ELABORAR UNA IDENTIDAD ES UN PRIVILEGIO QUE SÓLO EJERCEN AQUELLOS QUE TIENEN LA POSIBILIDAD DE ELEGIR Y QUE LUEGO MANTIENEN EL ESFUERZO DE PENSAR.




30 de octubre de 2009

ESTA VEZ TRES NO SON MULTITUD.

Dentro de pocos días, una tarde como otra cualquiera, no sé en qué demonios estaría pensando, pero me abrí un blog. Lo más seguro es que estuviera bicheando por internet, como hago siempre. Buscando información sobre algo que me hubiera llamado la atención. De lo lo que si estoy segura es que estaba descansando de estudiar aquellas largas e interminables oposiciones, aún faltaban muchos meses para el examen, pero estaba dispuesta a ir a por todas. Tanto era ese afán que tuve que tomarme las cosas un poco más tranquilas.

Seguramente estaba buscando lo que era un blog y di con la página principal de blogger para hacerse un blog. Piqué, creo que me dejé enredar por ello, así que lo abrí. Su aspecto no ha cambiado desde entonces, por lo menos el fondo y alguno de los dibujos que he puesto.

Algunas semanas tardé en colocar las frases que se ven a los lados y, lo cierto, es que cada vez que pienso en cambiar su apariencia no me convence nada. Creo que es que simplemente me gusta como está. Cierto es que pensaba cerrarlo en cuanto acabara la época de estudio desmesurado, concretamente, en cuanto acabaran los exámenes. Pero no ocurrió así.

Como ya he dicho muchas veces, me desahogo escribiendo y las historias que cuento, algunas reales, otras inventadas, no salen de mi cabeza hasta que nos las veo plasmadas en un papel. Así que, en vez de tenerlas en una carpeta perdida de mi ordenador, decidí darlas a conocer al mundo. No es que sean la octava maravilla, pero a mi me gustan y con eso para mí es suficiente.

¿Curioso verdad? El primer año casi no había nada aquí, algunas páginas que explicaban esas largas horas de estudio (puedo aseguraros que eran casi doce diarias), los sentimientos de impotencia y la tristeza que pasaba por mi cuerpo en aquellos momentos. No tenía motivo para ello, pero de vez en cuando paso por esa racha sin motivo alguno. Creo que era porque si me quito tiempo de escribir me muero, simplemente eso. Y me pasa de verdad, necesito algo que me motive para seguir viva, lo cierto es que esto me hace sentir en un mundo real, aunque las cosas que escriba, algunas veces, no tengan nada que ver con lo que nos cruzamos todos los días.

Pues bien, no fue hasta un año después, más o menos, que sangreybesos (ya éramos novios por esa época) no se enteró de que tenía un blog. Casi ningún comentario, un perfil muy poco definido (menos del que tengo ahora) y algún que otro post, poco más podías ver aquí. Era como una especie de diario personal del que nadie sabía nada más. Sólo se conocían algunos relatos épicos. Entonces, mi amado se abrió otro, nació una pareja de blogers que se incitaban mutuamente a escribir historias. Y desde ahí, el resto, la mayor parte de vosotros la conoce, otros acaban de iniciar su recorrido por este mundo perdido donde se cuentan cientos de cosas. Algunas son propias, otras las tomo prestadas, ciertas partes son producto de mi curiosidad o de emociones propiamente humanas, como la ira o un enfado desenfrenado, sentimientos como el amor o la desesperación (lo cierto es que me han dicho que se nota cuando escribo con sentimientos, aunque algunos abogan porque cuando mejor me sale es cuando me enfado.)

Esto es como mi vida personal, a veces pensé dejarlo, olvidarme de ello, pulsar aquel maldito botón que pone cerrar blog y olvidarme de esto y… de pronto alguien que no me conoce, sin saber si quiera lo que pasa por mi mente, me dice algo que me anima. Muchos han sido los comentarios buenos y sólo uno malo. Pero este lugar es libre de censura y de expresión, lo único que se pide es que seas tú mismo. Lo cierto es que puede ser evitable, como cualquier lugar de este mundo.

Ahora cumplo tres años, un día más de noviembre o menos, esto continúa hacia a delante y espero que siga mucho tiempo más. No puedo prometerme a mí misma que publique con la misma asiduidad, ni que todo sea de un buen nivel (lo cierto es que nada es de buen nivel, pero me divierte), pero si que seguiré con ello todo el tiempo que me sea posible, que me esforzaré por buscar cosas nuevas y obtusas, pero, sobre todo ello, que seguiré imaginando como he hecho hasta ahora. Por ello, por mí misma y por todos mis compañeros, Feliz en tu día, feliz bloggeraños.

28 de octubre de 2009

Selene. Capítulo LIX

CAPÍTULO LIX: TRUCO O TRATO.

Hades se encontraba entre el suelo y las garras de Selene. Aquella maravillosa ninfa, producto de adoraciones a una belleza sin igual, estaba convertida en un torbellino de ira y transformada en la peor pesadilla de cualquiera que se preciara de no asustarse fácilmente. Con aquellas garras de plata, apuntaba sin vacilación justo al vientre de su familiar cercano. Lo cual le importaba bastante poco, partícipe en su tragedia, sucedida hace siglos, no estaba dispuesta a olvidar y, mucho menos, a perdonar a aquel ser desprovisto de cualquier sentimiento que pudiera considerarse bueno.

- ¿Dónde está el libro? – le dice con su voz ronca y coreada mientras apunta justo a la boca de su estómago -. No te lo voy a repetir más.

- Querida prima – le dice con voz temblorosa -. Creo que podíamos llegar a un acuerdo.

- Me parece perfecto – le dice con tono monocorde -. Tú me das el libro y yo no te hago trizas.

- ¿Sabes lo que me costaría recomponerme? – le replica.

- Unos cuatrocientos años – le responde sonriendo malévolamente -. Lo mismo que la última vez. Aunque en esta ocasión te aseguro que tardarás un poco más – acerca un poco más el borde afilado de sus uñas a la piel babosa de Hades.

- Ahí – dice Hades cuando las afiladas uñas rozan la piel.

- Creo que todavía sientes dolor – dice Selene abriendo una grieta en su estómago -. Prepárate a chilla como una niña entonces

- ¿No es un poco desmedido todo esto?…, quiero decir, ¿no se está pasando un poco Selene para conseguir el libro? – dice Luis sin retirar la vista.

- ¡Créeme! – le responde Yu apuntando a Hades con la catana -. Si supieras realmente todo lo que le ha hecho no hablarías igual – vuelve la cabeza hacia Endimión -. Se las está cobrando todas – sonríe volviendo a mirar la escena -. Y yo diría que se está quedando un poco corta.

- Chico – se dirige Fepico a Luis comiéndose una magdalena -. Procura no hacerle alguna putada muy gorda a tu novia – le da un bocado al delicioso dulce -. ¡Abuela esto está de muerte! – hace un inciso en su conversación -. Se las gasta de una forma muy mala.

- Lo cierto es que se toma las cosas un poco mal – dice la abuela -. Anda hija toma una magdalena. Están recién hechas – le dice a Yu acercándole la bolsita de tela.

- No gracias – le responde esta sin mirarla.

- Es que estás muy delgada hija – le insiste la abuela -. No te vaya a dar algo con tantas emociones.

- Creo que paso – le vuelve a negar la invitación.

- Deberías cogerlo – le dice Fepico al oído -. Mi abuela no acepta un no en cuestión de dulces.

- Lo dejaré para más tarde señora – le dice Yu -. Es que ahora no tengo hambre.

- Deberías comer algo – le insiste la abuela acercándole la bolsa a la cara -. No te vaya a dar un patatús con tantas emociones.

Yu no responde esta vez, prefiere dejarla por imposible y continuar vigilando la escena. Hades ya cuenta con unos cuatro arañados bien visibles en su estómago, su sangre es de color negro y rojo entremezclada, de aquellas franjas abiertas sale un humo putrefacto que invade toda la habitación.

- Quieres que te haga una escarificación – le dice Selene acercando de nuevo la mano -. No te garantizo un bonito dibujo, pero sí que será para siempre – sonríe con media boca -. Así podrás acordarte de mí toda la vida.

- No podríamos llegar a un acuerdo – le dice Hades nervioso y dolorido -. Yo te digo lo que quieres saber y tú me dejas en paz.

- Es que lo que quiero es el libro – dice remolonamente -. ¿Sabes? – continúa mientras abre un poco más una de las heridas -. Cuando entramos por la puerta eso hubiera sido una buena idea, es más, te lo hubiera podido admitir hace unos minutos. Cuando te hice la primera pregunta, pero ahora estoy demasiado interesada en el libro – dice mientras hace dibujos circulares en la piel de su primo.

- ¿Si te doy el libro olvidamos las rencillas familiares? – le dice Hades intentando salir ganando.

