ELABORAR UNA IDENTIDAD ES UN PRIVILEGIO QUE SÓLO EJERCEN AQUELLOS QUE TIENEN LA POSIBILIDAD DE ELEGIR Y QUE LUEGO MANTIENEN EL ESFUERZO DE PENSAR.




31 de octubre de 2008

DE ALL HOLLOW´S EVEN A HALLOWEN

Olvídate de los americanismos.

Pudo haber tenido miles de orígenes, cuentos, mitos, leyendas,… Pero lo cierto es que esta fiesta es más antigua que el propio cristianismo; y es que data de, aproximadamente, 2500 años a.c.

De origen celta y galo, cada 31 de Octubre, se celebraba la noche de Samhain, dios celta de los muertos. Esta presencia, junto a miles de espíritus malignos, era invocada cada año, en las mismas fechas, para dar las predicciones de futuro sobre el nuevo año.

Como era costumbre, los druidas celtas, iban de casa en casa pidiendo comida para el dios. En el caso de no obtenerla recibirían la maldición de la visita de espíritus malignos. Estos, dependiendo de lo ofendidos que se sintieran, traerían males, harían travesuras o decidirían hacerte la vida imposible hasta que te llevaran al otro barrio. Un cambio notable se producía en la festividad Gala, según la tradición, los muertos podían atravesar las puertas del inframundo para pasear por el mundo de los vivos. Desde sus tumbas de los cementerios, comenzaban un largo paseo para visitar a sus antiguos vecinos, amigos y familiares, pero si te cruzabas con uno de ellos, no importa si tenías algo que ver o no con su entorno, te mataban en el acto, llevándote con ellos (el caso era tener compañía durante el paseo.) De aquí surge la tradición de adornar las casas con luces, que después se volvieron calabazas huecas con una vela en su interior, con el motivo de guiarlos de vuelta hacia su lugar de descanso y que no se salieran del camino, adornar las puertas de las casa con motivos siniestros (huesos, calaveras, lápidas o darles un aspecto fúnebre. Os recuerdo que por esa época no había productos de imitación que pudieras obtener en cualquier baratillo de la esquina.) Estas, y miles de cosas más, se inventaron para que sus muertos no vinieran a visitarlos y se los llevaran definitivamente del mundo físico.

Con la invasión de Roma, esta fecha pasó a ser la festividad de la diosa Pomona, que traía los árboles frutales. Poco a poco, volvió a tomar un carácter siniestro y se produjeron las condiciones necesarias para adorar a brujas, adivinos, duendes, dioses maléficos y, como no, al indeseado de la iglesia, el príncipe de los infiernos.

Durante la época Cristiana, uno de nuestro múltiples papas, más concretamente Gregorio III (siglo IX), pasó la fiesta de “Todos los Santos” del 4 de mayo, al 31 de noviembre. Daba como excusa para ello la conmemoración de la dedicación de todos los santos de la basílica de San Pedro (simplemente fue una excusa para intentar ocultar la celebración de una fiesta pagana y convertirla en una religiosa, como se hizo con la navidad.)

Un largo viaje la hizo apropiarse del nuevo mundo.

Debido a las inmigraciones de ciertos países, con culturas arraigadas en la cultura celta, esta fiesta pasó a celebrarse en América. Allí se tradujo el nombre de festividad de todos los santos al inglés, que en su traducción inicial era: All Hollow´s Even, después continuó su pronunciación para ser All Hollowed Eve, continuando una evolución a All Halloeven, para terminar en la palabra que todos conocemos hoy Halloween. Cambio ¿verdad? Pero la evolución del lenguaje es algo que se ha dado siempre, desde que el hombre existe, esto ha producido, entre otras cosas, la pérdida del significado inicial de la fiesta. Pero ¡qué le vamos a hacer! El hombre tiende a perder toda la memoria histórica de las cosas que son más cotidianas, las otras te la intentan imponer, tachándote de inculto cuando no te sabes un dato común a la cultura global, pero bueno. Nadie se ha preguntado nunca de dónde vienen la mayoría de las cosas que usamos o ¿por qué hacemos una fiesta u otra? Es más importante saber en qué año se inventó la penicilina que de dónde vienen las bragas que te pones todos los días (por poner un ejemplo, podría haber puesto también quién inventó el wáter.)





PERDONEN QUE NO ME LEVANTE, PERO ES QUE ESTOY INDISPUESTO


Cierto es que se ha convertido en una noche de cultos satánicos, siendo uno de sus tres días más importantes de celebración, junto al día de su cumpleaños o el 30 de abril. También podemos decir que ha tomado una tónica de diversión y celebración no intencionadas, por lo menos desde un principio, y que nos ha dado una forma de venerar a los muertos, dejando a un lado, esa tónica de misticismo y seriedad que intentan hacer la mayoría de personas. Ahora se reparten caramelos por las puertas, en vez de comida. Antes se celebraba cenando en familita y tomando como postre la típica castaña asada, en España, por lo que conozco.

Miles de tradiciones han nacido de ellas, unas más antiguas y otras tan jóvenes que todavía se puede indagar en sus orígenes con sólo buscar un poco. Cierto es que miles de empresarios se han preocupado porque ese toque festivo y consumista no desparezca, les conviene. Pero la iglesia, ¡cómo iba a quedarse callada! Ha intentado mortificarla realzando que es una fiesta pagana, que su verdadera función es la adoración a Satanás y miles de chuminadas más. El caso es decir algo.

