tengo algo más que decir, me he comprado esas piruletas rojas que dejan la lengua de colores, me he puesto ya mis dos coletas de niña mala, las pecas han comenzado a salirme y no pienso que esa chiquilla aprenda modales para volverse mayor por mucho tiempo.

¡Qué bien sabe la libertad! Esas medias de licra son muy incómodas y me costaba mucho no subirme a los árboles o ver duendes en cada esquina, la magia nunca se pierde, eres tú el que no desea verla y, lo peor de todo, es que si te obligan a que la ignores te da en las narices para que veas sus colores tan brillantes como un pavo real. Es imposible no verla, sin embargo, para mi es un esfuerzo titánico no hacerle caso y compórtame como el resto de adultos.

Se que esto es difícil de entender, que algunos me entienden y otros dirán que estoy divagando y si, puede que ahora mismo haya perdido el norte (aunque nunca lo tuve, me gustaba más mirar la cara oculta de la luna.)

Ahora estoy aquí, y he vuelto como las fieras salvajes. ¿Sabéis lo que pasa si encierras a una de estas y las dejas en libertad después de mucho tiempo? En mi tierra se dice que se sale como los toros del redil, aunque yo prefiero decir que damos una gran estampida y muy grande que es la mía, demasiado, he salido escaldada como los gatos cuando le echan agua.

Bueno, dejo de aburriros que tengo mucho que adelantar y que leeros a todos.

29 de junio de 2011

YA CASI TOY DE VUELTA.

Bueno, ya soy un año más vieja, ya he pasado la crisis de quiero seguir teniendo 22 y he aceptado que me acerco a la madurez. Con esto y que otros motivos me han tenido bastante alejada de la red durante mucho mucho tiempo, más del que os pensáis, sólo puedo decir una cosa ¡He vuelto!

Todavía me falta alguna que otra cosilla por solucionar, pero ya queda muy poco para que la actividad vuelva a estos lugares. Recogeré un poco el espacio, organizaré mis ideas y plantaré nuevos relatos y pensamientos, a ver que sale. Y… entre tanta promesa que cumpliré a partir de dos semanas (fecha en la cual estaré libre del todo y mi vida volverá a su anormalidad de siempre), puede que sea por cosas de pensamientos filosóficos, fruto de una pelea conmigo misma por dejar pasar el tiempo y cumplir unos 29 años (qué me cuesta decirlo) y no 18 como antes. Aunque no volvía para atrás ni para coger impulso. Puedo decir que este año estoy muy satisfecha conmigo misma, entre otras cosas porque he vuelto a pintar después de varios años sin tocar un pincel, estoy haciendo mis pinitos con la escultura.

¿A que no ha sido tan malo el paso de los 28 a los 29?  Eso mismo me digo cuando hago memoria, aunque a mi banalidad lo que más le importa es la edad y no lo demás (las mujeres somos así de tontas, no podemos hacer más y yo, por fortuna o por desgracia, soy mujer.)

Ciertamente he decidido algunas cosa que me están funcionando bastante bien ahora mismo y que empezaron a gestarse a mediado de mis 28, y era decir lo que pensaba, expresar más veces un no y no dejar que me tomaran por tonta más de lo necesario y…. Resultado hasta ahora: vamos evolucionando a buenos pasos, la verdad que esa es otra parte de mi personalidad que estoy conquistando bastante bien. Al principio cuesta, sientes un poco de remordimiento o incluso culpabilidad, pero se vive bastante mejor, lo aseguro.

Otra de las cosas que estoy haciendo es desaparecer, y no es tan difícil como pensáis. No es en términos literales (aunque a todos nos hubiera gustado hacerlo más de una vez), sino en términos de teléfono, comunidades de internet, etc. Por ejemplo, el facebook ya me ha mandado tres mensajes que ponen como título tus amigos te echan de menos, cuando el único que sabe que no lo miro ni para ver lo que ha sido el mismo programa, también he dejado a un lado las rencillas con llamadas telefónicas a mi móvil, directamente no lo cojo (lo cierto que la canción que tengo por tono es cojonuda y me gusta escucharla sonar.)

Otra cosa que no hago es abrir la puerta cuando estoy en casa, a menos que no sepa que van a venir a verme, paso directamente ni de levantarme del sofá. ¿Para qué? Si es para venderme algo y la economía no está para ingresar dinero en cuentas ajenas para que se lo gasten como les salga de las narices, para eso me lo gasto yo. Aunque hace unos días intentaron cobrarme 100€ por una revisión de butano, y eso que no me toca hasta dentro de 8 meses, por lo menos, o eso es lo que pone la goma. El caso es que no la iban a hacer porque no me salía a mi de la punta de mi nariz (y mira que es chica.)

Tampoco me da la gana de mandar correos o decir dónde voy o no a ir o estar, igual que no llevo reloj, más que el del móvil (cuando lo llevo encima, porque últimamente me ha dado por olvidármelo en casa) y cuando salgo no me interesa saber la hora que es más que la que dice mi estómago o mi cuerpo. Será la edad pienso yo.

El caso es que el facebook me busca porque me echa de menos, las compañías de cualquier gilipollez me llaman incansablemente a ver si les cojo la llamada (yo mientras bailo cuando escucho esa fantástica sintonía) y los amigos me llaman para preguntar como estoy porque no me ven desde tiempos inmemoriales por la red y yo mientras me pregunto: ¿si aquí esos tomates pequeños y redondos como canicas se llaman tomates cherrys, en América se llamarán tomatoes cereza? Lo cierto es que me importa un carajo, pero ayer esa pregunta me vino a la cabeza mientras los pagaba en el supermercado.

Serán cosas de la vida pero paso de estar localizable, decir gilipolleces o enfadarme con chantajistas y teleoperadores que parecen robots. Lo asombroso de todo es que hoy uno (me ha llamado al fijo, por eso me ha pillado) me ha preguntado si era un buen momento para hablar conmigo. Y yo me pregunto, ¿qué hace ese hombre ahí? Si tiene moral y escrúpulos, todavía la vida me sorprende.

2 de junio de 2011

ESTE MES NO ME VIENE BIEN.

Y es que… Si pudiera saltármelo del calendario desde el día 15 de junio al 15 del siguiente mes, sería lo mejor que podría pasarme nunca, por lo menos no se repetiría el cantar de todos los años como es el cuarenta de mayo, si ese en que te da permiso para quitarte el sayo.