- Ni de coña – le responde enseñándole sus fantásticos colmillos marfil -. Esto no es un juego con el diablo donde ¡tú! Hagas lo que hagas, sales ganando siempre – le dice mientras coge lo que se supone que es una cola y lo levanta boca abajo a la altura de su cabeza -. Aquí la que manda soy yo, mis reglas, mis peticiones y mis tratos y yo salgo ganando siempre – le dice sacudiéndolo -. No estamos en posición de apuestas, es más, nunca apuesto, nunca juego, no me gustan las adivinanzas – se vuelve hacia Yu -. ¡Córtale lo que le queda de cola!

Yu se dispone a actuar, eleva su catana lo más alto que puede, una luz cegadora indica el lugar donde debería de estar la punta.

- Está bien – responde sudando tinta literalmente – el libro lo tiene Perséfone, se lo regalé por nuestro aniversario para que aprendiera algo de cocina – aquel arma mortífera se queda a unos milímetros de la cola -. ¡Créeme por favor! – se echa las manos a la cara -. Llevo siglos con dolor de estómago por sus guisos.

- Pues no creo que la cocina de mi abuela te solucionara el problema chico – incide Fepico.

- Cierto – dice la abuela -. Cada vez que alguien prueba una de esas recetas acaba mal, por no decir casi muerto o… - se toca el labio con el dedo y mira hacia arriba -. Muerto como la última vez – mira sonriendo a Selene -. Le dije a Atila que no era de buen gusto matar así a tanta gente. Tampoco me gustaba él como marido de la hija pequeña de mi hermana.

- ¿Dónde está tu mujer? – le dice Selene acercando la cabeza a su cara.

- En la segunda planta – responde -. La interné porque últimamente no se encontraba muy bien de los nervios.

- Aguantándote a ti no me extraña – le dice Yu.
- ¿Tiene el libro aquí? – continua Selene con el interrogatorio.

- Sí

- Estupendo – responde mirando a Yu -. ¡Córtale la cola!

- Pero…

- No hemos hecho ningún trato primo – le dice mirándolo fijamente -. Tómatelo como un recuerdo. A demás, te he hecho un favor, pensaba destrozarte hasta dejar trozos tan pequeños de ti que no se supiera quién eres.

Aquel filo mágico atraviesa la cola de Hades, la diosa primigenia la guarda a modo de recuerdo en un saco blanco sin fondo. El rey de los infiernos, una vez en el suelo contempla extasiado cómo se aleja su pariente más antigua junto a su hermana, cuando van a salir por la puerta…

- No vayas a perderte por camino prima – le dice burlonamente -. Esto es muy grande.

- Es verdad – Selene se vuelve hacia su primo y lo coge por el cuello -. Vendrás hasta la celda de tu secuestrada esposa… Seguro que se alegra de verte tanto como yo.

- Eso te pasa por bocazas ¡eh! – le dice Luis al pasar por su lado.

- No es conveniente hacerse el valiente en estas situaciones – le dice Fepico -. Después pasa lo que pasa ¡guasón!

- ¡Tú delante! – le dice la abuela a Hades -. Como te escantilles te meto una magdalena especial por el culo – lo mira por encima de las gafas -. Tienen una sorpresa explosiva – sonríe -. Y chocolate… Mis favoritas – le muestra algo parecido a un dulce empapelado con una argolla sobresaliendo por uno de sus lados.

26 de octubre de 2009

COMO EL LIMÓN A LAS ALMEJAS.

Tabú.

Como toda historia que tiene un empezar prohibido y oscuro, esta todavía no acaba de vislumbrarse como algo natural dentro de lo que puede considerarse el sexo humano.

La vida, o mejor dicho, ciertas mentes lo consideraron algo sucio, aún más que el sexo “normal”, prohibido, propio de desviados sexuales (palabras de ellos no mías), propiamente prohibido dentro del disfrute sexual. Aunque ciertamente, si el sexo estaba fuera de cualquier mente sino era para la simple procreación, esta práctica, digna de divertimento era una desviación del ser humano, algo digno de erradicar y propio para que aquellos que no les importara lo más mínimo, metieran sus mentes puristas y moralistas, en algo que, realmente no les incumbía para nada.

Los hombres santos lo denominaron como el pecado de Sodoma, aunque consiguieron algo más, castigarlo por la ley. Una forma tan sana (depende de cómo se practique) de diversión, simple, realiza desde yo que sé cuando (por lo que se desde que pisamos la tierra con nuestros pútridos pies y nos negamos a sentir la arena con las manos.) Aunque, ¿qué puedo esperar de personas que han escrito y dicho que la homosexualidad es una enfermedad o que abrazar a una mujer es como rodear con los brazos a un saco de estiércol? Nada, simplemente un muro de moralina barata que no se creen ni ellos.

Y la cuestión que a mi me abarca sobre este tema ¿a ellos qué les importaba? La respuesta, nada, simplemente que no era una técnica propia y natural del ser humano, porque somos diferentes del resto de animales que pueblan la tierra (según ellos.)

¿Quién dijo que sólo era una técnica sólo para personas del mismo sexo?

Mal infundido por las creencias populares, por desinformados o simplemente por los que se niegan a saber más allá de sus limitadas mentes, esta técnica ha sido usada durante siglos por las gentes, los motivos son varios: para preservar la virginidad, es decir, mantener intacto el himen (que parece que es lo único que importa en cuestiones de sexo), para poner los cuernos a tu marido sin peligro a quedarte en estado (sobre todo si el amante era mulato, por lo menos), un control de la natalidad en tiempos donde se desconocían técnicas para evitar embarazos indeseados y para un simple disfrute fuera de la monotonía de entrar siempre por el mismo sitio, para poder disfrutar con tu pareja ya que no hay otro lugar por donde mojar el churro, entre otras tantas que puedo desconocer (una no está libre de desinformación); se inició como algo prohibido dentro de un tema anexo a la propia vida.

Por fortuna los tiempos cambian y, aunque muchas y muchos niegan completamente su tendencia a esta práctica, eso no quiere decir que no estén pesando en probarla, la hayan realizado más de una vez o les cause curiosidad.

Parece, desde ciertos ámbitos femeninos, que una mujer lo es menos por dejarse encular (nunca mejor dicho), parece que se les va a acabar el mundo. Entre otras, los hombres (me refiero a los heterosexuales), niegan por activa y por pasiva, que a algunos de ellos les exite el que le introduzcan un dedo por el recto para estimular una glándula que provoca erecciones y excitación sexual (aunque otro colectivo más libre de mente lo conoce y está muy contento de ello), lo cierto es que nuestra libertad sexual, en este campo está casi nivelada, en cuanto a la educación que nos han dado, en este sentido.

Un macho no puede permitir que le toquen ahí y, mucho menos, una mujer ha de dejarse realizar técnicas amatorias por la puerta de atrás. ¿Por qué? Ciertamente por educación y limitaciones propias de nuestra moral. Por nacimiento tenemos unos órganos propios para ello, que nos permiten disfrutar en la intimidad (a solas, en compañía de dos o de todos los que te de la gana, eso es cosa tuya), eso sí, si sabes dominar. Ya que no es ajeno a nosotros que el hombre haya echado el polvo de su vida (supuestamente) y ella tenga que recurrir al telefonillo de la ducha para acabar un trabajo mal empezado.

Lo cierto es que no dejas de ser de una condición u otra por dejar que invadan tu santuario, aunque como digo siempre, eso es cosa de cada uno. El que se pierde la diversión no es el que lo hace, sino el que la coarta.

Hay algo más de pimienta en este juego.

Algunos aparatitos, por fortuna, se han puesto a nuestra disposición dentro de lo que denominamos mercado para el sexo. Consoladores, vibradores, estimulantes, geles anestésicos y dilatadores tanto para iniciados como para expertos (lo único que cambia es el tamaño), aunque también puede servir un consolador normal o doble y unos buenos guantes de látex (eso puede exitar a cualquiera creerme, aunque no sea para la puerta trasera.)

Las caricias, explicar un poco, jugar a los médicos, eso amainará la tensión y el uso de instrumentos de grosores diferentes favorecerá una penetración suave y sin contratiempos.
El caso es jugar mucho, como siempre he escrito, el relajarse, estar convencido de lo que haces y vivir el momento como algo consensuado entre ambos. No vale eso de a ver si pruebo en plena euforia, creerme, corta el rollo y puede dejaros un poco… a medias.

El sexo es siempre cosa de dos

Hablando de parejas heterosexuales, es muy típico el estar en plena faena e intentar hacerlo. Ellos se sentirán más machos si lo hacen, pienso yo, pero no se han parado a pensar que quizás ellas tienen las mismas reticencias mentales. Un hombre jamás dejaría que tocaran su ojete, o sí. Os digo lo que veo en la mayoría de casos solamente.

- Me la estaba follando y fui a metérsela por el culo – decía uno que se creía muy macho a sus colegas en la mesa de atrás mientras sangreybesos y yo nos tomábamos unos cubatas.

- ¿Y qué pasó?

- Que al final me la follé sólo por delante – contestó un poco molesto por lo ocurrido.

