ELABORAR UNA IDENTIDAD ES UN PRIVILEGIO QUE SÓLO EJERCEN AQUELLOS QUE TIENEN LA POSIBILIDAD DE ELEGIR Y QUE LUEGO MANTIENEN EL ESFUERZO DE PENSAR.




13 de octubre de 2008

Selene. Capítulo XXX.

CAPÍTULO XXX: EL CICLO SE REPITE.

Aquellas páginas amarillas y roídas por el tiempo se abrieron casi al final de aquel fantástico tomo, pertenecía a la vida de Selene, por lo que se pudo averiguar en el título. Luis se encontraba aún estupefacto, no sabía que su historia, la de un simple mortal, formaba parte de los saberes de la magia y del universo, contenidos en aquella inmensa biblioteca mágica.


- ¿Y esto? – preguntó Luis a Selene señalando las páginas donde un bonitos dibujo, hecho a tinta, mostraba a un pastor.

- Es la historia de tu primer nombre – le dice Yu, que se encontraba en su lado derecho -. Por lo menos con el que se conocía cuando te cruzaste con ella – le dirige una mirada a Selene que baja la cabeza sonriendo.

Un fuerte ruido interrumpió la conversación entre los amantes justo antes de empezar. Frente a ellos apareció una figura extraña. Tras la capucha mugrienta y llena de pájaros, unos ojos como botones asomaban tras una larga y fina nariz. Una gran mano de uñas largas y afiladas, sobresalió tras una manga marrón oscura.

- Hola – dice Selene tímidamente -. Te creía perdido en el tiempo.

- Hace demasiado tiempo que no vienes por aquí para creer eso – responde una voz profunda.

- Quizás – baja la cabeza avergonzada.

Durante unos segundos el silencio que se produce entre ambos seres, es abismal. Ni siquiera un leve crepitar se atrevía a romperlo. Entonces aquellos ojos se dirigieron a Luis, que estaba completamente desconcertado. Por una vez, desde que decidió emprender el camino de la magia, junto a la mujer que amaba, las cosas le parecían más raras de lo normal. No podía creer lo de su primer nombre, algo que parecía tener demasiada importancia en ese lugar alejado de toda esfera donde existiera el tiempo, la vida o algo realidad tomada desde un punto de vista coherente, por lo menos desde el punto de vista de un mortal.

- Tu historia está muy unida a ella – señala a Selene – desde los albores de la humanidad – mira a Yu -. Es algo que va en tu destino y que jamás podrás cerrar, fue algo que tú mismo provocaste y que se repetirá durante toda la eternidad – le dice muy seriamente, notando como Luis acaba más perdido que al principio.

Detrás de los jóvenes, el muro tembló mientras la estantería transparente de libros se perdía en el cielo. Tras ella, una gran pared blanca comenzaba a mostrar las primeras imágenes de un pasado remoto, antes de toda civilización. Entonces, aquel ser comenzó con su relato, mientras el libro pasaba las páginas poco a poco y las imágenes comenzaban a suceder en aquella macropantalla sin proyector.

>> Hace ya varios milenios de todo aquello. Endimión, así se te conoció por primera vez, tu morfología ha cambiado, pero tu esencia es la misma.

Por aquella época tú eras un gran rey, y bastante joven, por ello decidiste alejarte durante un tiempo de tus deberes palaciegos y exiliarte voluntariamente, para adquirir la sabiduría de la tierra y observar los ciclos de la vida; fue una sabia decisión para un rey que desea gobernar con sabiduría a su reino. Y bastante valiente, renunciaste a los placeres palaciegos para ser un pastor.

Durante ese tiempo, algo ocupó tu corazón. Una bella joven te observaba desde su lejano reino astral todas las noches. Ella te ofrecía los mejores ciclos de su luminoso planeta, regalo de su hermano, para ti.

Todas las noches la observabas desde lejos, ajeno completamente a que algo nacía en ti. Una noche, Selene, que así se llamaba aquella diosa. Bajó a verte y ambos os enamorasteis profundamente. Ese sólo fue el principio de tus problemas, varios dioses, amantes posteriores de aquella mujer, vinieron a enfrentarse a ti, ganándote su desprecio. Entre ellos, el que ahora conoces como Víctor, uno de los muchos seudónimos por los que ha sido conocido. Enfermo de posesión y obsesionado con la belleza de aquella reina solitaria, juraba que sería suya.