Esto es terrible, el tremendo calor, los prados de colores entre amarillo y verde, las flores y la fruta de verano, es lo único que saco en claro de todo ello, y … porque del resto mejor olvidarme.

Todos los años, como de costumbre, en este sexto mes del año me cae a mi uno más, ¡qué le vamos a hacer!, aunque eso es lo de menos, porque este año es impar y… ¿Qué pasa todos los años impares? Que la presente se hincha a estudiar para nada, como viene haciendo ya unos seis años con este, para que te digan - ¡Muy bien¡ Pero entra el que a mí me dé la gana, pues para eso, yo soy el que manda -.

Y eso no es lo peor, pero tampoco lo mejor, a pesar de que no me gusta cumplir años ¿o si?, creo que si no fuera así no lo diría, pero soy mujer y no me entiendo ni yo. ¡Volvamos al grano! Como iba diciendo, que me toca sumar, porque… me cae uno más y si por lo menos pudiera celebrarlo. Pienso que eso ya es mucho pedir, llevo desde antes de entrar en la facultad sin poder hacerlo y creo que este año no va a ser menos.

¿Os he dicho ya que este año no me viene bien? Creo que me acostaré a hibernar (¡espera! Eso se dice cuando es invierno. Invierno, hibernar; verano, veranear o inveranear, como quieras decirlo, me lo acabo de inventar.) Por desgracia no soy un oso, una marmota o un glotón, tengo que permanecer despierta y ve como todo pasa.

Aunque un consuelo si me queda, no es todavía navidad, por lo menos eso me queda.

Pero es que es Junio y no me viene bien, ¿podría adelantarlo hasta mediados del siguiente mes?

25 de mayo de 2011

DESPERTARES INDESEADOS.

Lunes, cuatro de la tarde, suena el teléfono:

- Diga – contesto medio dormida cuando cojo el teléfono.

- Hola buenas tardes – silencio educado -. Le atiende Roberto, le llamo desde moviestar para comentarle nuestra nueva oferta.

- Espera, espera, espera – le digo evitando que se ahogue en un intento por decirme su discurso, fallido más de cien veces, de una sola tacada.

- Yo no soy de moviestar.

- Es que es para nuevos clientes.

- En eso te acabas de equivocar.

- ¿Cómo me dice señora? – dice al otro lado un poco confuso.

- Yo no soy una nueva clienta ni quiero serlo – le digo todavía con un pie en los mundos de Morfeo -. Así que llama a otro y mira primero la hora, espero que sea la última.

Miércoles, nueve de la noche, suena el teléfono:

- Diga – contesto al teléfono jodida porque he tenido que darle al pause de la película, y eso jode.

- Buenas tardes.

- Serán para ti – le respondo buscando el botón que me pasa a la escena que me he perdido.

- Le llamo de moviestar para comentarle una oferta de….

- Espera un momento – le respondo algo más que molesta -. No soy de moviestar.

- Disculpe – me responde como si fuera tonta -. Es para nuevos clientes.

- Efectivamente – le digo -. Para nuevos clientes y yo no soy un nuevo cliente, soy una persona enfadada y cuando quiera algo de su servicio yo me pondré en contacto con ustedes.

- Pero no ha esccuuuuuu….

- Piiii, piiiii, piiii,… - se escucharía mi teléfono si fuera de los antiguos, pero me gusta darle esa forma en mi mente.

Jueves, ocho de la noche, suena el teléfono:

- Buenas noches – escucho al otro lado sin que me de tiempo a contestar -. Le llamo desde moviestar, mi nombre es María y le llamo para proponerle una oferta exclusiva.

- Para mí y veinte mil personas más a las que has llamado.

- ¿Cómo? – dice ella desconcertada.

- No pertenezco a moviestar – reitero como en los últimos días.

- Lo siento pero en mi base de datos consta que si.

- ¿Eres tonta?

- ¿Disculpe? – me dice prudentemente -. Aquí consta como que es o ha sido cliente nuestro.

- No he sido ni seré cliente vuestro.

- Lo siento será un error informático – me dice -. De todas formas…

- Espera bonita – le contesto mientras la sartén echa menos humo por el aceite quemado que yo -. No me digas nada, cuelga y pon en tu base de datos que como me volváis a llamar os denuncio a la oficina del consumidor.

Se acabaron las llamadas de moviestar, pero….

- Ring, ring, ring,…..

Vuelve a sonar el teléfono y no conozco el número……
Continuará….

18 de mayo de 2011

NO ME HE PERDIDO DEL TODO.

Como veis sigo aquí, no me he ido a ninguna parte, tampoco me he perdió, he viajado a ningún sitio paradisiaco (qué más quisiera yo) o cualquier otra cosa que me saque de circulación.

Y es que estoy muy cansada para llevarme horas y horas delante de un ordenador y, cuando por fin termino de hacer mis deberes, no me quedan fuerzas para seguir tecleando, buscando, recopilando información, memorizando, sacar conclusiones y buscar algo de verdad entre tantas chorradas que veo, oigo, escucho y digo a lo largo del día.

Lo cierto es que he aprovechado mi poco tiempo libre olvidándome un poco de este mundo y dedicándome a aquellos hobbies perdidos de antaño, por ejemplo: he vuelto a coger la aguja de ganchillo y me he puesto a hacer una cortina o, cosa que jamás le ha gustado a mi madre que hiciera, volví a coger mis pinceles y los lienzos para dedicarme a una pasión casi perdida, pintar mi mente en algo que el mundo pueda ver y que sólo algunos pocos puedan deleitar. Aunque ahora no puede interrumpirme diciendo que eso son tonterías, que estoy perdiendo el tiempo o mandándome a algunos recados para impedir que inicie o acabe una supuesta “obra maestra.” Ciertamente para el mundo nunca sabré si serán tales, pero para sangreybesos lo son y…. Con eso me basta.

A parte de eso, los bajones típicos de horas y horas encerrada entre cuatro paredes, la sensación de agobio, por ese cierto egoísmo que tenemos casi todos de dedicar nuestro tiempo a algo más productivo que a memorizar folios y folios de información inconclusa y que cambia a cada minuto que pasa, de buscar información sobre algo que no te interesa o que sabes que es una chorrada como un castillo y de gastar tinta y folios que podrían tener una vida mejor. Pero… Hay que hacerlo, eso es lo que me digo en voz alta intentando convencerme de que el resultado será bueno, aunque no el suficiente para compensar todo este rollo (creerme en esto último, aunque el resultado sea bueno nunca es demasiado satisfactorio para mis objetivos.)

