ELABORAR UNA IDENTIDAD ES UN PRIVILEGIO QUE SÓLO EJERCEN AQUELLOS QUE TIENEN LA POSIBILIDAD DE ELEGIR Y QUE LUEGO MANTIENEN EL ESFUERZO DE PENSAR.




20 de mayo de 2009

UN POQUITO MÁS ARRIBA.

De igualdades va la cosa.

Medida normal de unos 10 a 13 centímetros, aumentando su tamaño cuando se encuentra en estado eréctil, producto de la inyección de sangre en el tejido cavernoso. Sus partes son el glande, el cuerpo y la raíz, cubierto en su zona superior por el prepucio. Y donde llegan un total de 8000 terminaciones nerviosas, más que en la yema de los dedos.

Algunos lo habréis adivinado, otros u otras, ni siquiera saben de lo que estoy hablando (estoy segura de ello.) Aunque continuaré describiendo un poco más. Se encuentra en la parte superior de una estructura y su nombre en griego significa pequeña montaña.

Para los que lo sepáis ya, lo confirmo, y para los que no, se lo aclaro, es el clítoris. Palabra conocida por muchos. Sin embargo, esto aún supone un misterio para miles de personas, sean hombres o mujeres, eso da exactamente lo mismo (a algunas ni les ha dado por coger un espejo y mirarse a ver ¿Qué tienen entre las piernas?)

Su descubierto, según las fuentes consultadas (esto de decir descubridor como que me da risa), fue un tal Mateo Renaldo Columbo, el cual describía su hallazgo allá por el 1559, en su libro “De re natomicai”. Aunque hubo quien dijo que eso ya llevaba tiempo en la ciencia médica, más concretamente desde el silo II, y que había una amplia (¡no os perdáis la palabra!, amplia, que en el diccionario quiere decir extenso, dilatado o espacioso) conciencia sobre su existencia, por lo que le quitaron una supuesta gloria, que no tuvo nunca. Por eso en la época victoriana, cuando los masajes para provocar el paroxismo histérico debido a una enfermedad, cuya sintomatología ocupaba páginas y páginas en los libros, se tardaban horas en llegar al climax (nunca mejor dicho) del masaje. Si hubieran tenido un mínimo conocimiento del mismo, las manos de los médicos no se hubieran cansado y ese fantástico vibrador no se hubiera inventado (más de una tenía el chichi completamente en carne viva al acabar la consulta, porque afeitado ya lo tenían. No es una moda de ahora, se lleva desde el antiguo Egipto o antes incluso.)

En 1970 la palabra clítoris era ofensiva en estados unidos, así que íbamos bonitas. No se podía nombrar, tampoco estaba permitido saber nada y es algo de lo que realmente hay una amplia conciencia desde el siglo XX (¿no es para llorar?)

El sexo negado.

Más que el sexo débil, hemos sido el sexo ignorado. Basados desde los inicios de la época moderna, donde la religión formó una parte importante de la vida del pueblo. Se llevó a cabo el modelo androcéntrico, no sólo en la vida diaria (que ya teníamos bastante con eso) sino también en las relaciones de cama. Os explicaré un poco, este modelo se basa en una visión del mundo de las relaciones sociales basadas en un punto de vista masculino. ¿Dónde estábamos nosotras? En ninguna parte, el miedo a que fuéramos mejores que ellos, el que se les pudiera superar en algo y el de pasar de las faldas de mamá (la que los cuidaba tanto) a las de otra mujer (que les cuidara igual solo que con derecho a cama, criada y alguna que otra guantada, como mínimo, cuando le viniera en gana) era demasiado fuerte. Siempre quisieron esclavas no iguales. De ahí el machismo, por parte de los propios machos (por decirlo de alguna manera) y de las propias mujeres (que ya es bastante condenable) y su derivación extrema, la misoginia. Que no viene más que justificada por un miedo tremendo al sexo opuesto (por fortuna se han producido ciertos cambios.) Aunque de la iglesia ya hablaremos más extensamente.