Pero no todo acabó ahí, Zeus prometió también vengarse y, tras engañar a Selene, te prometió la vida eterna convirtiéndote en un dios inmortal, igual que ellos. Pero lo único que conseguiste fue una maldición eterna, dormirías durante toda la eternidad despertándote cada noche sólo para verla a ella. Y así fue, hasta que una noche Víctor tomó cartas en el asunto y no volviste a despertar.

Durante todo este tiempo te has ido reencarnando en varias personas, como todos los que viven en la tierra, es el ciclo de las almas. Y siempre ella te ha encontrado, buscándote por donde quieras que nacieses; por supuesto, su gran pretendiente, también ha cumplido su promesa de odio eterno.

Muchos nombres han llenado tu lista, muchas profesiones, vidas y placeres. Por supuesto no te acordarás de ninguna, pero la magia hará que vayas haciéndolo poco a poco, hasta conseguir estar siempre junto a ella
.

- Pero… ¿Víctor no te quería por intereses económicos? – se dirige a Selene.

- Ese es el que le mueve ahora – le responde Yu – los de antes son mejores – sonríe -. El caso es tener una excusa nueva para tenerla de nuevo.

- Yo tenía entendida otras historias diferentes a esta – le dice Luis al viejo sabio.

- Los humanos cambiáis todo y tergiversar la realidad cómo más os gusta – mira al cielo -. Por ello existe esta biblioteca, para que ninguno de “mis Eternos” olvide lo que fue, de dónde viene o lo qué tiene que hacer en su destino – se dirige a Selene -. Veo que has decidido dar un paso más – coge su túnica y comienza a desaparecer en una elipse inversa -. Que te acompañe el destino en este recorrido ya que los dioses no lo harán – y desapareció.

Algo se movió en el interior de Selene, estaba contenta por descubrirle quién era en realidad, pero sus intereses iban más allá de todo aquello. No sabía cómo se iba a tomar todo esto Luis, pero era algo que tenía que hacer si quería conseguir llegar a la meta. Durante milenios había vivido sucesivas vidas junto a él; estaba harta de ocultarle todo, decirle quién era él, cómo se conocieron de verdad… La vida como mortal se había vuelto insuficiente, estaba cansada de huir, esconderse y sufrir por amor. A pesar de todo, sólo podía asentir a todo lo que estaban diciendo, no le salían las palabras y, menos aún, era capaz de mirar a Luis.


- Cariño – Luis toma la barbilla de su novia para mirarla a los ojos - ¿qué te pasa? – Selene continuaba sin contestar -. Vamos a casa, ¿te apetece? – ella sólo asiente.

- Creo que no pretendía que te enteraras tan pronto de todo este culebrón – incide Yu – pero la vida eterna es así – se encoge de hombros –. Luis, ¿nos tomamos una cerveza en el pub Put? - Selene enseña una media sonrisa - ¡Anda¡ A ver si recupera el habla… y la mala leche.

- Eso creo que te ha sobrado – dice la aludida.

- ¡Ves! Te ha vuelto el habla – dice Yu mientras Luis la toma por la cintura.

Aquellas tras figuras desaparecen sin más de aquel lugar. Un halo de luz los acompaña mientras la gran estantería baja de los cielos, ocultando la pared de nuevo. El libro vuelve a tomar su posición en aquel sitio lejano y, el padre de la sabiduría, los observa desde la esquina del salón más lejano de aquel lugar mágico. “Que tengas mucha suerte, piensa”

En pocos segundos se materializan delante de Fepico, justo en los taburetes de la barra. Este da un tremendo salto al verlos.

- ¡Joder! – rompe el vaso que estaba limpiando -. Ya estoy viejo para estos sustos – enciende un cigarrillo -. ¿Una copa? Invita la casa – pone las cervezas sin que a nadie le de tiempo a hablar -. Selene llegas temprano, exactamente, te quedan dos días para trabajar… ¿A que no sabéis quién ha venido?

1 comentario:

sangreybesos dijo...

Ya se van aclarando las cosas. Me mola el cariz mitológico que están tomando los acontecimientos.