Por lo demás, todo sigue igual, continuo con mi resistencia diaria a ser un zombi más, evito ver en la tele cualquier cosa que no sean dibujos animados, monólogos, documentales (sobre todo si son de animales acuáticos y es después de comer, te dejan cao) o series a las que me enchufo de vez en cuando y que a la segunda temporada pierden todo el interés para mí.
Estoy repasando lo que mis dedos apuntan en la pantalla y me doy cuenta que es como una especie de diario general de mis últimos meses: aburrido, ridículo, repetitivo, sin sentido (pero qué cosas lo tienen en este mundo) y tedioso. Sin embargo tenía ganas de escribir algo, aunque no sabía muy bien que, las ideas no se me han agotado. Lo cierto es que estoy pasando por una etapa creativa, pero no de escritura precisamente. Yo lo llamo momento de escape, y es cuando mi mente tiene cosas más importantes que dedicarse a introducirse en la cabeza cosas que para ella no poseen sentido alguno, entonces se me ocurre una imagen para pintar, un post que escribir, un modelo a coser, un mueble a fabricar, un cambio de decoración o lo que voy a comer mañana, el caso es que no le interesa ponerse a trabajar en lo que le digo que tiene que hacer y… Vienen los problemas, intento concentrarme cuando, por las buenas, así sin anestesia ni nada, me dice que debería hacer esto o lo otro, que le resultaría más divertido y yo le digo que ahora hay que estudiar y ella me contesta que no, entonces llegamos a un acuerdo, me repaso la lección, me estudio un tema nuevo y después hacemos lo que ella quiera, pero si tarda mucho en hacerlo no podremos disfrutar de tiempo ocio ya que hay que realizar las cosas de la casa. Entonces trabaja a alto rendimiento y conseguimos hacer las dos cosas (estas conversaciones conmigo misma las tengo todos los días a todas horas.) Puede sonar un poco raro, pero mi niña interior quiere jugar y el adulto exterior tiene que trabajar y yo quiero seguir siendo pequeña aunque también pedí ser mayor. Conclusión, una de cal y otra de arena.

Espero que pronto termine todo este conflicto y pueda seguir jugando como me gusta. Cuando pase esta etapa de madurez: prometo leer todo lo atrasado en cuanto esta pesadilla acabe, intentaré contestar los comentarios en cuanto los vea y pasarme un poco más por el blog para saber de vosotros ya que lo tengo un poco abandonado, por supuesto continuaré con Selene cuando todo esto acabe y buscaré nuevas ideas para contaros, aunque se que esto que estoy escribiendo puede importarle una mierda a la mayoría, poco a algunos y algo al resto que no se ha incluido en ninguna de las otras dos categorías, mientras tanto, os leeré en las sombras, buscaré nuevas cosas para contaros y miraré muy de cerca todo lo que me acontece para buscar un post nuevo.

Nos vemos pronto, espero.

28 de abril de 2011

CUANDO ERES COTILLA POR FUERZAS AJENAS.

A veces la información que te llega no es necesaria, no necesitas escucharla o te importa un carajo lo que te estén diciendo, por qué, simplemente porque te da igual y listo, no tiene más vueltas.

Sin embargo la escuchas, porque aunque no sea importante para ti, si lo es para la persona que te lo está contando, él o ella si te importa, al igual que no herirle o mostrar que desatiendes lo que te cuenta con tanto interés. Hasta aquí todos llegamos ¿verdad? ¿Cuántas veces no han estado comentando algo que realmente no te causa curiosidad? Muchas, demasiadas, en ocasiones desmedidas, pero lo aguantas porque sabes no te cuesta hacerlo por la otra persona.


Por ejemplo: cuando mi abuela o mi madre me cuentan un cotilleo de algo que han visto la tele. Eso no me importa, mayoritariamente no sé de quién me están hablando o que ha pasado con anterioridad para que el acto o motivo de conversación llegue a ese punto. Pero la escucho y listo, cuando terminan cambio de tema y se acabó, aunque sólo por unos dos minutos.

Otros caso son cuando estás en algún lado y recibes información de otras personas que provocan en ti un pensamiento desafortunado no menos, como he dicho antes, no te interesa, no te importa, pero tiene otra particularidad, la persona que lo hace intenta llamar la atención sobre las demás levantando la voz. Por ejemplo: el otro día estaba tomándome algo con mi abuela y mi madre en una terraza, el sol daba fuerte y en la mesa de al lado se sentó una señora mayor:

- ¡Niñooooo! - gritó sin necesidad porque el que atendía estaba muy cerca de ella -. Súbeme el paraguas este que hace mucho calor – se sienta en la silla -. ¡Ayyyy! ¡Se me va a cocer el coño con esta silla! – grita en mitad de la calle y mirándonos a nosotras mientras sonreía creyendo que hacía una gracia.

Información recibida: 1) la silla al estar al sol estaba muy caliente, 2) la señora tiene ganas de llamar la atención, 4) el viejo mal hablado hace al niño desvergonzado, 5) me importa un carajo lo que le pase y 6) no me interesa el estado de sus genitales.

Conclusión: demasiada información inútil que no quería escuchar y un pitido de oídos que se produce de forma instantánea cuando escucho algo de este estilo.

Tercer caso, y último, estamos sangreybesos y yo en el salón, él está mirando videos y cosas con el ordenador, yo estoy cosiendo algo que me he inventado y quiero probarlo, de pronto un ruido estrepitoso en el pasillo de los pisos

- ¡Niñaaaaaa! – dice una voz sin esperar que el inquilino llegue a la puerta después de tocar el timbre -. Tienes un limón…. Es que me he quedado sin limón para el gazpachuelo -. Dice con un tono de voz alto.

- ¡Nos hemos quedado sin bombona! – dice otra voz que se escucha al otro lado de los muros que limitan mi casa con la de la vecina.

- ¡Guau guau guau! – dice Cuqui, el perro hiperactivo que reside en la casa de otra vecina y que se lleva más de 10 minutos ladrando desesperado en el descansillo, esperando que su dueño lo saque a la calle.

- ¡Niñata de mierda! – se escucha desde la calle -. ¡Te voy a partir la cara como sigas dando por culo!