Se hizo el macho, cierto, pero eso no gusta ni cuando tu ligue es sólo de una noche. El romanticismo se ha perdido, otra verdad como un puño, pero en temas tan delicados tú no eres el líder.

Recuerda que si quieres pasar un buen rato con otra persona lo tenéis que pasar los dos, si sólo lo quieres pasar tú, hay profesionales en el tema o está la propia intimidad en la qué tu sólo o sola, disfrutas de tu tiempo como te plazca.

Aún queda mucho por descubrir en esta materia, pero no en la teoría, he encontrado páginas en internet que cuentan como explorarse en ese ámbito, de lo poco raro que es que a un hombre le guste esta forma de disfrute, no importa su condición sexual, y cientos de cosas más. Por descontado, encontramos páginas en las que nombran la entrada por la puerta de atrás como algo maligno, impropio, anormal,… De las cuales he sacado cosas en claro, son muy retrógrados, y he disfrutado mucho leyendo muchas patochadas que me servirán para posteriores post (lo tengo todo apuntado.)

Lo verdaderamente cierto es que nada es anormal en la alcoba, todo lo que quieras realizar se puede, que ha de ser todo acordado si tienes pareja y que simplemente es cosa tuya el que puedas o no realizar tus fantasías sexuales. Como digo siempre, el límite te lo pones tú mismo o misma.

23 de octubre de 2009

QUEMADO, TINTADO O PERFORADO.

Body art

Arte, religión, cultura, pertenencia a un grupo, individualismo, creencias o moda, el body art utiliza técnicas milenarias, y no tanto, para poder satisfacer todas estas necesidades simbólicas o no de mutilación, transformación, mejora, marcaje o como cada uno quiera llamarlo, de modificar el cuerpo.

Son tantas sus técnicas que uno puede quedarse anonadado cuando busca todos los tipos que existen en este mundo. Algunos, los mayores sobre todo o lo que están desinformados de todo ello, expresan que son “cosas nuevas que han salido” (palabras textuales), aunque muchas de ellas utilizan conocimientos y formas ancestrales de realizarla. Así, por ejemplo, puedo nombrar unas cuantas:

- El tatuaje: realizado desde que el hombre es hombre y realizado en sus inicios con puntas de acero, agujas u otros materiales punzantes impregnados en tinta e introducidos en la piel para formar un dibujo.

- El piercing: perforación del cuerpo mediante el que se traspasa un objeto punzante de un lado a otro, dejando en dicha perforación un objeto de diversos materiales, madera o metal, evitando que se vuelva a cerrar la herida y dejando un agujero donde podemos colocar utensilios de uso decorativo. De aquí salen las dilataciones, donde el objeto que introduce va aumentando de peso y tamaño provocando que el tejido se dilate, aunque jamás podrá volver a contraerse.

- La escarificación: una forma de tatuaje, sólo que no se usa tinta, sino una caña de bambú, una navaja o un bisturí, como uso más moderno, en el que se rompe la epidermis, en cortes de diferente profundidad, provocando que la cicatriz resultante y la eliminación de la epidermis de ciertos sitios, de cómo resultado final un dibujo.

- El branding: o dicho de otra forma, marcarte con un hierro incandescente como al ganado.

Y es que para gustos los colores.

Existen más formas de modificar la apariencia de un cuerpo como son el insertar cosas bajo la piel, introducir tornillos para poder colocar en ello una cabeza decorada,…etc. Sé que algunas de estos procedimientos pueden ser brutales, algunos demasiado salidos de tono para algunos, pero existen y tienen demanda por parte de la sociedad.

Los motivos por los que la gente se los hace, pueden ser varios, como ya he nombrado antes, la pertenencia a un grupo o el simple motivo de no ser igual al resto, lo que se tomaría como un acto de rebeldía, serían los más comunes dentro de una sociedad carente de sentido interno. Aunque algunas de ellas asombran y bastante. Frases como:

- Es que están de moda.

- Yo quiero uno como menganita.

- Es lo que se lleva el este año.

- Es la nueva tendencia juvenil.

Podemos escucharlas tanto en las calles como en la televisión. No puedo dejar de caer en el asombro de esto, teniendo en cuenta que no es barato, sobre todo, no dura lo que una moda (a penas tres meses) y no es una decisión que podamos tomarla a la ligera.

Las razones de esto.

Son varias, ten en cuenta que vivirás con ello y morirás con ello, que un piercing después de algunos años no se cerrará jamás (por lo menos a mí me pasa) y que te haces algo permanente en la piel, al menos, debe tener un significado, sino profundo, lo suficientemente fuerte para que te impulse a marcarte para toda la vida. No son cosas de moda o de tendencias, son algo más que ello. Recordar, es un arte y como tal ha de expresar cosas abstractas o personales que sólo el portador sabe porqué.

Lo cierto es que si es por estética mejor hazte un aumento de algo, ponte unos implantes o sométete a una operación de cirugía. Hay cientos de cosas que puedes modificar por pura vanidad. Aunque las otras tampoco se libran, el que un dibujo o una perforación quede bonita, depende mucho de tus gustos y el especialista que hayas elegido (creerme, he visto tatuajes que podría haberlos hecho mi primo de 1 año. Lo más sorprendentes es que pagaron por ello, aunque se excusan diciendo que les salió barato. A mí me tendrían que pagar para hacerme eso.)

La diferencia, ellos gozarán del privilegio de la anestesia, el que sea haga otra cosa que no se realiza en hospitales no; será algo por lo que pagarás y sufrirás, porque, exceptuando la pintura corporal, que puede picar un poquitín, el resto duele, más o menos, eso depende de ti. Cierto es que existen algunos tipos de anestesiantes en forma de pomadas o espráis, pero su duración es poca (por lo menos en mí, motivo por el que desistí cuando el tatuador me la echó al realizar mi segundo tatuaje.) Lo bueno de todo esto es que cuando se te duerme la parte del cuerpo que estás mejorando, mutilando, cambiando, haciendo arte, dibujando,… ya no sientes absolutamente nada. Es como si te acostumbraras al dolor (y cuando uno se lleva más de 5 horas con una aguja taladrándote la pierna, ya no sientes ni que tienes siquiera esa extremidad.)

Lo más común.

Dentro de todo esto también existen tendencias, las letras, son las más demandadas por los clientes de estas tiendas. El nombre de tu madre, de tus hijos, de tu hermana o hermano, de tu padre o el de un amante (cosa poco recomendable), están a la orden del día. Las fuentes pueden cambiar al igual que los fondos, pero son algo que tienen un significado a simple vista.

Otros, prefieren hacerse dibujos que honren ciertas cosas y dejarlo sólo para ellos mismos, dejando atrás la banalidad de que todo el mundo sepa a qué se refiere. El incorporarse un símbolo que sólo tú sabes lo que significa, hacerse una perforación por algo importante en tu vida, etc. Ciertamente eso no te vuelve más místico, simplemente tiene algo de especial para ti y eso es lo que hará que jamás te aburras de él, sepas porqué y te recuerde algo.

Algunos casos he podido ver, en mis múltiples visitas a estas tiendas, en las que dos personas o un grupo de ellas deciden hacerse el mismo tatuaje (algo que me parece patético, pero si les gusta.)

Lo cierto de todo esto es, que no importa la técnica que elijas, bien si quieres tinta, atravesarte la piel, ponerte pequeños implantes para parecerte a algo concreto, quemarte o formarte una bonita cicatriz, nunca mejor dicho. Algunas de estas formas me superan, pero todo ello tiene que ver con tus gustos.

Si fuera un psicólogo el que lo estudiara, diría que es una forma de llamar la atención, si fuera un sociólogo, una tendencia propia de una época con un fin concreto, pero si soy yo, que he practicado dos de estás formas de arte varias veces, podría deciros que es una forma de identidad personal, no de pertenencia. Nada más lejos que una rebelión contra las normas establecidas, aunque se que no están bien vistas y que soy un poco alérgica a la gente, es una simple manera de ser uno mismo, cada uno elige la suya. Algunos jamás se han pensado en realizar nada de esto, pero dudo que sea una tendencia sadomasoquista, como dicen los más expertos.

21 de octubre de 2009

Selene. Capítulo LVIII.

CAPÍTULO LVIII: HOLA PRIMO.

Tras Yu, todos continuaron su misma ruta hacia la sala de descanso del personal interno de aquel siniestro lugar.

La estancia parecía cómoda, algunas frases célebres de ciertos científicos, una máquina de café, aún caliente, varios sofás y una televisión. Del resto de la estancia, una pequeña mesa con algunas sillas antiguas, rellenaban el resto de aquel lugar.

- ¿A qué se debe tu visita Eos? - le dice Hades con desdén.

- ¿Qué es de Perséfone? – le dice Yu. – Me han dicho que se pasa seis meses fuera de casa con tal de no aguantarte – continúa su discurso -. Aunque últimamente el buen tiempo dura cada año más.

