ELABORAR UNA IDENTIDAD ES UN PRIVILEGIO QUE SÓLO EJERCEN AQUELLOS QUE TIENEN LA POSIBILIDAD DE ELEGIR Y QUE LUEGO MANTIENEN EL ESFUERZO DE PENSAR.




25 de mayo de 2009

UNA CUESTIÓN MILENARIA, CON O SIN.

Si nada es propio de nuestra era.

Unos de los temas de mayor preocupación, desde los tiempos de antaño ha sido la procreación. El por qué de todo ello, simple, la conciencia de que el aumento desmesurado de la natalidad, a la vez que las cientos de enfermedades venéreas, llevaban consigo una consecuencia muy arraigada. La pobreza, cientos de bocas que alimentar, unido a tiempo de sequía, que no todo el mundo estaba en condiciones de traer cientos de hijos y que las mujeres no somos conejas. Llevó a la invención de los anticonceptivos.

El disfrute de las relaciones conyugales o el simple hecho de poder hacer lo que a uno le plazca, formó miles de recetas contra la fecundación y los embarazos no deseados. Técnicas milenarias, como las del antiguo Egipto, encontrada en papiros, donde sus métodos para evitar una llegada no deseada se realizaban a base de moles de puntas de acacia y dátiles, mezclados con miel y untados en un tapón; o leche agria con excremento de cocodrilo, vuelto a unir con miel, e introducidos en la vagina.

Estas técnicas fueron evolucionando, en la época griega se endurecían las paredes del útero mediante aceite de cedro, ungüento de Saturno (creado a base de hierbas medicinales) o pomadas realizadas a base de aceite de oliva; también se introducían piedras de oro para hacer un método barrera, copiado de los nómadas que utilizaban esta técnica (solo que piedras) para las camellas. Fue el padre del DIU. Otras sustancias, formadas a base de plantas y utilizadas en África, fueron las cortezas de árboles. Estás, de conocimientos prohibidos para los hombres, son tomadas por las mujeres de ciertas tribus, con el fin de controlar la menstruación y evitar la fecundación en tiempo no deseados.

Cierto es que su abuso conlleva el envejecimiento de las sociedades, por ello se han tomado muchas medidas a lo largo de la historia. El emperador Augusto, obligó a contraer matrimonio a cientos de romanos jóvenes, eliminó los métodos de contracepción, bajo pena de muerte, viendo que la descendencia del pueblo romano, estaba en detrimento. Pero muchos fueron listos, crearon costras que se endurecían en el glande a base de pomadas espermicidas (eso si que era eyacular hacia dentro.) Las esponjas de absorción por otros pueblos, fueron lo más frecuente hasta la actualidad y la facilitación de los medios naturales, de ciertas sustancia gomosas, donde esos bichitos traviesos quedaban pegados, han sido los mejores hasta hoy día.

Cierto es que muchas veces era peor el remedio que la enfermedad, muchas de estas técnicas causaban frecuentes infecciones (sobre todo la del excremento de cocodrilo, sobre todo tenía que ser peligroso de conseguir. ¡Lo que había que hacer por un polvo!)

Llegó la religión, la represión y la ignorancia femenina.

Pero no nos libramos, ciertos elementos, decían que la mujer no era más que un mueble y que estaba en contra de toda creencia, bien sea de una religión u otra, el evitar que se creara nueva vida.

Aquellos inicios griegos de los primeros condones, hechos a base de estómagos de cabra o los principios de ciertas técnicas nuevas desaparecieron. Consecuencia, los ricos pagaban una minuta a la iglesia por sus pecados (este no iba a ser menos) y, a pesar de que podían mantenerlos, no tenían muchos hijos, pero los pobres, temerosos de un dios cruel y castigador, se empobrecían cada vez más yendo a contar sus penas a un confesionario. ¿Qué pasó? Nació el coitus interruptus, técnica poco fiable, pero era la única que tenían a mano, a parte de la entrada por la puerta trasera. La jeringuilla dio también cierta salida, introduciéndola en la vagina después del acto y absorbiendo el esperma de la misma, podía o no (se podían escapar algunos) evitar el embarazo. La prohibición de todo método, llevó a los cálculos de tiempos de ovulación, llevando a una castidad obligatoria, a muchos de los feligreses que hacían caso a los predicadores santos.

