ELABORAR UNA IDENTIDAD ES UN PRIVILEGIO QUE SÓLO EJERCEN AQUELLOS QUE TIENEN LA POSIBILIDAD DE ELEGIR Y QUE LUEGO MANTIENEN EL ESFUERZO DE PENSAR.




22 de julio de 2008

¡MI NOMBRE Y YO NOS CAMBIAMOS DE ACERA!

Un hombre bien bragado.
Curiosa frase para designar a todo hombre que destaca por su hombría, fuerza y rectitud. Un macho ibérico, ¡vamos!, para entendernos mejor.

Esto data de una época en la que el uso de la ropa interior no era común. Las bragas estaban restringidas sólo al uso masculino, algo raro y muy difícil de entender ya que el bicho que sangra todos los meses somos nosotras, aunque no quiero ni pensar cómo se agarraban los paños a modo de compresas.

La recomendación de uso médico para los “enfriamientos”, las volvió más comunes ante la población, con el fin de proteger un poco más los riñones. Eran largas, hasta los tobillos y cubrían gran parte del tronco (lo digo para que os hagáis una idea de cómo todo disminuye, menos su precio claro. Más de uno se ha llegado a imaginar cómo diagnosticaban un miembro resfriado)

Aunque el verdadero martirio llegaba cuando tenías que ponértelos, no se de dónde derivó la frase: “eres más basto que unas bragas de esparto”; pero eres más molesto que unas bragas de lana, podría estandarizarse en nuestro lenguaje popular, ya que de eso era de lo estaban confeccionadas, de pura lana virgen, y el suavizante o las fibras tratadas no existían. Al cabo de unos minutos de llevarlo puesto, el sudor y los miles de filamentos de los que se compone este material natural producían unos picores tremendos. Ahora entiendo porqué la forma de caminar de aquellos años era tan graciosa, todos tenían los huevos cocidos y unos picores de la ostia comiéndoles desde el tobillo hasta la cintura.



Por fortuna su tejido cambió, pero su largo continuó durante unos añitos más. Por supuesto pasó a ser cosa de ricos, transformándose en un utensilio para curar los resfriados típicos a una prenda de lujo y uso excepcional para acomodar debajo de una capa; por supuesto esto era sólo para señoritos, ¡hasta ahí podíamos llegar!

Ahora llegamos nosotras.

Como tantas otras cosas en la historia, la braga pasa de ser considerada una prende muy masculina a alimentar las mentes de los hombres imaginando a señoras y señoritas de buen ver con tales vestimentas, y los bolsillo de las y los vendedores de los mercadillos que adornan las calles de los barrios una vez por semana.



No he encontrado nada que me explique cómo lo hicimos, pero seguro que fe como siempre, a base de buen talante. Así que nos quedamos con el invento, y con el nombre. Ya que aquella ropa íntima que sujetaba el aparato sexual femenino se negaba a denominarse igual que el que ocultaba la vulva femenina, por lo que se nombró como calzoncillo, calzón para los amigos.



Entonces la braga comenzó a encoger, deseaba estar más delgada, más corta, más fina, tapar lo justo, ser casi invisible, moldear el cuerpo de la mujer, que la desearan, compartirse con todas, satisfacer sus momentos más íntimos y, sobre todo, estar siempre con ella.

Para ello las hicimos de licra, algodón, encaje, cuero, vinilo, tul y dependiendo de su forma o estilo se designaron como tanga, culotte o braga, la de toda la vida. Dependiendo del momento, del fin para el que una se las ponga y de miles de elementos más su tejido cambia, así como su estilo.



Se que hay una clasificación diferente, pero yo ha hecho la mía propia y es esa la que os voy a dar porque creo que está más adaptada a la vida real y porque me da la gana:


- Bragas de cuello vuelto: estas se caracterizan por llegar hasta justo debajo del pecho.

- Braga raja o por culera: aquella que cada vez que andas unos pasos tiende a meterse entre glúteo y glúteo, tirando del elástico que rodea la pierna de ese mismo lado. Suelen ser las que más te gustan siempre.

- Rompe piernas: suelen ser de tamaño normal, la tela se ajusta perfectamente a tu piel, pero no todo tenía que estar bien hecho. Las gomas que bordean los orificios de las piernas y la cintura son tan pequeñas que tienden a intentar cortar la zona. Suelen ser las bragas más baratas que encuentras.