- Puede – le responde -. Aunque últimamente pasa largas temporadas de solitarias vacaciones – se gira para mirar por la ventana -. ¡Ya sabes!... Ser la reina del infierno conlleva mucha tensión – se vuelve a Selene -. ¿Qué hay prima?... Hace tiempo que no nos vemos.

- Como sino lo supieras – le responde esta distante -. Vengo a por el libro de recetas de la abuela de Fepico.

En ese momento Hades fija su vista en aquel viejo hippie.

- Hola – dice Fepico levantando la mano.

- ¡Creía que estabas muerto! – responde Hades tras haber escupido el café como un aspersor.

- No… Lo cierto es que han intentado matarme varias veces – se busca un zippo entre sus bolsillos -. Pero aquí estamos – vocaliza vagamente debido a que sujeta un cigarrillo entre sus labios -. A lo largo de los años han intentado acuchillarme, dispararme, quemarme, ahorcarme, matarme por gases, empalarme y más cosas que no me acuerdo… Es más, creo que me han hecho todas esas cosas, aún recuerdo cuando me pusieron la soga en el cadalso – mira al techo de forma nostálgica -. Desperté unos días después… Creo – se rasca la cabeza -. Sepultado bajo una pila de cadáveres – suspira nostálgico -. ¡Aquellos si que eran buenos tiempos! Te creían muerto y podías volver a empezar desde cero, asustar a los que habían intentado matarte o vengarte con otros métodos… ¡Total!... ¡Ya estabas muerto!

- Pero…. ¿Cuántos años tienes? – dice Endimión al escuchar esto.

- No lo sé – responde -. Ya os lo dije perdí la cuenta en la pubertad -. Todos lo miran con cara de incrédulos, incluido Hades -. Sabéis que mis conocimientos son limitados.

- ¡Eso cariño! – le responde su abuela -. Yo me quedé en mis mozos y resplandecientes 22 añitos… Por lo que veo sigo igual que antes – añade al mirarse a un espejo.

- Igual de decrépita será – incide Yu.

- ¡Oye jovencita! – le dice la abuela -. ¡Qué podría ser tu….! – silencio sepulcral.

- ¿Tu descendiente más joven? – la mira con ojos acusadores.

- Bueno… No es para tanto – le dice intentando disimular su metedura de pata -. ¡Pero seguro que he vivido más que tú!

- Eso no puedo asegurárselo – se vuelve hacia Hades - ¡Tú!

Aquel grito de llamada de atención hizo que los mismos cimientos del edificio temblaran, había sacado la catana, sabía que aquel ser desprovisto de cualquier rasgo de humanidad y lleno de deseos ocultos, estaba dispuesto a todo en cualquier momento y, aunque aquella medida pudo parecer desproporcionada para casi todos los presentes, su hermana Selene, puso también cartas en el asunto. Era su primo, el que había renegado de ella hace años y había participado en la causa de su búsqueda milenaria por la tierra. No podía dejar un cabo suelto, podía estar confabulado con Víctor en todo aquello, esta vez no estaba dispuesta a perder.

Ese objeto de lucha, alargado y deslumbrante, se quedó a penas unos milímetros de la piel del inmortal. De pronto, sus poderes anularon dejando ver su verdadero cuerpo.

- Bonita espada – dice entrecortadamente -. Podrías apartarla un poco de mi barriga… - intenta empujar el filo con los dedos, pero los aparta rápidamente -. ¡Aaaaaaaaahhhhhhh! – chilla como un puerco en plena matanza -. Veo que Hermes hizo bien su trabajo – eleva los dedos índice y corazón, al soplar una gran cantidad de humo invade la sala.

- ¡¿Pero donde cojones se ha ido?!

- ¡Fepi! Esa boca… Si pudiera verte te daba una colleja – le dice su abuela desde algún lugar de la habitación.

- ¿Dónde están Selene y Yu? No las escucho – dice Endimión.

En ese momento unos ruidos tremendos se escuchan por la estancia.
- ¡No escaparás tan fácilmente!

- Esa es Yu – dice Fepico moviendo la cabeza hacia el sonido a pesar de que no ve nada -. Sólo ella puede pronunciar esa frase para que de miedo.

- ¡Cómo te muevas te arranco los dedos uno a uno y me los como para desayunar, engendro! – dice otra voz dulce y melodiosa -. Y para merendar un corazón crudo viene de muerte.

- ¡Esa es mi niña! – dice Endimión conjurando a su lanza mágica.

De pronto el silencio, un humo espeso ocupa toda la estancia, a penas se puede ver la punta de la propia nariz. Al fondo, algunos forcejeos rompen aquella tensa calma. Luis, Fepico y la abuela, miran hacia un mismo punto, apuntan con sus armas expectantes de que un claro pueda dejarles apuntar, pero es imposible.

Una pista les indica los movimientos de aquel repugnante ser, una fina línea roja delata todo lo ha hecho a ciegas e indica su posición actual. Sin embargo, el provocar un ataque podría provocar que Yu y Selene salgan heridas, nada puede decirles dónde están o si han dejado algún hueco libre para poder atacar.

Luis cierra los ojos, tras esas cortinas regresa al pasado y recuerda su estancia en la isla con las ovejas, deja que le invada el pasado. En aquellas imágenes recuerda cuando hacía movimientos con la lanza por simple divertimento, en ellos, la movía en forma de aspa como si fuera un ventilador. Recuerda también el tedio que le impulsó a experimentar para realizar esos movimientos acrobáticos, tantas horas sólo, esperando que el ganado pastara bajo el incesante calor. Inconscientemente su brazo se levantó, su robusta mano sujetaba su lanza, su gemela, aún inconsciente del trabajo que iba a realizar acompasó los movimientos circulares.

- ¡Así Luis! – dice Fepico al ver algo de claridad -. ¡No te pares campeón!

Parecía que la niebla se resistía a irse, algunos gemidos, procedentes de la misma, indicaban que Endimión vencía en sus propósitos, a lo lejos, justo en la esquina superior del techo Selene agarraba a una repugnante criatura con dos cuernos desproporcionados, hocico de lobo, brazos acabados en manos de hombre y cubiertos de plumas, acabados en una especie de masa informe sin acabar con una ademán de cola, parecida la de una víbora, con dos pies de dedos largos y huesudos, cubiertos aún por unos zapatos medio destrozados. Algunos retales de ropa, cubrían aún algunas partes de su cuerpo, aunque la curiosidad por saber qué cubrían, se esfumaban al notar una baba viscosa y verde que manchaba la tela y chorreaba por todo su torso.
Yu, entre tanto, apuntaba justo a su garganta con aquel colmillo mortecino.

- Bueno ¡Ya hemos jugado bastante! – dice Yu empujando la espada un poco -. El libro de la abuela.

- ¿Qué libro? – responde nervioso.

- Mira primito – incide Selene en la conversación y zarandeando un poco la cabeza -. ¿Quieres que me enfade?... No sé – suelta una de las protuberancias para atusarse el pelo -. Quizás no me hayas entendido bien… Hoy me has pillado de buenas cuando llegué – los ojos de Selene comienzan a arder mientras su mano vuelve a agarrar a su presa -. Pero resulta que estoy perdiendo la paciencia – su voz comienza a tornarse un poco más ronca de lo habitual -. Resulta que he bajado a los infiernos por un maldito libro y ahora he vuelto a la tierra para recuperarlo – su pelo comienza a elevarse producto de un viento invisible y estático al resto de las personas -. Puede que las recetas no sean buenas – eleva el cuerpo de Hades sobre su cabeza -. Pero eso lo comprobaré por mí mismaaaaaa…… - tira el cuerpo de su primo contra el suelo.

Este deja un tremendo cráter de dimensiones casi ínfimas, lo suficiente para que una persona caiga por él en posición erecta. Al lado, Hades mantiene su cuerpo dolorido y tumbado, mirando como aquella Diosa se va hacia él como una posesa.

Sus manos de largas uñas plateadas, tapan la expresión de ira de su cara, aquel reluciente pelo negro azabache deja entrever unas trenzas acabadas en labrados de plata antigua con puntas mortíferas. Sin manos que las guíen, apuntan conscientemente a la cara del objeto de expresión de su dueña. Su manto, blanco y puro, se ciñe a su cuerpo debido a la rapidez de movimientos. Pocos segundos tarda en engancharse al cuello de su primo.

- Te arrancaría el corazón de una sola vez pero se que no tienes – dice ella mientras aprieta levemente.

- ¡Pues sí que cambian las mujeres cuando se enfadan! – dice Fepico bajando el arma para dar una calada a su cigarrillo -. Nunca la había visto así. Y eso que ha tenido motivos de mayor peso para hacerlo.

- Es que la habrá pillado un mal día – dice Luis muy sereno.

- Como a todas las mujeres – mira Fepico a Luis -. Siempre tienen un mal día, pero este es de los que no me gustaría estar en su punto de mira.