¿A qué llevó todo esto? A métodos abortivos, no podían seguir en aquellas condiciones y miles de jóvenes, bien por motus propio o por obligación, habían quedado en estado. Una caída inoportuna por las escaleras, el consumo de hierbas abortivas, el abandono masivo de recién nacidos y cientos de aberraciones más, se cometieron y siguen aconteciéndose hoy día. Y todo por unas creencias que no piensa en la humanidad en sí. Es un simple método de control social, así como un sometimiento de la mujer. A ninguna le gusta pasar por esa experiencia, los problemas psicológicos se dan por miles tras ello, hubiera sido mejor evitarlo, pero ¿cómo? Si está prohibido. La vida es bonita, siempre y cuando no te la arruinen o tengas que subsistir para conservarla. Un infierno en un paraíso terrenal.

Nosotras parimos, nosotras decidimos.

Esta frase, dicha por cientos de mujeres, provocadora de escándalos y revolucionaria cuando la mujer gritó “aquí estamos”, hizo que todas y todos los machistas del mundo, se tiraran las manos a la cabeza y, por supuesto, los agrandes mandos de las religiones donde no convenía que las féminas tomáramos protagonismo alguno.

- Tú ya tienes novio, piensas casarte… ¿Para qué vas a seguir estudiando? – me dijeron una vez. Y lo gracioso es que fue una mujer quién se atrevió a soltarlo. (Por eso me mato a estudiar y he llegado a la facultad, para dejarlo todo y quedarme en la casa de mujer florero. Creo que no le sentó bien la respuesta, pero no sé para qué preguntó.)

- La mujer en la casa y con la pata tiesa – me dijo un hombre otra vez. (Por eso si tu mujer falta tú te vas detrás, macho ibérico. Esto provocó que se pusiera histérico y que comenzara a chillar, es la medida del cobarde.)

- Si os quedáis embarazadas tenéis que tenerlos porque sino es pecado mortal – nos decía la catequista. (¿Tú me lo vas a criar? Le pregunté, fue una de las cosas que me costó una nueva expulsión del grupo. Es que soy una oveja descarriada por penar. Ahora me alegro de ser atea)

Y es que siempre nos intentaron quitar los derechos, ¡claro!, ¡cómo para ciertos grupos somos seres infernales! Lo que no sé es por qué nos desean tanto.

Ahora en serio.

Puede que yo tenga mis reticencias respecto a ciertos temas, que no comparta ciertas opiniones pero también soy consecuente. Sobre el aborto se ha hablado muchas veces, mi opinión siempre ha sido depende. Es clara, si has sido tú quién se lo ha buscado sin utilizar nada, porque no es lo mismo que utilizando condón o porque las pastillas te sientan mal (me lo han dicho miles de veces.) Ahora te aguantas. Si se ha producido por un fallo, un abuso o miles de circunstancias que pueden inducir a alguien a planteárselo; yo ahí no me meto. Lo cierto que en estos temas las opiniones radicales nunca me han gustado y soy consciente de que es o don Juan o Juanillo, y yo prefiero quedarme en el centro respecto a estos temas.

La típica frase de: “hoy día se queda una embarazada porque quiere”, puede ser verdad o no, lo cierto que tú sólo estás en una parte de la realidad y no has estado allí para decirlo.

Hay muchas formas de practicar el amor libre sin consecuencias, esta es una de ellas, utilizar métodos barrera o evitando que se produzca la ovulación mediante métodos combinados. Puede que sea de mayor o menos riesgo, que evite muchas cosas, pero trae consecuencias. El abuso de la, muy difundida píldora, provoca esterilidad y no evita enfermedades. Pero cada uno con lo suyo. Cientos de mitos se han dado sobre métodos entre los jóvenes, como son el uso de la pasta de dientes como espermicida, el introducir un trapo antes del coito, follar de pié o cientos de mitos más para gente que no tiene dinero o simplemente les da vergüenza.