- Nini: llegan unos dedos por debajo de la hucha y justo al borde el monte de venus.

- Culotte puti: aquella braga pantalón que deja ver casi todo el culo, forma una bonita V en las nalgas.

- Culotte casto: tu novio no distingue si te has equivocado y te has puesto el pantalón de deporte debajo del vaquero.

- Culotte tímido: llega justo a tapar casi la totalidad del culo, dejando unos milímetros del mismo al aire.

El tanga es otra historia, lo único que puedo decir respecto a él es que su precio es inversamente proporcional a la tela que utilizan para crearlo.

Yo y mi ropa somos lo mismo.


Normalmente la personalidad de cada uno tiene mucho que ver con tipo de ropa que lleve puesto, bien pues la ropa interior va muy ligada a nuestras intenciones respecto a ese día. Aunque ciertas modas pueden estropear todo lo que hay para con ellas, así por ejemplo, sin dejar de un lado el tema del micro tanga, se ha producido una moda muy infundada entre las mujeres (que ya está durando más de lo normal); esta consiste en el uso de unos pantalones altos de coño (ojo, que no son iguales que los bajos de cintura) y un tanga muy muy caro, con pedrería y todo, pero con la peculiaridad que sus finas tiras llegan a la cintura o más altas, eso depende de lo corta que se la camiseta que te vayas a poner ese día (normalmente llegan a tapar de tres cuartos de unas tetas a sólo el pezón, pero eso va con la cantidad de silicona que uses o los pocos complejos que tengas, también depende de si quieres pillar cacho a toda cosas y no te importe con quién.) Si quieres enseñar la pedrería de tu ropa interior, póntela por fuera como superman.


El tanga es una prenda maravillosa que deja los glúteos moverse libremente debajo de la tela, sería una pena romper tan bonito hechizo mostrando sus secretos o poniéndose un vaquero ajustado. No hay que mostrar todas las armas desde el inicio de la partida, si muestras todo lo que llevas el interés se pierde por completo, tanta carne harta al carnicero.


Volviendo al tema, con un traje o una falda justa, esta prenda íntima milimétrica viene de perlas; ajustándose perfectamente a tus curvas y volviéndose invisible producen un contoneo hipnótico. Esto unido a una pollera hasta la rodilla y bonito movimiento de cadera acompasado y guiado por el movimiento de unos tacones, hace que la pregunta ¿lleva o no lleva?, sea inevitable para la mente masculina. Si lleva, es tan pequeño y sugerente que le encantaría imaginarse ¿qué cuerpo sería capaz de portarlo? y sino, le sucumbirá el deseo de recorrer con la mano todo aquello que pueda mostrarle, lo malo es que la dueña del mismo le de permiso. Aunque tampoco hace falta ser soltera para hacerlo; recordar que hay que mantener viva la llama de la pasión.


El culote también tiene su encanto, pero voy a dejar ese difícil cometido de buscarle vosotras mismas la chispa a las demás derivaciones y tipología existentes en el mercado. Yo puedo daros una pista, juntarlo con vuestros gustos y veréis los resultados, no fallan. Aunque todavía no voy a despedirme de vosotras y vosotros.

¿Qué pasa con ellos?

Como decía al principio, nosotras nos adueñamos del invento y del nombre y apareció el calzoncillo. En él también han a aparecido variantes y seguro que ha evolucionado de la misma forma que su hermana travestida, la braga.



Entre ellos existen los slips, los boxer, como yo los llamo, y el tanga, ellos también los usan (eso es lo más antilívido que he visto en vida), pero nosotras nunca nos quedamos quietas.



Unos calzoncillos de pantalón de él, una camisa de su armario y ¡plas!, ya tienes un bonito conjunto para nadar por casa y ponerlo a cien cuando te de la gana. En esos momentos no le importará que su camisa huela a perfume de mujer ni que le hayas cogido su ropa interior favorita, si esos que se pone cuando tiene ganas de juerga.

¿A que a nosotras siempre nos sienta todo mejor?

2 comentarios:

sangreybesos dijo...

Un auténtico macho ibérico aguanta unos calzones de lana virgen y dos huevos duros!!!

Silderia dijo...

los suyos depués de ponere esos cazones ¿verdad?