- ¡Ay! La fuerza de la juventud – dice la abuela con anhelo -. ¡No es bonito ver cómo echan toda su pasión en conseguir algo! – suspira -. ¡Sigue así hija! – mueve el brazo haciendo una curva frente a su barriga -. Si se resiste… ¡Muérdele!... ¡Qué siempre deja cicatriz! – se vuelve hacia los dos hombres – ¿Una magdalena?
- ¿De donde las has sacado, abuela? - pregunta Luis al ver la bandeja de dulces recién hechos.
- No preguntes - le responde Fepico.

19 de octubre de 2009

UNA BUENA FORMA DE DAR POR CULO.

Prohibida por la ley, perseguida y castigada con la muerte, llevada a la hoguera por la inquisición y excluida de todo pensamiento humano (por lo menos eso pretendían.) Esta técnica sexual ha sido un tabú dentro de lo que puramente llamamos diversión.

Un castigo ejemplar para todos.
¡Herejía!, gritaban algunos hombres, considerados buenos, cuando ellos mismos la cometían. Ahora, delante de todo el mundo, la condenaban como si la castidad y el voto de hacer el bien, incluido el de pobreza, fueran sus mayores aficiones. Aunque, hoy día, siguen diciendo lo mismo.
Este es un tema escabroso, oscuro y considerado sólo para homosexuales, aunque la verdad está un poco más clara, no es simplemente propio de realización de personas del mismo sexo. Aunque lo cierto es, que ciertas leyes, creadas únicamente con fines políticos, sirvieron de aliciente para aplicarla a ciertos incordios para quitárselos del medio literalmente. A parte, claro está, de aquellas que te acusaban de brujería y te llevaban a la hoguera. ¿Cuál fue su castigo? Querer vivir libremente su sexualidad, no importa si eran hombres o mujeres, todos entramos en el mismo saco. A causa de ello se crearon diversos elementos de tortura para desfigurar la zona en cuestión, por su culpa de ciertas dobles morales y reprimidos de la época, miles de personas fueron castradas, quemadas vivas, ahorcadas y condenadas a prisión. Cierto es que se pasaron un poco. Sin embargo, investigando respecto al tema, he descubierto que aún hay legislación vigente que castiga estos actos.

¿Sabéis a lo que me refiero verdad? Por supuesto, la entrada por la puerta de atrás, como vulgarmente se dice, es un acto presente en nuestras relaciones íntimas desde que el ser humano se reconoce como tal; y antes aún. La mala creencia de que sólo personas del mismo sexo la practican entre ellas, es completamente errónea y ha pasado a ser uno de los paraísos prohibidos para muchos hombres heterosexuales con sus parejas. El porqué, la simple educación que les han dado a las mujeres respecto a los temas de cama.

Ya en la época romana y griega, podemos dar los primeros datos sobre estás prácticas, aunque cierto es que, por lo menos en Roma, estaba prohibido encular a una ciudadana que no fuera esclava.

Bien nacida como forma de disfrutar del sexo homosexual, un divertimento más dentro de las relaciones entre diferentes sexos o como control de la natalidad en una época donde las mujeres eran conejas, todo este tema causa un cierto espanto cuando se nombra, convirtiéndose en un tabú dentro de otra prohibición expresa, la libertas sobre nuestro propio cuerpo para divertirnos sin intención de procrear.

Unos términos muy parecidos pero diferentes.

Sodomía, así es como se conoce esta técnica, aunque ciertamente incluye en ella una definición más extensa. Término acuñado por la iglesia cristiana, designaba a todo aquel que realiza prácticas sexuales que no fueran concebidas con el simple hecho de procrear (de nuevo nos ven como incubadoras andantes.)

Aunque también encontramos, muy pegada a esta palabra la que designa a la persona, sodomita. Conocida como un término juedo – cristiano (aunque viendo la definición no sé cuál es peor,) esta se refiere a toda aquella persona que practica el acto sexual fuera de lo que es dado como normal dentro del ámbito cristiano (es decir, que fuera de la postura del misionero, todo es anormal. Aunque Freud decía que no había nada anormal en el sexo más que no practicarlo.)

Conocido como el pecado de Sodoma (mirar biblia), es algo considerado contra natura, aunque puedo decir de buena tinta que muchos seres, de especie no humana, la practican en el mundo animal. Sin embargo, estas definiciones, un poco arcaicas y ambiguas llevan al pensamiento inequívoco (lo he contrastado) de que también se incluyen en ello el sexo oral, el sadomasoquismo, el bondage, el bestialismo, la necrofilia y, por supuesto, cualquier postura que podamos imaginar y que se encuentran, o no, ¿quién sabe?, descritas en el kamasutra.

Una vez más hicimos de algo normal una aberración.

Y es que no estamos contentos con nada, si vemos que algo se extiende como la pólvora, ya podemos olvidarnos que esté permitido o que simplemente se pueda realizar libremente. Lo cual nos da más morbo a la hora de realizarlo. A ver, ¿quién de todos los presentes no ha hecho algo aunque le dijeron que no? Todos, y el que diga que no es que o es demasiado tonto o miente como cualquier estafador de los que he nombrado antes.

Este se ha convertido en un tabú dentro de lo innombrable, al igual que un simple colegial no puede evitar la risa al nombrar la palabra pene, nosotros, siendo supuestamente adultos maduros, con todo lo que eso conviene, no podemos persuadir ese sonrojar de nuestras mejillas, aquella risa tonta o simplemente una evasión del tema cuando se nombra el sexo anal.

Por suerte hubo mentes libres que pensaron por nosotros y el mercado ha puesto a nuestra disposición miles de aparatitos para este placer. ¿Cómo es posible? Porque hay gente que le gusta que les den por la puerta trasera, simplemente eso y que han vivido del morbo perdido de nuestro subconsciente. Por lo visto fue un gran avance en el tema sex shops.

Abordaremos el tema.


Lo de los consoladores y vibradores, lo voy a dejar para más a delante. Sin embargo hay ciertas pautas a seguir cuando se desea realizar este tipo de acto.

Una de ellas y la más importante es la higiene. No es el simple hecho de que los intestinos tengan que estar limpios o, por lo menos, la milésima parte de lo que vamos a usar. Tener en cuenta que son intestinos, sino la consideración de que en ellos viven miles de bacterias buenas para unas cosas que pueden provocar ciertas perforaciones en el pene o en la vagina, sino tomamos precauciones.

La limpieza es fundamental en el caso de la inexistencia del preservativo. Puede que este sea imprescindible hoy día, sin embargo, ciertas parejas prescinden de su presencia por ciertos motivos (los que sean, ellos son los que toman la decisión), pero cada vez que se realice una penetración de esta forma hemos de limpiar bien el miembro viril si es que queremos continuar con una felación o una penetración vaginal. En el caso de que se ponga el chubasquero, hemos de cambiarlo, simplemente eso, evitando tocarlo lo más posible con las manos. Podemos encontrarnos unas úlceras muy desagradables y difíciles de tratar sino lo hacemos. Aunque como digo, eso depende de ti.

Ahora piensa, disfruta y si deseas dar un poco de pimienta a tu vida sexual elimina los prejuicios y las convicciones. Como decía mi madre - ¿Cómo puedes saber si te gusta si nunca lo has probado?

16 de octubre de 2009

Selene. Capítulo LVII.

CAPÍTULO LVII: VOLVEMOS A VERNOS .


El ambiente era simplemente deprimente, un montón de personas se amontonaban en las salas de espera y por los pasillos. Algunos de los futuros internos gritaban desesperados a los cuatro vientos, que esa medida, tomada por la familia días atrás, no era la más conveniente – ¡Estoy cuerdo! – gritaban -. ¡No estoy loco! – afirmaban una y otra vez antes de pasar al examen médico.

En aquel lugar todo era caos, las enfermeras iban corriendo de un pasillo a otro, los celadores y auxiliares, no daban abasto y miles de cubos llenos de residuos humanos, se amontonaban en los marcos de las puertas de las diferentes estancias. Aquellas fregonas negras, por la falta de limpieza, el hedor esputado por miles y miles de sustancias fétidas, unido al olor corporal. No hacían que la visita fuera lo más agradable del mundo.

Al final de un largo pasillo, encontraron una puerta, era igual a todas las demás, pero esta correspondía a la sala de descanso de los médicos que allí trabajaban. Pasaron sin problemas, la encargada de vigilar la entrada, se encontraba debajo del ancho mostrador, haciendo las delicias de uno de los residentes. Tampoco le importaba mucho su trabajo, estaba loca por salir de allí, sin embargo, el goloso finiquito la hacía ser cada vez más y más negligente en sus quehaceres diarios.
- Bonito espectáculo para ser un manicomio – dice Fepico al contemplar tanto caos -. Los únicos que mantienen la calma son los locos.

- No son locos – le reprime su abuela -. Están malitos.

- Si – añade Yu -. De la cabeza.

- ¡Una uña! – dice uno de los internos tirándose al suelo justo delante de ellos -. Ya sólo me faltan diez más y podré ponérmelas.

- ¡Fantástico! – dice Yu entre dientes -. Esconder las manos… No vaya a ser que nos las arranque con unos alicates – incide volviendo la cabeza hacia el resto.