Muy cierto es que, en algunos lugares, el verdadero día se celebra el uno de noviembre, el día de difuntos. Ahí es cuando todos van a visitar a sus difuntos más queridos, de los cuales no te has acordado en todo el año, a sus respectivas tumbas en el cementerio. Unos comen sobre ellas, dándoles una especia de “comida familiar” (después dicen que yo soy tétrica), van a misa (una de las cuatro o cinco veces requeridas en todo el año, para quedar bien, sin necesidad de que haya una boda, bautizo, comunión o entierro) y después continúan con su vida normal. Vaya día de difuntos más entretenido, el que los muertos estén de reposo eterno no significa que tú lo estés, pero es una parte más de la cultura popular. Sé que en otras partes del globo se hace una fiesta por todo lo algo, pero en esta parte del globo somos así de aburridos.


Hoy es mi día.

Desde que era pequeña, mi atracción por la noche de los muertos me ha encantado. Soy así, me encanta ver cómo la gente sale a la calle y hace de aquel demonio burlón que siempre ha querido ser en su vida normal. A algunos les hace más falta que otros la verdad. Mi visión, un tanto oscura de las cosas, me ha hecho adorarla como algo propio e individual, dejando a parte lo que pueda pensar la gente (eso siempre me ha dado igual.)

Muchas veces he escuchado, por parte de familiares y otras personas, con derecho a imponer su criterio, decirte lo que está bien (para el resto de la humanidad menos para ello ¡claro!) que es una fiesta importada de Estado Unidos, que eso es culpa de la tele y que nosotros somos españoles. ¡Viva! Bonitas palabras para alguien que no entiende ese tipo de patriotismo. Pues sin ir más lejos, parte de su tradición es española (ni que decir tiene que aquí iría de perlas un ¡Tomaaaaa!) ahora ¿quién es la inculta? Me encanta ver sus caras cada vez que les comento la verdadera historia de Halloween. Ahora la comparto con vosotros.
Esa noche, con su día siguiente, celebrar que todavía estáis vivos, que los muertos pueden venir en vuestra búsqueda, que puedes ver enanitos verdes en todos lados, al igual que hadas, brujas, trols, elfos maléficos y miles de criaturas más (por supuesto ciertos psicóticos ayudan, pero la euforia colectiva también.)Dejar que vuestro subconsciente saque vuestro ser mágico interior, divertiros todo lo que podáis, nunca sabréis cuando la visita al cementerio puede ser para vosotros.

Como cantaban el la maravillosa película: Pesadilla antes de Navidad. En la ciudad que es mi hogar, el día de difuntos voy a celebrar, na, na, nanana, na, na, nanana. A todo esto, buenas noches a todos, seáis lo que seáis.

4 comentarios:

sangreybesos dijo...

Desgraciadamente, las fiestas paganas (auténticas manifestaciones contraculturales, aunque el término "contracultura" no fue acuñado hasta el siglo XX) han perdido ya toda su profundidad y se han quedado en pura chirigota de consumo.
De todas formas, para mí Halloween sólo significa una cosa: ¡cine de terror!

Silderia dijo...

para mi muchas más, recuerda que es la fiesta del año qué más me gusta.

Unknown dijo...

La evolución (o, en ocasiones, involución), tanto del lenguaje como del pensamiento, ha modificado obviamente cientos de tradiciones y costumbres. Y la del día de todos los santos y la noche anterior una de las que más. Pero dejando aparte la religiosidad o el paganismo de la celebración, o simplemente sus orígenes y significado, yo quería comentar otra cosa: que en los últimos años, no solo Halloween, sino la gran mayoría de celebraciones a lo largo del año, se han convertido para casi todos en una simple excusa para pegarse la fiesta, un megaviernes noche (y este año que ha coincidido más xD).

Lo de que la gente salga a la calle disfrazada vale. Halloween no nacio como un carnaval siniestro pero vale, no hay problema. Pero que la gente salga a la calle, disfrazada o no, con el único fin de convertir las calles de cualquier ciudad en ríos de alcohol, llenas de basura, y ponerse de alcohol y drogas hasta el culo... ahí ya no estoy tan de acuerdo.

Y repito, no sólo pasa con Halloween. Los que ahora empiezan a entrar en la etapa de juventud se han educado ya con un significado de la palabra "fiesta" que no se parece en nada al de hace unos años, y que desde luego tampoco se parece en nada a lo que les conviene a ellos mismos y a los demás. No sé si me explico.

No me enrollo más que siempre me pasa lo mismoo ^^

Un saludo


PD: Pesadilla antes de navidad mola xD

Silderia dijo...

Fiesta sigue siendo, que se colocan, cada uno hace lo que mejor le parece. En lo único que no estoy de acuerdo es el bandalismo que se produce esa noche. Ciertas festividades no son otra que cosa que eso, una fiesta. Cada uno lo hace como mejor sabe y, ciertamente,llega un momento que pierde su sentido, el que nosotros le dimos en un principio y el que nosotros le hemos ido cambiando.