Información recogida: 1) el vocabulario de este bloque es reducido, carente de palabras biensonantes y no menos que falta de educación, 2) el silencio es una virtud, 3) tengo que poner el equipo de música más alto, 4) el tono de voz medio del barrio es no menos que desmedido, acabarán todos con nódulo bocales, 5) pobre Cuqui, todos los días pide a gritos que le presten algo de atención, 6) me importa un carajo si falta un limón, si se ha acabado la bombona o si la niñata está incordiando al niñato y 7) tengo que mudarme a otro lugar o insonorizar paredes y ventanas, creo que lo primero me saldrá más barato.

Conclusión: no me interesa, no soy cotilla pero a la fuerza tengo que enterarme de la vida de todo el bloque y parte de la de la calle, enterarme de lo que me rodea y que me saquen de mi concentración mientras hago algo que, por lo menos para mí, es productivo.

Nota mental: el butano pasa los lunes, miércoles y viernes por el barrio.

Nota mental dos: el frutero abre por las tardes.

Nota mental tres: me interesa más la reproducción del calamar gigante en malasia, si es que hay calamares gigantes en malasia. No lo sé, lo cierto es que tendré que averiguarlo.

Nota mental cuatro: o subo el ruido de la música en casa o me compro unos tapones para los oídos.

¡Veis! Si me interesara algo de esto podría sacar provecho (que pensándolo bien lo he hecho para escribir esta post), por lo menos ha servido de algo, pienso yo. Y es que si fuera un mínimo de cotilla me habría asomado a la ventana, hubiera comentado con mi madre el incidente de la señora (por no decir abuela entrada en bastante años, o a lo mejor es que se cuidaba poco) o pondría la tela para ver de qué están hablando mi madre y mi abuela y seguir la conversación, pero no lo soy, conozco la vida de los inquilinos del bloque porque ellos fuerzan que todos lo sepan subiendo la voz y chillando sus conversaciones y penas. ¡Eso es deprimente!

8 de abril de 2011

LA SOLUCIÓN NO VIENE EN PEQUEÑAS DOSIS DIARIAS.


Todos los años igual.

Definición: Ejercitar el entendimiento para alcanzar o comprender algo. (II) Aprender o tomar algo de memoria. (III) Observar algo detenidamente.

¿Os suena esta definición? A muchos de nosotros seguro que sí, sobre todo si te has pasado media vida haciéndolo y todavía te queda otro cuarto de la misma estudiando y memorizando textos que no te agradan en ningún sentido. A veces, pocas de ellas, lo que te gusta viene escrito, te motiva, inicia una curiosidad y, como no viene suficiente de ello en esos folios impresos, te pones a buscar más. Porque lo que te ha llamado la atención entre tantas líneas, a penas ocupa dos renglones o un pequeño cuadro de 2x2 que solo se pone a modo de orientación o explicación hacia otro fenómeno un tanto más aburrido.

Líneas y líneas llenas de datos que no te importan y de lo que la mayor parte es desechable, llenas de faltas de expresión, mala redacción o cohesión entre lo que te quieren dar a entender y lo que está ahí puesto (por no hablar de las erratas o las faltas de ortografía). Esto te hace perder tiempo y esfuerzo, ya que, mientras intentas descifrar el código encriptado en todos esos grafemas, el cerebro se inflama de tanto buscar y buscar, los ojos se te irritan, simplemente porque ningún nota ha caído que la letra minúscula no es conveniente para nadie por muy adultos que seamos y que eso quede estéticamente más serio, las piernas se te duermen y la circulación sanguínea empieza a pedirte a gritos que te dirijas a cualquier bar lejano porque tiene que circular y quiere ese anticoagulante que tanto le gusta.

Zombis, eso es lo que nos volvemos cuando estamos en un proceso largo y tedioso de estudio, no hay otra definición mejor (por lo menos para mí) que lo identifique mejor. Montones de papeles se acumulan en mi mesa día tras día, una lucha interior me invade cada mañana entre lo que debo hacer (por un supuesto bien), el desánimo y lo que me apetecería en ese momento, que no es otra cosa que dormir un par de horas más y después dedicarme plácidamente a uno de mis hobbies.

Sintomatología para el agotamiento mental.

2 gigabytes por segundo, eso es lo que acumula el cerebro, giga más o giga menos, de información en tan poco tiempo, lo que pasa es que este va a su bola. Elige lo que pasará por el filtro y lo que no hacia la memoria a largo plazo, por eso tenemos que insistir y gastar mucha energía y tiempo en conseguir que toda la información que nos hacen sabernos pase al interior de nuestro disco duro.

Las fuentes se agotan, es como si nos cortaran la toma de corriente en un momento determinado o sufriéramos un cortocircuito, entonces es cuando sale la frase ¡Ya no puedo más!, dejas lo que estabas haciendo y te sales de tu clausura obligada hacia el sofá donde esos cojines mullidos te están esperando.

No es una enfermedad pero, como he dicho antes, tiene una sintomatología variada, ya que depende del individuo, que se relaciona con el uso prolongado del músculo cerebral que tiene que asimilar todo ese deporte que le has obliga a hacer. Por decirlo de alguna forma, tiene agujetas y espasmos.

Dolor de cabeza, problemas circulatorios, estreñimiento, ojos irritados, sensibilidad a la luz natural, cansancio, irritabilidad, ausencia de la noción de tiempo, falta de atención hacia quehaceres de la vida cotidiana, molestias articulares, espalda maltrecha, falta de apetencia sexual, pesadillas, ataques de nervios, ansiedad, tendencias depresivas, aumento o falta de apetito, etc. Estos son algunos pero no todo lo que se puede sufrir mientras día tras día te encierras entre esas cuatro paredes para pasar los días de forma paralela al mundo sólo para un fin, aprobar un puto examen, para demostrar que sabes lo que te han explicado y obtener un trozo de papel, que no sabes si te servirá de algo en la vida, o un trabajo monótono, el cual, solo te satisface cuando da la hora en que te puedes largar a tu casa, porque el sueldo que recibes cada mes no compensa la horas perdidas.

Las soluciones para los síntomas son varios.

No existen fórmulas milagrosas para nada, y quien diga que sí que me diga cuál es el precio a pagar por ellos dentro de un tiempo.
Todos los que estudiamos conocemos varios trucos para mantenernos despiertos toda la noche y aprovechar más el día, como tomar café por litros junto con una aspirina. Sin embargo, al llegar el alba tienes que dormir un poco, por lo que pierdes el día siguiente casi entero, porque al despertarte parece que te has llevado toda la noche huyendo de una manada de toros despavorida.