Todos la siguen, no sabe exactamente dónde va, pero su instinto la guía. Una leve cortina roja cubre todos los lugares por donde ha pasado. Es imposible que un humano la vea, sin embargo, aquella aurora encarnada, puede vislumbrar todo aquello que luce a su salida. El color del rocío de la mañana, los múltiples colores del mar cuando lo toca con su mano, el mutable aroma del viento y, por supuesto, todo rastro de magia que se presente ante ella.

- Es por aquí – dice sin volverse y cogiendo el mango de su catana escondida bajo sus ropas.

- ¿Cómo lo sabes? – le dice Luis -. Esto es más difícil de adivinar por dentro que por fuera.
- Ha dejado su rastro – le responde Yu.

- ¿Cuál?... El olor a azufre está en todas partes – le responde -. La locura se ve… ¡Es un manicomio!

- Ella sabe lo que dice – lo tranquiliza Selene -. Fíjate bien en el aire – le señala al vacío -. ¿No ves nada?

- ¡Socorrooooo! – dice una voz desde el interior de una de las habitaciones -. Me quiere matar.

Fepico se asoma por el ojo de buey de la puerta, el entramado hilo de acero del cristal, deja entrever una muchacha que juega con sus muñecas. Una de ellas está matando a la otra, por lo menos en la imaginación de la muchacha. Al lado de la pared un cartel avisa del comportamiento de la chica.

- Interna peligrosa – lee Fepico en voz alta -. No entrar sin ayuda – acaba de nombrar la advertencia -. No sabía que jugar a las muñecas era un crimen.

- Fepi – le dice su abuela.

- Abuela te he dicho que no me llames así – dice buscándose un cigarrillo en uno de sus múltiples bolsillos.

- Plassss - le responde la abuela dejándole marcados los cinco dedos en el moflete -. Deja de perder el tiempo.

- ¡Ya hemos llegado! – dice Luis parándose en una de las puertas.

- ¿Cómo estás tan seguro? – le dice Yu que había seguido unos pasos hacia a delante.

- Aquí pone sala de descanso, sólo personal autorizado – señala la placa con el dedo -. No creo que los internos sean personal autorizado.

- Depende. Ahí hay uno que dice ser Rousseau y un poco más allá está Freud y Einstein discutiendo sobre algo. A esos no creo que les haga falta autorización para entrar a ningún lado – dice Fepico -. A todo esto… ¿Quién es Freud?

- ¡Inculto! – le dice la abuela propinándole una colleja -. ¡Es que no te he enseñado nada!

- No – le responde su nieto tocándose el cogote -. Me enseñaste a beber con diez años, a disparar con seis, a aumentar mi tolerancia a la farlopa a los quince….

- Siempre fuiste un niño muy aventajado para tu edad – dice la abuela con nostalgia.

- Pero que yo sepa no me hablaste nada de Freud, Einstein o Rousseau – continúa tras el inciso de su abuela.

- Pues fueron grandes de su época… - para en seco rascándose la cabeza -. Lo cierto es que jamás supe por qué.

- ¡Estupendo! – dice Yu –. Tenemos a dos cerebritos entre nosotros. ¡Vamos cerebritos!

Antes de que Yu abra la puerta, esta cede ante sus topes mecánicos. Al otro lado, una figura inexacta llena de humo aparece.

- Buenos días – dice aquel hombre de gafas -. ¿En qué puedo ayudarles?

- Déjate de teatros nos conocemos muy bien.

- Cierto – responde cortésmente -. Me repito. ¿En qué puedo ayudarles?

- A fregar el suelo con la lengua – dice Yu empujándolo hacia el interior de la estancia con su cuerpo.

14 de octubre de 2009

PREMIO BLOG




Merece la pena no perder de vista este blog. Esto es un tongo en toda regla, aunque lo bien expresa sangreybesos sobre que su espacio de escritura vía internet no hubiera sido posible sin mi, es cierto.


¿Por qué? Pensaréis algunos, creída, diréis otros. Fácil, porque se picó, simplemente fue por eso. Fue hace ya unos años atrás, yo había comenzado esto sin decírselo a un alma, aunque comentarlo en mi circulo de amistades tampoco sirvió de mucho, un año después. Lo cierto es que las veces que alguien conocido por mí visita este blog son ínfimas, alguna que otra miradilla, pero nada más. Los seguidores que tengo puedo decir que me los he ganado a pulso, menos un par de ellos entre los que cuenta mi cuñada y mi amado. Poco más.


Bueno, volviendo al tema, estábamos paseando, en una de esas caminatas eternas por el barrio (sin dinero, ¡qué más se podía hacer!), cuando surgió el comentario de que tenía un blog. Eso le vino un poco de sorpresa, porque tengo como norma contarle todo lo que ocurre en mi vida, pero eso no lo consideré de extrema importancia, ya que simplemente sólo lo usaba para desahogarme en una época de estrés, como era el prepararme unas oposiciones para el funcionariado, después, mi blog moriría, ya que había cumplido la función para la que fue creado. Sin embargo, puedo deciros que el pique fue mutuo.


Dentro de poco este blog tendrá tres años, todavía es muy pequeño. Sin embargo, no comencé a publicar regularmente y a buscar ideas nuevas, como mujer y punto, sección en la que estoy investigando cosas nuevas para contar (no ha muerto todavía) y que cuenta ya con un año de antigüedad (esta se creó gracias a sangreybesos).


Por lo tanto, y en conclusiones propias, esto ha sido simplemente una especia de celos entre los dos, de los buenos, por supuesto. Si el escribía una novela por entregas, yo también, si yo publicaba asiduamente en el blog, él lo intentaba, por lo tanto el mérito de que esto siguiera hacia a delante y no muriera en un intento de exasperación personal fue suya. Así que, como me gusta ponerme de vez en cuando un poco chula, por decirlo de alguna forma, lo de que fue gracias a mí, ¡no fue para tanto!


Por desgracia hay que nominar a tres personas para esto y yo ya tengo mis candidatos:


- Poesía de Eduardo Andradas (http://elleteoenverso.blogspot.com/) por su fantástica forma de expresión que hace que más de una vez me olvide de este mundo.


- Sin nada en común (http://sinnadaencomun.blogspot.com/) por que me encanta tu forma de relatar y decir las cosas.


- La trastienda de phoebe (http://latrastiendadephoebe.blogspot.com/) porque su blog merece la pena leerlo cada semana, que es cuando puedo leer cosas nuevas en sus páginas.


Así que aquí puede que acabe o no la cadena del premio, el caso es que cada uno se lo da a quién mejor le parece, y estos son los que han tocado esta vez. La guarida del lobo tampoco se queda muy atrás y merece la pena visitarlo, aunque últimamente no lo vemos mucho por estos lares.

Un saludo a todos.

12 de octubre de 2009

MEMORIA DE PEZ.

Las conversaciones absurdas aparecen en cualquier lado, a pesar de todo, no les prestas mucha importancia. La mayoría de las veces no las quieres escuchar, aunque, cotilla de nacimiento, no en el sentido de que me interesen las vidas ajenas, ni mucho menos, que comente cosas que no vienen a cuento o que me meta en camisa de once varas.

Sin embargo, es cierto que observo y miro todo lo que hay a mi alrededor, escucho todo lo que pueda surgir (bueno, algunas veces, mi mp3 me libra de algunas de esas cosas conscientemente. ¡Bendito invento!) Cierto es que sin ese afán mío, por intentar vislumbrar el comportamiento humano (quizás porque soy un poco antisocial, por no decir en una gran parte) y un sentido de querer, aunque sea de una forma subconsciente más que voluntaria, de querer integrarme dentro de un mundo cada vez más ajeno a mi. La vida me hace quitarme esos pequeños auriculares y sentir aquel cuadro que me rodea.

Pues bien, aquello a lo que le he prestado atención pocas veces, ha sido a una frase que, no sé por qué motivo, retumbó en mis oídos aquella tarde. Esta era la siguiente: “es verdad porque sale en la tele”, entonces ocurrió como si mi mente volviera atrás, recordé la mayor parte de veces, o por lo menos, aquellas que mi cerebro tomó como absurdas, todas aquellas veces que alguien quiso darle la razón a otro ser con eso mismo.

Dicen que una misma frase puede que no vuelva a ser pronunciada en la vida después de ser expresada, aunque algunos tópicos y situaciones, realmente son sacadas una y otra vez en un continuo ciclo. Un diálogo diferente, en un marco distinto, con protagonistas diversos y, sin embargo, tienen algo en común, lo absurdo y la repetición del final de una conversación que da pie a continuar con un diálogo de besugos (como dice sangreybesos algunas veces.) ¿No os ha pasado? Esto no es un déyà vu, es una especie de similitud.

