ELABORAR UNA IDENTIDAD ES UN PRIVILEGIO QUE SÓLO EJERCEN AQUELLOS QUE TIENEN LA POSIBILIDAD DE ELEGIR Y QUE LUEGO MANTIENEN EL ESFUERZO DE PENSAR.




1 de mayo de 2008

Piercing. Capítulo VI.

SEXTO DÍA: “EN EL CINE”

Manuel y Susana están en la entrada de la sala de cine, suben por las escaleras y cuando van a incorporarse en sus asientos:

- Ah – dice Susana al sentarse.

- ¿Qué te pasa? – le pregunta Manuel.

- No, nada, nada, estoy bien – le contesta Susana rápidamente.

Nunca pensé qué esto podría pasarme a mi, piensa Susana mientras va visionando los anuncios de la película.

La película está un poco avanzada cuando Susana hace un movimiento con las piernas y: “uy, qué bien, no sabía que el pendiente daba este tipo de placer, solo. ¡A partir de ahora cuando no quiera atender a algo sólo tengo que sentarme y disfrutar sola!”, piensa mientras una risa le recorre el rostro de oreja a oreja.

La novia de Manuel, parece inquieta, se mueve mucho en el asiento y busca varias posturas mientras piensa: “a ver de esta forma, no; y si muevo las piernas así, ssssiiiiiiiii. Así está mejor, lo malo que no voy a poder disimularlo durante mucho tiempo, tengo que aprender a poner cara de poker si quiero disfrutar de esto en otros momentos. Menos mal que todo está oscuro y nadie puede verme”. O por lo meno, eso es lo que pensaba ella, ya que Manuel se ha percatado de que se está moviendo mucho y de su extraño movimiento de piernas ya que lo hace de una forma, un tanto sospechosa, ya que eso no lo había hecho nunca antes.

- ¿Estas bien?, ¿te duele?, ¿quieres que nos vallamos? – le dice Manuel al oído.

- No, que vá si estoy bien, solo que me ha costado trabajo coger la postura en éstos asientos tan incómodos eso es todo – le dice Susana a modo de excusa.

“Dios mío, la película es malísima, pero por una vez en la vida, ¡no quiero que acabe. ¡Qué bien me lo estoy pasando¡, y ¡cómo estoy disfrutando, anda que si lo llego a saber antes……….”.

Al rato Manuel vuelve a preguntar a su novia, el movimiento sospechoso de piernas no ha terminado aún, y ya lleva así casi toda la película.

- Cariño, ¿estas bien?, ¿te gusta la película? – le vuelve a decir su novio.

- Estoy mejor que nunca – le contesta Susana – ah, y la película es malísima, pero yo me lo estoy pasando pipa.

En ese momento Manuel cae en la cuente de lo que pasa: “¡si será asquerosa¡, está disfrutando con el pendiente y yo aquí, matándome a pajas y sin poder disfrutar de un cuerpo carnal, ¡cómo me gustaría cogerla ahora¡”. Manuel no puede evitar mirar a Susana mientras unas gotas de sudor le caen por la frente. “No ahora no te vayas a levantar – piensa mientras mira su entrepierna durante unos segundos -, tengo que concentrarme en otra cosa para que esto no pase. ¡Ya lo sé¡, me pondré a pensar en el campo, pero entre la tía medio desnuda de la película, lo buena que está, las ganas que tengo de coger a mi novia y mirando lo bien que se lo está pasando, voy a estallar”.

Al terminar la película salen los dos por la puerta y Manuel, aún andaba con el pensamiento calenturiento que le rondaba la cabeza.

- ¿Te ha gustado la peli, cariño? – le dice Susana a Manuel.

- Si – le contesta tímidamente.

- Porque yo me lo he pasado estupendamente – le dice Susana.

Manuel no sabe a dónde mirar y decide no hablar.

2 comentarios:

sangreybesos dijo...

Las mujeres os lo montáis muy bien para esas cosas: piercings genitales, estimuladores clitorianos para las bragas, consoladores que se accionan por control remoto... ¡nosotros no podemos tener orgasmos mientras andamos por la calle! (bueno, bien pensado, mejor que sea así)

T.R.Devlin dijo...

Tengo una amiga que al poco de empezar en mi escuela, el profesor le preguntó si había ido alguna vez al cine a darse el lote. Ahora eso ya no hace falta gracias a los piercings.
Besetes!