Otro de los remedios a los que se recurre son las pastillas. Si, esas maravillosas cápsulas que hay para todo: para la memoria, el depresión, el estrés, la ansiedad, los nervios, la falta de sueño, para mantenerse despierto, para que no te falten vitaminas, para la circulación, para el hambre, para adelgazar (porque supuestamente estudiar engorda), para la atención, para, para, paraaaa….Stop.

Y una lleva a otra, porque si te tomas algunas para mantenerte despierto después requerirás otra para dormirte y para mantener la circulación después de tantas horas sentado, después, y a consecuencia de esto último, otra para el dolor musculas y articular, vitaminas para el dolor de muscular y articular, sin contar el ocular, la de la memoria porque te han dicho que va bien (aunque yo todavía no he visto a nadie que se vuelva más listo por ello.) Todo ello, te lleva a estados de jaquecas, depresión, ansiedad, te enfadas por nada,… Conclusión, estás depresivo y te tomas más pastillas, una para cada cosa para que te alivie el malestar. ¡Eso sí! Una para cada cosa y al final acabamos tomando más pastillas que los enfermos de un psiquiátrico. ¡Es normal! Me dicen algunos, es sólo por un tiempo.

Como son legales y con receta médica no te pueden clasificar como un drogadicto, pienso yo. Aunque lo peor no es eso, lo malo es que los efectos secundarios son brutales: falta de apetencia sexual, carencia de apetito, color pajizo de la piel, caída de pelo (aunque esto me han dicho que también es de los nervios.) ¡Bueno! No me voy a alargar en esto, en conclusión, te vuelves una ameba que solo se acciona para ir a la farmacia a sacar su chute mensual.

¡Olvídate de todo esto! Hay una solución más sana.

Si señoras, señoritas, señores y señoritos, existe y la tenemos a la vuelta de la esquina y de forma natural. No hay milagros, pero evita que parezca que te hartas de lacasitos tres veces al día.

¡Piensa! Necesitamos vitaminas, proteínas, hidratos de carbono, fósforo y potasio para la memoria, vitamina B para el dolor de ojos y la irritación cerebral (por decirlo de alguna manera), algo que nos alivie el estrés, los nervios y la ansiedad y, cómo no, los dolores articulares, musculares y la circulación. No es fácil pero puede conseguirse y sin que nuestro hígado se alteres, sufrir los temidos efectos secundarios, la gran bajada de defensas que nos da (ya que os resfriamos con un poco de aire), entre otros cosas que nosotros mismo nos buscamos. La solución, dieta de estudio, no hablo de adelgazar sino de estudiar, ¡ojo! Que no es lo mismo.

Con plátano, chocolate, pescado azul, frutos secos (sobre todo los pistachos), zumos de frutas naturales, hortalizas, verduras, pastas y dulces, compensamos la falta de vitaminas, la falta de memoria, la irritación ocular y cerebral, la falta de visitas al señor roca y esa sensación de estómago vacío (aclaro, el cerebro necesita azúcar en época de estudio, mucha y por ello los dulces, ya tendrás tiempo de adelgazar, después de la tormenta.) La depresión, el estrés y la ansiedad y los dolores musculares, se curan con actividades como algo de deporte (yo me he puesto a aprender la danza del vientre), sexo, realizar actividades agradables (a mi me funciona el ganchillo, la pintura, la costura, los juegos de ordenador, el cine o el bricolaje), si te da un ataque de nervios, te pones inmediatamente a realizar cualquier actividad que sepas que te va a aliviar, no vale ese agobio de tengo que sentarme a estudiar, no tengo tiempo para eso o me siento culpable si lo hago,… ¡Alma de cántaro! Con eso sólo conseguirás empeorar la situación, date un paseo, pinta, escribe, dibuja, juega al ordenador con el despertador puesto para que no se te pase el día entero, baila, dale patadas a la pared, lo que quieras, pero de la otra forma lo único que se consigue es alargar la agonía y coger esa caja que vende milagros en cápsulas.

No es un remedio milagro como queremos todos hoy día, pero eso sí, puedo decir que funciona, lo estoy llevando a cabo desde hace varios años, las pastillas para la ansiedad me ayudan en casos muy extremos, todavía no he requerido el ingerir vitaminas o antidepresivos como otras veces, me siento bien y puedo sobrellevarlo por mí misma. He pintado mucho en estos últimos meses, perfecciono mi técnica, aprendo cosas nuevas como a bailar sin parecer un pato, duermo muy tranquila, agotada como todo el mundo, pero las pesadillas se han ido, evito hacer sobreesfuerzos y sobre todo me divierto cuando tengo tiempo libre.

Una cosa importante, dedícate algo de tiempo a ti misma o a ti mismo, si no lo haces es cuando vienen los problemas graves. Algo de descanso para tu propio entretenimiento nunca viene mal, y, sobre todo, duerme las horas que necesites, no le quites horas a la noche, luego te pide que devuelvas las horas extras.

28 de marzo de 2011

TIEMPO

Una medición un tanto subjetiva para medir, pero válida en todo caso. El tiempo es relativo, cierto, cuando a ti te falta a otros parece que les sobra, sin embargo no es transferible.

Aunque no vengo a dar lecciones sobre lo que es, el tipo de magnitud, lo que se dijo de él o si es posible andar unos pasos hacia a detrás en el mismo para cambiar algo o hacia a delante para predecirlo. En todo caso, como decía Woody Allen, es el lugar donde pasaré el resto de mi vida.

Hay formas de hacer tiempo, mientras esperas pacientemente a que de una hora para hacer algo que no se puede realizar en otro momento. Otras, en cambio, aprovechamos el tiempo, proponiendo, maquinando o haciendo otras cosas mientras se hace otra por sí sola, así mientras que la comida se cocina en el horno o termina la lavadora yo puedo ver la tele, pintar, dibujar, limpiar los platos o rascarme la entrepierna, si me apetece.

Desde mi punto de vista la más penosa de todas es perderlo, ver como se te escapa de las manos y no puedes hacer nada por evitarlo, sobre todo si lo has pagado, porque se paga y bien caro. Entonces, pensamientos se van a mi cabeza como: estaría mejor viendo el apareamiento de esa especie jamás filmada en mi tele, averiguando cómo demonios se programa el teléfono para que de la alarma (si es que la tiene), buscando nuevas formas de sujetar un lápiz mientras memorizo algo, notando el aire que da un montón de folios al pasarlos rápidamente cerca de mi cara… Cosas que no tiene sentido, en las que también se pierde el tiempo en cosas inútiles, pero que por lo menos se disfruta, ¿por qué? Fácil, porque lo haces por propia voluntad y con decisión, ya que lo otro ni lo quieres ni te has levantado a las siete de la mañana, has desayunado como los pavos, te has vestido en pocos segundos, has aguantado a la fauna urbana del autobús y te has echado una carrera para llegar a tu hora y ver cómo pasan las horas, nunca mejor dicho, sin obtener ningún resultado de tal esfuerzo.

