ELABORAR UNA IDENTIDAD ES UN PRIVILEGIO QUE SÓLO EJERCEN AQUELLOS QUE TIENEN LA POSIBILIDAD DE ELEGIR Y QUE LUEGO MANTIENEN EL ESFUERZO DE PENSAR.




6 de agosto de 2008

CON O SIN BALLENAS

Algo… ¿moderno?
Desde tiempos inmemoriales el busto ha sido digno de admiración por parte de ambos sexos. En la antigua Greta se utilizaban de forma externa para realzar el pecho desnudo, los primeros eran muy incómodos y difíciles de portar (por supuesto lo portaban las damas de alta alcurnia, en algunas cosas todo sigue una misma línea), cuando se wonder bra, una marca muy conocida, quiso hacer su aparición, miles de mujeres quemaron esta prenda en señal de libertad; por ello volvió a los almacenes esperando una buena oportunidad para despertar de su letargo.

Pero vamos a los puntos medios, esta es una prenda que no se libra de la manipulación masculina ni de la iglesia, en eso no iban a faltar ninguno de ellos. El hombre quiso moldear a la mujer a su forma inventando el corsé y la iglesia fomentaba el uso de cierto elemento para disimular su tamaño haciendo que las mujeres parecieran “jovencitos”. Lo cierto es que también asomaron los primeros rellenos para aumentar su tamaño (ahora se llevan debajo de la piel, no debajo de la tela de la ropa interior.)


Muchas mujeres inventaron los nuevos estilos de sujetadores y dieron lugar a cuantiosos modelos. Sin espalda, sin tirantas, más cómodos, menos largos, ya que antes eran como un complemento a ese moldeador de cuerpos imposibles. El corsé tiene su propia historia y de ella hablaremos en sucesivos post, por supuesto.


Una vida llena de maldiciones.


Como he nombrado anteriormente, con la iglesia llegamos a topar. Cualquier persona sabe al sometimiento que hemos sido llevadas, por culpa de las mujeres principalmente, sobre la renuncia del lucimiento de nuestro propio cuerpo.


El tener unos pechos bonitos, torneados, grandes e insinuantes, era malo. De eso no hace mucho. No estaba bien que una mujer luciera grandes escotes y que se desabrochara los botones de la camisa que hacían que se les viera el canalillo, tampoco que andara erguida si con ello mostraba unos senos grandes; ¡pecado!, incluso tu propio cuerpo te condenaba al infierno eterno (una pregunta, si no se puede andar erguida para no mostrar tu pecho ¿la joroba dónde me la dejo?) Creo que por eso la silicona no supuso una buena acogida por parte de ciertos sectores.
Y otra cosa fue el maldito corsé, invento que desfiguraba el cuerpo femenino cambiando la configuración interna de los órganos. Pero es que a los hombres les gustaban las mujeres con cintura de avispa, ¿quién fue la tonta que siguió la moda? Tiene que haber un subnormal que siga al tonto.


Las prótesis nos abrieron mayor camino y la desaparición del inicial elemento de tortura diario nos liberó un poco de la presión. ¿Era como para quemar el sostén o no? Una parte más de la historia por un intento que se reconociera a la mujer como lo que realmente somos, personas no objetos o mascotas.

Ni contigo ni sin ti.


Hoy día no podemos vivir sin él, les hemos dado formas sugerentes, le hemos quitado opacidad y lo hemos llevado hasta los rincones más inhóspitos de nuestras alcobas. Por suerte alguien fue inteligente. Si no puedes con tu enemigo únete a él.


El mercado nos ofrece grandes gamas y colores para diferentes ocasiones y tallas. Su estandarización llega a todo el mundo civilizado y es un elemento de seducción fatal que, nunca va solo, siempre en compañía de unos pocos.


Puede que no hace mucho condenara al infierno a su portadora (no era su culpa si los traía de fábrica; creo que desde que todas las hembras mamíferas poseen por lo menos un par. Eso he visto en los documentales) pero nos gusta ese poquito de picardía. Realzan tus curvas y moldean tu figura, amplían su forma o disimulan algunas diferencias.


No hay nada más bonito que mostrar un bonito escote sujetado por un buen sujetador, enseñar sus formas de fantasía, mostrar unas bonitas tirantas adornadas debajo de una camiseta cuyas tirantas son más estrechas, dejarlo ver debajo de las transparencias.


El vestirse de forma que parezca que no llevas nada, hace que la imaginación de tu hombre se mueva tanto que imagine miles y miles de formas de cómo lo llevas puesto y, lo mejor de todo, la forma de quitártelo.


La guerra eterna.


A pesar de tener facilidad de cierre, ningún hombre es capaz de desabrochar uno. Puede haber intentado esa pericia miles de veces que siempre parecerá la primera vez que lo hace. Nosotras tampoco lo ponemos fácil, los enganches cambian continuamente y algunos se unen por delante. A los pobres deberíamos de darles un curso cuando comienzan en la adolescencia.


Si un varón consigue hacer esta peripecia a la primera, sin trabas y sin atascarse, es digno de un aplauso. Pero eso quita todo el morbo en una relación, cuando te sientas sobre él, sólo con ese conjunto que tanto le gusta. Lo miras, lo besas, te incorporas y, muy lentamente, te desabrochas el sujetador dejando caer primero las tirantas. Antes de dejar caer las copas te flexionas sobre él y, antes de besarlo de nuevo, sueltas las manos; ahora es cuando debes dejarlo que lo quite, de su vientre porque le resta sensibilidad al roce con tu piel.


No porque sean un poco torpes para desabrochar tiene que matar el calor del momento, todo lo contrario, puedes aumentarlo hasta el infinito.


Sea lo que sea todo tiene una bonita aplicación para la alcoba, recordad, todo tiene que ver con lo mismo. Para sentirte guapa y para que te vean guapa.


Recuerda una cosa: si alguien te pregunta porqué te pones tanto escote, es para que no vean la cara de asco que les pones cuando se te acercan.

2 comentarios:

sangreybesos dijo...

Seeguro que hasta a un ingeniero industrial le cuesta desabrochar un sujetador...
Eso sí, una vez cogido el tranquillo, dadnos un mueble de Ikea que lo montamos con los ojos vendados!

Silderia dijo...

Con los ojos vendados podéis convertir una mesa camilla en una estantería