No voy a entrar en muchos detalles con la conversación en cuestión, sino en el análisis de la afirmación mental que se dan, de una forma expresa para no perder el diálogo, dando por sentado que no te están mintiendo. Repitamos la frase:

“Es verdad porque sale en la tele”


Un escalofrío me recorre por el cuerpo cada vez que lo pienso, si la caja tonta lo dice. Aquel medio de comunicación unidireccional, al que no le importa tergiversar la verdad con tal de conseguir un poco de audiencia. Creo que, en ese mismo instante, se fue en mi algo de la poca confianza humana en que eran seres racionales, por lo menos una gran mayoría de la población.

A pesar de todo, mi gran decepción respecto al tema no paraba de suscitarme algunas preguntas, tales como:

- ¿Leerán alguna vez?

- ¿Cuántas horas pasarán delante de esa pantalla que da estímulos sin parar?

- ¿Será verdad que no analizan toda la información que les cuentan?

Pero la más importante de todas fue ¿Y si no sale en la tele o la noticia deja de aparecer? La respuesta a ella fue simple, ha dejado de existir. ¡Por favor! Si ya no aparecen escenas del tercer mundo este ya no existe, si las imágenes de países en guerra no alimentan nuestras morbosos pupilas, hay paz; esto es un poco indignante a mi entender, las enfermedades, las pandemias, el cambio que estamos sufriendo y demás acontecimientos, catastróficos algunos, otros necesarios, algunos debido a una tecnología incesante… Se pierden en una memoria que no es más retentiva que el tiempo que tarda un reloj en marcar el final de un avance informativo, ¡terrible!

Pero los cotilleos sobre la de la vida de la del quinto, lo que ha hecho la hija de fulanita, que si menganita es una guarra o que ha dado un braguetazo, el bala perdida de la hija de la señora tal que vive con yo no se quién y que se mete de todo por el cuerpo (según palabras textuales que comía porros y se inyertaba heroína por la nariz,) eso si que no se nos olvida, al igual que la vida de ciertos esperpentos que intentan llegar a ser algo destripando la vida de personas por televisión. Aplaudo a estos personajes por no dejar de asombrarme, ya que, como dijo alguien, la ignorancia humana no tiene límite. Cierto.

No sé exactamente hasta donde llega la mía, me considero ignorante en muchos campos, conocedora de algunos, aunque jamás dominante de algún tema. Lo cierto es que me acuerdo de cientos de cosas que pasan. Mi memoria no dura tres segundos y, mucho menos, confirmo lo que me dice otro porque haya salido en la tele. Puedo asegurarlo, la veo más bien poco, a penas se enciende de noche para visualizar alguna buena película, si algo me sorbe el seso, es la imaginación de los que han tenido un sueño que han hecho que se vuelva parte de todos.
Aunque... Si sale en la tele....

9 de octubre de 2009

AL OTRO LADO.

Hoy es un mal día, hastiada por una rutina que lleva ya durando varios meses, me levanto aún somnolienta de la cama.

- Muak – es lo primero que escuchan mis oídos, a parte de un cálido sentir en mis labios.

- Buenos días respondo – pero mi voz está ausente de toda alma.

Me levanto, ¡qué otra cosa puedo hacer! El alba ha anunciado su llegada, a penas hace unos minutos, pero he de reponer fuerzas. Las pocas que aún poseo para poder erguirme. Unos pasos lentos y torpes, intentan llevarme a un rumbo automatizado, mis ojos permanecen entreabiertos , no quieren ver la luz todavía, sin embargo, la vida sigue y el mismo mecanismos una y otra vez, repite movimiento sin pesar hasta formar el desayuno. Algunas palabras se comparten, a penas parecidas a unos pocos quejidos.

Algo ha roto el silencio, unos besos, una despedido y hasta la tarde. Pronto será ese momento, mientras tanto, derrumbo mi cuerpo en aquel maldito escritorio. Encriptada en papeles, intento repasar y memorizar, una y otra vez, las cientos de palabras y líneas que sólo servirán para un objetivo en sí. Después, una nube de olvido, dejará pasar la teoría para dar paso a la práctico. ¿Cuál? Me atrevo a preguntarme mientras el corazón se me acelera y el aire deja de penetrar en mis pulmones, me siento asfixiada, ajena a toda función que me agarre a la vida. Un gran vacío en mi estómago, reflejo de la tristeza que me embarga, lo confirma. La ansiedad está volviendo a buscarme.

Se anuncia sí, terriblemente, como cada año que me enfrento a pruebas similares a esta. Algo me impulsa a marearme, siento como todo se escapa, la cabeza me da vueltas, flaqueo en mi intento por ser algo más que un simple pedazo de carne. A pesar de todo, hoy ha vencido, se ha ido en parte, me ha dejado un mal sabor de boca y un cansancio extremo, fruto de una batalla que libro una y mil veces sin cesar. Estoy maltrecha y algo decepcionada.

¡Tantas veces me paré enfrente del espejo para decirle que lo que pienso a la cara! Pero siempre soy yo, mi propia cara. Esa es la que me quiere dar a ver, estoy demacrada, llena de moretones y ojeras, mi piel se vuelve blanca como el papel y mis carrillos, han perdido ese ligero color rosado. ¡Está ahí! Lo sé, aprovecha cuando estoy sola para venir a buscarme. Su mano, mi mano, carente de toda lógica, levanta la imagen del espejo. Pero yo sigo quieta. Me mira con mis propios ojos y sonríe. Un detalle se le ha escapado, mis dientes son más afilados y blancos.

Entonces habla. Dice que va a vencerme, que no merece la pena pasar por tantas amarguras por algo en lo que no soy buena. Estaría mejor haciendo cualquier otra cosa. Los movimientos de su mano, delatan que jamás fue de este mundo y que nunca lo será, pequeñas ráfagas le permiten tocar parte de una realidad que no le pertenece, pero mientras sus gestos intentan parecerse a los míos, su verdadera forma aparece a pequeños trozos. Su mano, aquella que era igual a la mía, se alarga tornándose huesuda y con uñas moradas, quería engañarme. No sucumbiré más a sus malas artes – pienso para mis adentros mientras chillo desmesuradamente que se largue de mi vida por siempre. Sonríe, pero no lo hace, continúa mirándome tras los espejos de un alma que no existe, la suya propia. Se alimenta de la carroña que ciertas circunstancias dejan desplegados en el aire.

Ya la he engordado por mucho tiempo, ahora no. En estos momentos es cuando su cuerpo se torna en su verdadera forma. Ya no me reconozco, tomo una salida, intento huir, pero no es posible. Su reflejo se fue cuando mi cuerpo dejó de estar presente frente a aquel bonito espejo de cristal, pero su presencia persiste dentro de mí. Quiere poseerme y sin embargo, me resisto a ello. Ya ha tomado pequeños espacios de mi alma. Mis cambios de humor, el mal carácter y la tendencia a llorar lo confirman.

Noto como miles de punzadas dan en mi estómago, los gases internos de mi barriga hacen que esta provoque un dolor insoportable justo en su boca. Mis manos quieren agarrarla, pero lo único que consigo son unos cuantos moretones más, fruto de pellizcarme la piel que envuelve mi barriga. La conozco, es demasiado lista, pero la vencí una vez, ahora podemos volver a ganarla. Sé que con ella sólo se ganan batallas, que no valen remedios rápidos y que siempre está alerta como los buitres. Esto último lo acabo de vislumbrar. Tras un año de ausencia en mi vida, quiere volver a morar en los recovecos vacíos de mi imaginación. Si, es verdad, la imaginación, ¿cómo no lo había pensado antes? Lo cierto es que esta me supera de sobremanera, parece que tenga vida propia.

Creo que soñaré un rato, pero esta vez despierta. A ver que puedo encontrar. Sólo hay un problema, ¿dónde me encuentro ahora?

7 de octubre de 2009

AQUELLA MALDITA PREGUNTA.

Soy mujer, estoy orgullosa de ello. Como persona y ciudadana del mundo, me considero igual que las demás personas que pululan por las calles y parajes de este mundo, pero siempre hay alguien que quiere recordarte que tienes una función en este mundo como hembra de una especie.

Lo cierto es que cuando me lo dice una persona mayor paso un poco del tema, a un perro viejo no le puedes enseñar trucos nuevos, aunque en eso mis dos abuelas (que por fortuna aún viven y están muy lúcidas, son la excepción que confirma la regla. Bueno… A veces.) Después queremos igualdad, eso es lo que se me pasa por la cabeza cientos y cientos de veces en un mismo día. Las escenas son varias (ya estoy hablando como si viera una película. ¡Da igual! Me gusta así), así por ejemplo cuando estoy en la cola del supermercado es cuando más ridiculeces escuchas en esta vida.

Sin embargo, hoy no toca ese lugar. Muy lejos de aquello, hablemos de niño, si… De bebés más concretamente. Cuando inicias tu vida con alguien o te casas o tienes ya una edad las cosas pasan delante de tus ojos y de tus oídos tan rápidamente que, al principio, puede que no llegues a asimilarlo. Por ello, he hecho un recopilatorio de aquellas absurdeces que tienen que ver con nosotras, nuestras costumbres arcaicas y machistas y demás gilipolleces que hacen que pienses que te has salido del plano real (por lo menos lo que se piensa que puede ser eso), metiéndote en otro paralelo.