Estaba mejor en mi casa, levantada, cierto, pero mejorando mi calidad de comprensión hacia ciertos temas más interesantes que no son la vida de los demás (para eso ya hay ciertos programas basura que evito a toda costa.)

Y, que he sacado de todo ello, nada en absoluto. A parte de no tener un boquete en el bolsillo el mes que viene y que el sitio pierda un cliente de pago puntual, perder unas horas muy importantes de mi vida que me hubiera gustado que se escurrieran por el lavabo a mi manera. Pensaréis en estos momentos – está enfadada -. Y sí lo estoy, demasiado como para expresar lo contrario, llevo un mes agotando mi paciencia respecto a este tema. No es que mi tiempo sea oro, no lo es el de nadie (si lo fuera, no lo malgastaríamos con tonterías como tumbarnos en un sofá toda la tarde sin más estímulos que el que nos da esa caja tonta con colorines), sin embargo algo si puedo asegurar, no lo podré controlar, ni cambiar, ni acortar, ni alargar, como me gustaría hacer la mayor parte de las veces, pero es mío (palabra que denota posesivo), por eso yo decido como quiero que se esfume ante mis ojos.

Si por lo menos lo que hubiera escuchado fuera interesante, aunque no hubiera tenido nada que ver con el tema, pero era una sarta de mentiras, formas de tirarse flores, noticias sin corroborar (pero es que yo ya no me fio ni de lo que me dice mi sombra si no busco entre varias fuentes.) Creo que lo peor de todo era que sabía que estaba mintiendo descaradamente o que se estaba inventando la mitad de las cosas.

En fin, hoy he perdido gran parte de mi tiempo, por lo menos el resto ha sido fructífero y he adelantado cosas, ha sido un mal día, lo admito, simplemente eso (intento convencerme a mí misma), pero ¡qué le vamos a hacer! Se me ha perdido la mañana de hoy, quizás la encuentre en otro momento.

21 de marzo de 2011

LEJOS DEL MUNDO, LEJOS MUY LEJOS.

Más allá del lugar de donde vienen los sueños, la cúpula de cristal violeta y azul se alza entre las sombras blancas de los pensamientos. Es imposible salir por un lugar diferente al que entraste, igualmente, es imposible entrar por un lugar que nos sea ese gran pico gris que atraviesa la campana cristalina. Su cubierta, aparentemente de aire, sólo deja entrar las pequeñas partículas que produce la mente de un niño, los pensamientos más ocultos y los terrores más profundos de todos los seres humanos.

Cada pensamiento, cada sueño, cada palabra que se refiere a ellos, suelta un aliento de color e intensidad diferente a las demás frases. Son llevadas por el viento, es verdad, como todo lo que sale cuando se articula una palabra, pero este movimiento involuntario produce una vibración especial, sus ondas provocan que se desvíen del camino de la nada y tomen un pequeño desvío hacia ese remoto lugar.

A lo lejos la tierra, el cielo, el espacio, el universo,… A la vista, un reflejo morado que delata la presencia de una atmósfera espesa y diferente. Todas pasan por ese lugar, las ondas de su propia existencia las llevan a chocar con el gran pico gris. Pocos árboles y criaturas sobreviven allí arriba, no dejan pasar a cualquiera y esos pocos tampoco lo tienen fácil. Este mundo no es como los demás.

Pensaréis que los árboles hablan, se mueven y que sus criaturas son de colores extraños, feas y desagradables. Yo os contesto a esto, algunas si y otras no, pero tener en cuenta que todo, incluso la más ínfima roca está ahí por algo, no precisamente por ser simples o como las demás. La oscuridad de sus cuevas asusta o provoca sueños, la luz deslumbra a los ojos, las rocas pueden no ser más que agua disfrazada porque se ha cansado de gotear de entre las partículas sólidas y fingen ser otra cosa. Recuerda, en aquel lugar nada es lo que parece y todo guarda semejanza con lo que realmente es.

Pero sigamos nuestro camino, comenzamos en lo alto de la entrada y única salida de aquel lugar, ¿quieres bajar o subir? Ya que todo puede ser, puedes estar cansado de bajar caminos y correr cuestas interminables y una escalera te subirá hasta la falda de la montaña o, en cambio, deseas bajar como hace todo el mundo cuando estás en las alturas y el camino se vuelve liso cual tobogán, líquido como una cascada, escarpado y peligroso, igual que una montaña normal o un simple paseo por la naturaleza, algo también muy normal. Tu mente decide en ello, no tú.

Uy, un camino, ha salido bien, ¿seguro? Pregúntatelo antes de dar el primer paso para elegir un destino. Procura no pisar las piedras o te morderán, contesta a los pájaros que canten o te picarán, no arranques ninguna flor, puede sangrar, no salves a los peces de sus peceras o las brujas te perseguirán. Los árboles hablan en susurros, tienes que aprender a escuchar, pues no gritan bien y sus palabras se confunden en el crepitar de un inexistente mar.

La cueva de la luz, está a oscuras si la intentas mirar, es muy tímida y no se exhibe sin más. Las noche son muy cortas y la luz se va pronto en aquel lugar, piedras de colores que debes acariciar, son como pequeñas mascotas que tienes que mimar, sino por tus prendas se introducen y no te dejan descansar. A nadie le gusta, tener a un se extraño, metido entre la piel, eso es lo que hacen si no les caes bien.

Puede que les apetezca un juego, nunca ganes o pierdas queriendo, se enfadan mucho, si lo hacen riendo. Tras un largo día de juegos, risas y bamboleos, túmbate a descansar bajo la roca con forma de paraguas, que se cansó de tapar a la gente de que la naturaleza, les limpiara de todo mal. Bajo su influjo dormirás, cual lirón un minuto y no más, despertando sin saberlo en rojo desierto de la arena que no corre y las dunas que jamás aparecen aunque las intestes buscar.