En cuanto a otro punto a tocar son las… ¿como llamarlas? Ah, si reprimidas. Esas que niegan todo y que les da vergüenza mirarse desnudas en un espejo. Palabras como no hagas esto o lo otro que van a pensar que eres una calentona, han formado parte de mi vida desde tiempos inmemoriales. Cierto, me lo decía mi catequista (si me viera ahora, atea y escribiendo esto no se que diría, lo de oveja descarrilada. Se le quedaría corto en este caso.) Pues bien, por experiencia propia puedo decir lo que nos contaban sobre el sexo en las sesiones de preconfirmación (se llamaba perseverancia. La que tenía mi madre para que me confirmara.) Un día, hubo una charla de sexo en esas reuniones espirituales, aquella exmonja (ahora dudo que se fuera voluntariamente del convento), soltera, sin hijos o cualquier otra devoción que no fuera estar en la iglesia, se dignó a abrirnos los ojos con la tierna edad de 16 años (¿bonito no? Lo cierto es que ya tenía muy poco que contarnos, pero a ella le gustaba pensar que nos iba a desvelar los secretos más profundos que se ocultan en los deseos carnales de la mente humana.) Nos habló de una castidad impuesta que sólo podía romperse en el momento de tener un hijo (si estabas casada, por supuesto), después vuelta a la abstinencia sexual. Lo único que saqué en claro, era una visible represión que no tenía miedo en mostrar. Nuestra ablación no era física, como se produce en otros países y culturas, sino moral. La pena es que la mayoría se lo creyeron, hicieron caso a una cultura que no las quería y que las tenía, palabras del papa Pablo IV, como impuras, imperfecta y torcidas. Afirmaban que el hombre no venía de una mujer sino al contrario (por eso ellos paren tras nueve meses sufriendo.) Por eso primero, según enseñanzas de la fe se creó primero al hombre y después a la mujer (primero fue el prototipo, defectuoso. Después hizo otra prueba con algunos cambios, pero no menos carente de ciertos sentidos.)

Ahora pasamos a las clases.

Pero ¿qué sería Mujer y punto sin sus consejos? Ya os he dado la vara, me he explayado así que ¡vamos a lo bueno!

Como ya he dicho al principio, el clítoris mide, aproximadamente unos 10 ó 13 cm, de este sólo vemos una ínfima parte de unos 4 a 5 mm, que en estado de excitación llega a subir hasta un tamaño de 1 a 1,5 (eso he leído, en esos momentos no me da por coger el metro, después tampoco.) A pesar de todo, tiene algunos defectos. Cubierto en parte por el prepucio (si, eso que vulgarmente se llama capuchón y donde se pone el piercing), no puede ser acariciado directamente porque produce molestias. Acariciándolo suavemente, con la lengua o con la yema de los dedos, puede llevar al cielo o al infierno, dependiendo de la fuerza y si decides levantar ese trocito de piel o no (un consejo, ¡no lo hagas!) Unos leves surcos, sólo rozando insignificantemente, la zona aumenta el momento de la pasión, facilita la lubricación y estremece las entrañas.

Y es que el tamaño si importa y mucho, eso lo saben todas las mujeres.

La obsesión del sexo masculino a cerca de ciertas partes de su anatomía (la polla, el nabo, el pene, la zambomba,….) es infundada meramente. Cierto, un miembro viril grande produce penetraciones incómodas, ya que cuando choca con el cuello del útero, produce dolores y molestias. En lo referente al ancho, pensar un poco, por ahí salen los niños, se dilata demasiado durante la excitación como para notarlo (bueno, se siente, pero al principio, después como que no.)

Una vez escuché una frase, en un monólogo, sobre el tamaño del pene que me resultó bastante divertida: si intentas meter un melón por una oreja y un hueso de aceituna por otra ¿qué te jode más? La mujeres pensaríamos que el pequeño. Los hombres el melón, pero lo cierto es todo lo contario, pequeñito, aunque no demasiado, pero juguetona y potente. Otra cosa son ciertos individuos que abusan de sustancias para aumentar el tamaño de sus músculos, pero tanta potencia para que después no puedas utilizarla (no se yo…) Si se vuelve pequeñita y dormilona. Eso no mola (a mi por lo menos me gusta poder colgar una toalla en el mástil. Aunque para algunos no de más que una toalla de bidet.)