- Con la edad que tienes… Cómo no te cases pronto te vas a quedar para vestir santos. (Lo cierto es que prefiero quedarme para vestir santos que desnudar borrachos.)

- No te vayas a casar con treinta años… – y lo hace de forma amenazante (Nooo… A lo mejor me caso a los treinta y dos)

- Me caso porque ya tengo una edad. (Lo del amor eterno, la fidelidad y el hombre de tu vida han pasado a un segundo plano por lo que veo.)

Pero esto va más allá, cuando por fin te casas o das el paso de independizarte con aquella persona a la que amas (para el caso es lo mismo), todos te hacen la preguntita, da lo mismo que lleves 20 años o 1 semana, con confianza o sin ella, no importa. Ellos te la sueltan dentro de su ignorancia creyendo que vas a decir lo de siempre, que no llega más lejos que esto:

- No tengo ganas de niños ahora.

Lo malo es cuando te vuelves un poco más cortante en el tema, como por ejemplo:

- Y… - hace una pausa haciéndote creer que te va a decir algo interesante -. ¿Los niños para cuando? ¡Que ya mismo se nos pasa el arroz! (Lo del arroz, lo he dicho ya varias veces, el mío es brillante, en cuanto a ti. ¿A qué edad has traído tú los niños? Espera… Se me olvidaba que no tienes ninguno.)

- ¿Y los niños para cuando? (Por supuesto esta es otra brillante frase típica de la idiotez humana.)

- ¿Para cuando te vienen bien a ti? – la miro sonriendo -. ¿Para el año que viene por estas fechas?... Pues tendré que ponerme ya, si es que me das permiso o te vienen mejor para el siguiente.

Lo cierto es que no le sentó muy bien la respuesta, aunque a mí tampoco la pregunta. Teniendo en cuenta que me acababa de conocer, no sé a qué venía tal cuestión de interés.

Pero lo que más me repateó fue que tenía la misma edad que yo, estaba soltera y como que los niños no estaban en sus planes en esos momentos. Lo que yo digo, sino quieres que te respondan mal, no preguntes. Aunque jamás podrás librarte de “la preguntita”.

¿Sabéis por qué me molesta tanto que me la hagan? A parte de ser una cosa íntima, propia de la pareja, que no le incumbe a nadie más. Es simplemente por el hecho que parece que todo gira en torno a eso, tener hijos cuando te casas o te juntas con alguien, no puedes tener ambiciones o ciertas vistas a un futuro propio y lejos de los propios deberes de una casa. Os contaré un secreto, soy muy mala ama de casa. No valgo para las tareas diarias de un hogar, si… cocino porque me gusta, pero del resto de cosas… si puedo evitarlas mejor para mi. No es que viva en una pocilga, pero la casa es la que está a mi servicio no yo al de la casa. Eso es algo que mi madre no ha aprendido todavía (y creo que muchas amas de casa tampoco.) En fin, entre esas cosas el que me pregunten estas tonterías (que no tendrían que molestarme tanto, lo admito), hacen que me piten los oídos y me toquen mi fibra sensible. Lo cierto es que hay preguntitas que pueden molestar más, pero en mi lista de absurdeces, esta está en uno de sus puestos. ¿Cuál? Aún no me he parado a pensarlo, pero algunas se pelean por el mismo puesto.

5 de octubre de 2009

Selene. Capítulo LVI.

CAPÍTULO LVI: EL PATIO DE MI CASA.

A su alrededor un gran número de personas jugaban cogidos de la mano y dando vueltas, mientras saltaban y cantaban cada uno una canción diferente. Al verlos aparecer, simplemente continuaron con lo que estaban haciendo.

- Parece que no nos ven – dice Fepico.

- Yo creo que si – le responde la abuela -. Fíjate en que ahora miran todos fijamente hacia nosotros.

- Entonces… ¿Por qué no han parado? – incide Luis.

- Para que no los tomen por locos – responde Yu.

En ese momento todos se giran para mirarla.

- Es lógico – contesta levantando los hombros -. Todos quieren salir de aquí – sonríe -. Si dijeran que se le aparece alguien en el patio no abandonarían esto nunca.

- ¡Enfermera! – grita uno de los internos -. Han aparecido más demonios en el patio.

- Menos el que ya está demente, por supuesto – añade a su discurso antes de quela interrumpieran -. Esa es la excepción que confirma la regla… Actuar como los demás… Menos tú abuela. Tendrías que haber estado en un sitio de estos hace ya muchos años.

- ¡Un respeto jovencita!

A los pocos minutos una enfermera aparece por el patio. Nuestros héroes disimulan, sus vestidos no llaman mucho la atención ahí dentro y, por fortuna Yu ha alzado el vuelo antes de tiempo. Sus alas, grandes y poderosas, elevan su pequeño cuerpo hacia alturas inimaginables, desde allí contempla todo lo que está pasando y lo escucha, una pequeña piedra, colocada dentro des oído, hace las veces de altavoz, por lo que no se pierde una sola palabra.

- Ivan – dice la enfermera al llegar -. Ves… aquí no hay nadie.

- ¿Ha visto una mujer volando? – le dice Luis a Ivan -. La espantaste cuando saliste corriendo.

- ¡Bonita bata! – dice Selene -. Jijiji – expresa tapándose la boca y bajando la cabeza -. Podría dejármela – se acerca a la enfermera -. Esta noche tengo que matar un pollo para el rey. Entre usted y yo – se acerca a su oído ocultando sus labios al exterior -. No quiero mancharme para estar guapa.

- Veré que puedo hacer – le responde esta.

- Ahhhh….¡Bommm! – dice la abuela de Fepico tirando piedras al suelo -. Esta si que ha sido una buena explosión.

- Lalalalala – dice Luis mientras salta y danza como una grácil bailarina coja y manca -. ¿No es bonito el verano? Las flores se tornan de colores, el frío se escapa de las manos y casi podemos coger el sol – coge una flor del jardín y la huele -. Estupendo aroma… Me irá bien para preparar un cocido. ¿Le gustaría probarlo?

- Ves Ivan – dice la enfermera.

- Soy Yack el enterrador de gusanos – le interrumpe el recluso.

- Vale Yack el enterrador – se corrige antes de continuar -. No puedes decir que hay demonios cada vez que venga el Doctor Sedah a vernos o que vengan nuevos pacientes.

- ¿Quién ha hablado de pacientes? – dice Fepico sobreactuando -. Yo soy Freud y no soy ningún enfermo.

- Si Freud – le dice la doctora incrédula -. Lo que tú digas.

La enfermera se aleja, no le ha llamado la atención la llegada de algunos nuevos pacientes. Lo cierto es que es algo habitual. Al otro lado del patio, una reja separa a los infantes de los adultos. Estos miran a Yu haciendo movimientos extraños, parecen hormigas huyendo de algún peligro. Sin embargo, a parte de algunos bufidos de más, nadie parece alertarse por este tipo de comportamiento en el recinto.

Aquel ángel milenario pasa por encima de ellos. El sol evita que puedan vislumbrar la forma verdadera de la dueña de esas fantásticas alas.

- ¡Bien! – dice Yu -. Fantástica actuación.

- ¡Un ángel! – dicen todos los enfermos a la vez -. ¡Sálvanos! – imploran acercándose a ella de rodillas.

- ¿Yu? – dice Selene tocándole el hombro con el dedo índice.

- ¡Qué! – responde de mala gana.

- Creo que deberías esconder las alas – le propone -. Estamos en el plano mortal… ¿recuerdas?

- ¡Ah! Si… Es verdad… Se me había olvidado.

En un instante, un rayo negro envuelve aquellas dos gigantescas obras de algún dios primigenio, quizás fue por su mano y obra o simplemente por la conjunción de ciertas fuerzas que la crearon. Junto a ella, una ráfaga de luces diminutas, envuelven su cuerpo. Algunas plumas se escapan de su lugar original para formar parte del aire. El olor a lirios y jazmines invade el ambiente mientras algunos de los enfermos se pelean por coger una de aquellas maravillas.
- Listo – dice Yu una vez finalizada su transformación.

- Ahora a buscar al otro demonio – Selene se vuelve hacia los enfermos -. ¿Sabéis dónde está?

Todos afirman con la cabeza al mismo tiempo, ninguno de ellos se ha levantado del suelo aún. Elevan sus manos adorando a la diosa aurora, otros en cambio, las esconden tras la espalda sujetando aquellas preciosas plumas blancas como la nieve. A la vez, todos señalan a través de una ventana donde un singular personaje fuma y bebe algo de café, unas gafas de pasta gorda ocultan una mirada maliciosa y un brillo sobrenatural esputado por sus ojos hace que Yu se estremezca en ese mismo instante.

- Creo que vamos a ver al profesor Sedah – dice ella al reconocer la figura tras los sucios cristales.