Mira bajo tu cuerpo, no te asustes, colgado en el aire no estás, es un fino cristal que se cansó de ser frío y sólido, convirtiéndose en colchón, mullido y caliente, de plumas de algo que jamás en la tierra existió. ¿Tienes sed? ¡No bebas agua! Aunque la veas por delante de tus narices correr, traga un poco de arena que si se puede coger.

El sol se pone a lo lejos, en unas montañas cercanas, nunca esperes que se mueva, porque es donde le apetece estar, de ahí nunca se mueve, a menos que no tenga que ir a limpiar o fregar. Camina siempre en zigzag, si en línea recta quieres ir, bailando y cantando una bonita canción, si lo haces bien, pronto llegarás al gran portón.

¡Aaaaaah! Gran puerta de viejo roble, con bocas, ojos y orejas que aparecen y desaparecen, se mueven por todos lados e intentan morderte. La boca te besa, el ojo te guiña, la oreja de ignora y la puerta no se abre. ¡Pobre puerta sin marco! ¡Pobre puerta sin pomo! No intentes bordearla, volverás de nuevo a comenzar tu viaje, de exploración sin camino, continuando tu marcha hasta que des atino.

No es fácil convencerla, de que te escuche y se habrá, le han contado mil historias, ¡ya se conoce muchas! Demasiadas diría yo, pero siempre encuentra una razón para dejarte pasar hacia el lugar perdido al que vas. Una vez no la convencí para que abriera, ¡Cómo si no me conociera la puñetera! Con audacia le cogí la oreja y le di un buen tirón, su boca me mordió y tuve que volver a empezar, en lo alto de aquel risco, ¡otra vez a caminar!

Pasada la puerta, no vayas a correr, en el acantilado puedes caer. Un puente en perfectas condiciones, roto y viejo verás, sus cuerdas están roídas y su camino difícil de pasar. Preferirías caer al río, pero llegaríamos al lago de cristal, de peces de colores y carpas de coral. Sus algas son rojizas, cual tierra llega a tocar, sus cuevas inacabadas y su criaturas perdidas, prefieran dormitar. No las despiertes nunca, tienen un estar, dolores de estómago y cabeza, no las dejan descansar.

Da un paso al frente, pero no otro más, el puente se rompe y tienes que confiar, escucha al viento, mira a la criatura que está al otro lado, parpadea y te dirá cómo puedes llegar. Sin acertijos de mala muerte o amenazas por tu vida, a tu lado permanecerá, te guiará por el camino hacia una la montaña de la lluvia, que mojada siempre está. Tus pies se hunden en ella, peno hasta la cintura no te tragará, sin embargo, si te dejas, el pelo te manchará.

Ahora llega la parte poblada, pero la otra sola tampoco está, en este lugar aparece lo que quiere y… lo que no, inerte verás. Recuerda, nada es lo que parece y todo se asemeja a lo que era realmente. Puede que hayas visto a las palomas de viento, las piedras que corren, el cangrejo que de su casa nunca sale, salmones que nadan a favor de la corriente, mosquitos que no pican, serpientes picaronas que sabe muy sabrosas. Te habrás perdido aquellos árboles de viento y colores grisáceos, de frutos suaves y cálidos, con sabores rancios.

¡Son tantas sus maravillas! Algunas no te las puedo contar, no las he visto todas, tengo que visitarlo más.

El bosque es espeso y húmedo, peligroso y de mal pasar, ramas y lagartijas te pueden asustar. Las hojas cortan, las ramas acarician, el suelo se rompe y las setas bailan. ¡Ten cuidado con las plumas de los pájaros! Pesan tanto que te pueden lastimar, rompen las piedras y acarician el mar, los sapos cantan una pequeña canción de letra sin descifrar, si consigues cantarla, de la cabeza jamás te la podrás quitar.

Hay pueblos y gente, personas de gran conversación, palabras escasas y gran desorientación. Conocen aquel lugar como la palma de su mano, aunque nunca saben donde están, salen poco de casa y a las fiestas procuran no faltar. Las fogatas a la luz de la luna, al alba suelen despertar, esta acompaña la fiesta con bailes y algunas gotas de azahar, dejando el bosque en silencio hasta que el reloj la hora vuelva a dar.

Este es un mundo perdido, pero todos los podéis encontrar, de colores perdidos en la mente y criaturas que sólo tú vida puedes dar, para salir tienes que volver a la montañas, fácil de ver pero no tanto de alcanzar, cada vez me cuesta más abandonarlo y llegar de nuevo a aquel pico que a la realidad me vuelve a transportar.

10 de marzo de 2011

TABÚ

Cuando lo natural se convierte en lo prohibido.

No puedo creerme todo lo que he leído en la prensa, visto en la televisión o he encontrado en las múltiples páginas de internet estos días sobre el tema. Lo cierto es que este último medio me encanta, porque puedo ver las cosas a favor y en contra que surgen y sacar mis propias conclusiones. En este caso, había poco que sacar ya que lo expresado ha sido tan extremo que no he podido ver más que una sarta de mentiras que, ciertamente, ya me creía poco antes de leer (un poco más y mis ojos se salen de las órbitas mientras descifraba el mensaje.)

La noticia no ha sido otra que la educación sexual que se va a impartir en ciertos colegios de mi país, no me lo podía creer. Ciertamente educar es una palabra preciosa, significa desarrollar o perfeccionar las capacidades intelectuales de los niños y jóvenes, así como doctrinar y dirigir, pero… ¿qué ha pasado? Que con la iglesia hemos topado, y nunca mejor dicho, este es uno de sus grandes tabúes y esta ha decidido encargarse de…. ¡cómo lo diría yo! ¡a sí! De adoctrinar a todos esos borregos descarriados o niños en sus impulsos animales, ya que, como no somos animales….

Negar lo obvio.

Otra cosa en la que son expertos, la autosatisfacción está totalmente prohibida, según ellos, es un vicio que te aleja de los demás (eso no es nada nuevo, ya me lo dijo mi catequista en aquellos años en lo que recibía adoctrinamiento religioso porque a mi madre se le había plantado que hiciera la comunión y, como niña obediente, iba todas las semanas a recibirlo.)

¡Tocarse está prohibido! Y que te toquen los demás, por supuesto, ¡no iba a ser menos! El explorar tu propia anatomía, saber lo que te gusta, lo que tienes entre las piernas y poder disfrutar de un tiempo sólo para ti, así como de la tranquilidad que viene después de la tempestad, estaba prohibido. Y de los juguetes ya ni hablamos, sería mejor hacer como que no existen (en eso esta religión es experta.) Parecen bebés en sus primeras partes de la toma de conciencia, aquella en que cuando un objeto desaparece de su vista deja de existir (no me lo he inventado, está especificado en los estadios de desarrollo de Piaget.)