Ahora tenéis el juego, un clítoris erecto, grande, gordo, jugoso, listo para saborear, pero no lo apreciáis lo suficiente, algunos piensan que, en cuanto empiece a mojar, ¡listo!, para a dentro. Pero eso no va así, nosotras tenemos un órgano sólo y exclusivamente para el placer. Está un poco más arriba, ese es el motivo por el que muchas mujeres no terminan en el acto sexual, tienen que ser estimuladas para tener una relación completa o, simplemente, se quedan con dos palmos de narices. ¡Por favor! El juego puede seguir aunque el grandullón haya cantado su obra. El insinuar caricias, decir lo que pasa o simplemente subirte encima de él, y rozarte como una loca, puede evitar muchas decepciones amorosas.

Puedes utilizar juguetes, lubricantes, otras posturas donde se roce un poco más. Y es que estamos hechas para las caricias y los mimos y no para el acto en sí.

Ahora confesaré un secreto.

Esto lo trataré más profundamente en otro tema pero, la excitación es mayor si la penetración es anal. Esto provoca el aumento del flujo vaginal, así como del clítoris en sí mismo. Por eso no nos gustan grandes…..

De todas formas hablaré de esto en otro post dedicado a ello. ¿Y pensabais que éramos unas reticentes al tema? ¡Qué va! Esque tu pene es muy grande para mi puerta trasera, ahora dime qué tamaño prefieres ¡machote!

9 comentarios:

sangreybesos dijo...

Cariño, has puesto varias acepciones diferentes del falo pero ninguna del clítoris, un órgano que, hasta cierta edad, sólo se suele conocer como "pipa" o, en sectores más remilgados, como "pepitilla".

Silderia dijo...

Es cierto, pero es que no se me ocurrió preguntarte cuando estaba haciendo el post. Y eso que te tengo al lado.

rebeca dijo...

Súper de acuerdo no tan grandes ...

Ignotus dijo...

Jajaja, al parecer ahora estamos en el plan de "Las mujeres al poder". Y la verdad me sorprende mucho, sabía apenas que el clítoris era grande, pero no un super clítoris. Además bueno el dato, a ver si la gente de tamaño promedio se siente más a gusto(hombres). Interesante, espero nos des más datos sobre ustedes. Besos, ciao!

Edu dijo...

Bueno tu Blog, es un resquicio de amor libre. Mis felicitaciones.
Un Saludo.

Habitaciones rojas, pensamientos negros dijo...

Conclusión: tanto para unas como para otros, el tamaño también importa! Y parece que mucho!!!

Besos rojos,
HR.
Pd: Tús textos son provocadores jajaja

Silderia dijo...

Rebeca: es que una grande lo único para que sirve es para hacer daño, a parte de hacerte sentir incómoda.

Ignotus: Nada más lejos de la realidad, yo no quiero "Mujeres al poder" sino igualdad, se sabe mucho del hombre, pero poco de nosotras en estos temas. Han sido tabú durante siglos y creo que si buscamos igualdad tiene que ser en todos los campos. Conocernos, forma parte de nuestra liberación como personas. ¡Basta de represiones!

Edu: me alegra que te guste esta sección del blog, el amor puede ser como tu quieras. Libre, agarrado, semicogido... En fin, el caso es que sea consensuado y permitido. El resto sólo depende de ti.

Habitaciones:Efectivamente, el tamaño si importa, mucho. No es lo mismo 20 que 15, por ejemplo. Pero nosotras preferimos los 15 o algo intermedio. Ellos piensan que caballo grande ande o no ande.
Lo de provocadores, eres la primera que me lo dice, entre otras cosas, siempre ha sido una de las pretensiones de Mujer y punto. Si provoca hace pensar.

Besos a todos desde este rincón del multiverso.

Melvin de Gats dijo...

Ains!! Cuanto de menos echaba leerte jeje
A ver si acabo de una vez los examenes y me puedo dedicar un poco más al ciber mundo (y a escribir algo, de paso XDD)

Un Bico! Y sigue así ;-)

Silderia dijo...

Yo también tengo cerca algunos exámenes, no se si serán del mismo tipo que los tuyos pero se lo que es no tener tiempo. A mi también me encanta leerte por aqui.
Un beso a tí también.