A mi es que el momento del condón me corta.

Eso es un mito, faltos de imaginación y llevados sólo por el echo de meter algo en caliente, se dice mucho esto; o el “a mí es que los condones no me van”, (tan grande no la tendrás, para eso hay varias tallas capullete.)

Un juego con lubricantes, el aprender a colocarlo con la boca (exige esfuerzo, dedicación y alguna que otra fruta o artefacto de características similares) puede ser todo un reto en pareja. Acordaros que la felación es parte de nuestros juegos, colócalos en tu boca, llévalo hasta el lateral, introduce la lengua en medio en el momento de ponerlo y empuja con los labios, que no con los dientes hasta la base, seguro que te lo agradecerá. Que no llegas hasta la raíz, no importa. ¡Ayúdate con las manos! Es un consejo. Lo sorprenderás, aumentarás la excitación y formarás una tendencia a que se lo pongas tú.

Lo cierto que pone un tono picante dentro de un juego erótico, donde nos hemos olvidado muchas veces de todo ello. He hablado mucho de sexo, pero no me he olvidado de la seguridad ni de las miles de patochadas que se están diciendo respecto al tema, ni que se han dicho. Aún quedan muchas por venir.

Podéis encontrar varios videos y formas explicativas por internet, yo lo he visto en documentales y es un punto picante, añadido a un momento íntimo que no tiene que ser cortado por nada ni nadie, y menos si es una parte tan importante como un disfrute libre y sin tapujos. Recuerda, si algo tenemos que llevar es cabeza.





5 comentarios:

Edu dijo...

El placer es parte de la vida, siempre que sea desde la libertad. El control de la natalidad, mediante metodos anticonceptivos es necesario para los ecosistemas de este mundo verde/azul, el cual ya sufre demasiada presion humana.
El vaticano con su primer ministro a la cabeza, oponiendose a esto, solo deja a las relaciones sexuales como algo relacionado con la reproduccion y ayuda a propagar enfermedades y a presionar mas a la naturaleza. Amen.
Saludos.

Silderia dijo...

Lo que más coraje me da de todos estos que dicen proclamar la pareja de dios, es que supuestamente no saben nada sobre el tema, entonces no hables. No tienes que decir como llevar un aspecto de la vida del que no sabes nada. Por lo menos eso dicen, aunque hay muchos bastardos sueltos y miles de traumas psicológicos por su culpa.
Como siempre todo hay que hacerlo desde lo consensuado y sin tapujos, los límites los pones tu mismo ¿por qué tiene que venir alguien de afuera a decirme lo que tengo que hacer?

Besos

sangreybesos dijo...

Ya sabes que nunca te dejo un comentario serio (pero, coño, es que vivimos bajo el mismo techo), así que ya sabes lo que voy a decir... ¡¡¡boñiga de cocodrilo!!! Tus descubrimientos superan mis fantasías más enfermizas, redios...

Habitaciones rojas, pensamientos negros dijo...

Como te he dicho la última vez haces comentarios provocadores, y hoy agregaría que también tienen la función de educar y hacer pensar. Sin duda muchos te estarán agradecidos.
Respecto de la iglesia y su no saber, no estoy tan de acuerdo, creo que bajo su hipocresía saben muy bien de lo que hablan, y lo dicen sólo por preservar sus interesen: el seguir teniendo millones de culpables. A mi entender todas las religiones introducen algo de la culpa, pero la cristiana la que más...

Besos rojos,
HR.

Silderia dijo...

Cariño, lo de tus comentarios me lo esperaba desde esta mañana.

Habitaciones rojas: saben demasiado, más de lo que nos pensamos pero no dejan de ser un mercado egoista. La cristiana la peor, no lo se, no conozco otras religiones más a fondo y por ello no puedo comparar.
En cuanto a lo educar y enseñar, el que se deje aprenderá algo. Lo de provocar, no esperaba lo contrario con esto.

Un beso