También han sido muy osados en la clasificación de las familias, las dividen en dos partes, la funcional (que será una familia con un padre, una madre y un montón de hijos, por supuesto, casados por la iglesia, ¡cómo dios manda!) y la disfuncional, donde se expresan todas aquellas que viven en pecado mortal, me explico, entre estas joyas se encuentra los que conviven juntos, aquellos que no han recibido la bendición divina, familias de madres solteras y, la más interesante de todas, aquellas compuestas por personas del mismo sexo. Lo de los hijos lo dejo a parte.

Volviendo a las preferencias sexuales del último grupo de “disfuncionales” que he nombrado, según ellos, se les impartirá a los niños que han de practicar la abstinencia y que con el tiempo eso se cura. Si, si, ¡habéis oído bien! ¡Se cura! Que digo yo, si se cura deberías de ir a un médico a que te ponga un tratamiento (que no existe por cierto), aunque ellos lo hacen de una forma menos ortodoxa, ¡con cursos de un tiempo determinado de duración! Por lo que sé algunas de estas sesiones (dadas por expertos en la materia), duran unos dos años. Pero para los pederastas no hay cura, ¡esos no son enfermos!

El control de la población.

Para esto también han tratado el tema de las enfermedades venéreas y la anticoncepción, por supuesto han tomado las partes más extremas a las que puede llegar cualquiera de ellas sin tratamiento alguno. También nombran que los anticonceptivos no son eficaces. Solución para ello, la abstinencia (me da grima sólo con escribirla.)


El respaldo en todo ello es que el número de embarazos no deseado ha aumentado en los últimos años, a parte del contagio de enfermedades de transmisión sexual y, cito palabras textuales, demás problemas derivados de la concepción inadecuada. ¿Quién ha sido el lumbreras? Que me expliquen qué cojones es una concepción inadecuada, antes de tiempo, tal vez, no deseada, puede, pero lo primero me deja un poco en estado de shock.

No voy a dar nombres, pero un director del máster de ciencias del matrimonio y la familia, que posee un cargo eclesiástico, dice que trata todo ello desde una perspectiva humanista, sin restar (esto es lo mejor de todo) rigor científico (juzguen por vosotros mismos, yo no tengo palabras para ello ¡Bueno! Si las tengo pero me las reservo para más adelante. Lo voy a decir, ¡qué puñetas! ¿No hay un director de ciencias de uso y abuso de la población infantil que circunda la iglesia? Suena ridículo esto último ¿verdad? Igual ha sonado en mi mente el máster en ciencias del matrimonio y la familia.)

En una cosa estoy de acuerdo, en que las dimensiones físicas y psíquicas van unidad, sobre todo cuando mediante unos movimientos físicos llegas a tocar el cielo con los dedos y saborear el dulce sabor del placer, bien sólo que acompañado, por puro sexo o con sentimientos de por medio, con una pareja del mismo o de diferente sexo.
Los borregos del oficio.

Y es que la población no tiene otro nombre para ellos, lo único que desean es controlar y controlar y esta es una buena forma. Llenar a la familia de cargas, una doble moral y demás tonterías para que tengan tiempo de pensar en lo que realmente están haciendo, pero ¡cómo es voluntad divina!

Dicen que todos son bien recibidos, pero niegan la existencia del alma en las mujeres que, palabras de la iglesia, abrazar a una mujer es como abrazar a un saco de estiércol, aparte de que esta sólo se ganará su alma tras años de matrimonio. Tampoco quieren oír hablar de otra unión que no sea la de hombres con mujeres, que al contrario está mal dicha, ya que nosotras somos las que tenemos que sublevarnos a ellos y los otro son existen, son enfermos (no lo he dicho yo, sino ellos.)

¿Sabéis? No me gusta mucho hablar de estos temas tan controvertidos, pero estamos luchando demasiado para que venga alguien a decirnos qué hacer con nuestros impulsos, negarme el disfrute y decirme que los hijos nacen porque mamá y papá se quieren mucho. Ya pasé esa fase de la infancia, entre otras. Tampoco acepto el escuchar que hay personas que son enfermas por preferir la carne con la misma carga cromosómica que ellos o que la abstinencia es lo mejor para ellos. ¿Quiénes son los reprimidos?

La revolución del pueblo.

Sin nosotros no son nada, eso hay que admitirlo, sin mentes que se dignen a creer en todo esto ellos no hubieran tenido fuerzas ni valor para impartir esto en los colegios, tampoco para sacarlo a la luz. Sin embargo, hubo un tiempo perdido en la memoria, en que el pueblo se reveló contra todo esto y decidió vivir su vida como mejor le convenía. La iglesia los denominó satanistas, que no adoradores del demonio (satanismo.) Ellos decidieron que ya habían robado, manipulado y metido un exceso de mentiras en todos aquellos que deseaban creer en algo y se les puso ese nombre (que induce a pensar en otras cosas), para expulsarlos de la comunidad de creyentes.

Ahora nos llamamos ateos, herejes o agnósticos, pero la base sigue siendo la misma, como es la misma esa doble moral a la que juegan, como el latente la misoginia en ese grupo, como puede verse, de una forma descarada, lo que quieren hacer y que la mayor parte de los trabajadores no quiere.

Ya acabo, pero lo voy a hacer con algunas preguntas, a ver si alguien puede contestármelas. ¿Cómo alguien que ha renunciado al sexo y al matrimonio puede darme lecciones de lo mismo? ¿Por qué un grupo que reniega de las mujeres como iguales, y a las últimas pruebas me remito, quiere que nos sometamos como conejas confinadas entre cuatro paredes? ¿Por qué ese miedo tan grande a los que no ven el sexo como ellos? Después de esto ¿puede considerarse que existe vida inteligente?
Aunque el motivo real del porqué esto es porque creo que tengo derecho a elegir mi credo, el que me enseñe y no me imponga, el que me permita ser y no me haga sublevarme, el que me reconozca y no me ignore. Demasiados años luchando para ser como para que me nieguen hasta mi propio disfrute, el de mis futuros hijos y me nieguen el derecho a una elección libre de con quién o qué fin es el lícito para acostarme con alguien.