ELABORAR UNA IDENTIDAD ES UN PRIVILEGIO QUE SÓLO EJERCEN AQUELLOS QUE TIENEN LA POSIBILIDAD DE ELEGIR Y QUE LUEGO MANTIENEN EL ESFUERZO DE PENSAR.




16 de abril de 2008

Piercing. Capítulo IV.

TERCER DÍA: “REUNIÓN CON LOS AMIGOS”


Hasta ese momento todo iba bien, iban a dar un pequeño paseo hasta llegar al bar de siempre, pero cuando están aparcando suena el móvil de Manuel, este lo coge mientras su novia le mira atentamente y escucha la conversación que tiene:

- Si, dime Jose – contesta Manuel al móvil.

- No era para ver si te podías pasar por aquí, es que tengo un ordenador nuevo y me da algunos problemas – le contesta su amigo.

- Es que estoy con Susana – le replica Manuel.

- No importa, también está Celia aquí. Pasaros y preparamos algo para picar y arreglamos el ordenador mientras te enseño la nueva grabadora – le dice Jose.

- Vale voy para allá.

Manuel cuelga el móvil y mira a Susana que le observa con mirada de psicópata mientras le dice:

- Tú, ya te has olvidado de que yo no estoy para muchos trotes ¿verdad? – le dice Susana muy seria.

- Hay, perdona, lo siento, se me había olvidado – le dice su novio en forma de disculpa.

- ¿Ahora que vas a hacer? – le dice Susana.

- Vamos, de todas formas no te vas a mover mucho, está Celia, así que no te vas a aburrir y vamos a su casa.

- Vale, pero en cuanto me empiece a encontrar mal o no tenga ganas de seguir allí nos vamos – le dice Susana.

- Como tú digas mi amor – le dice Manuel muy dirigente.

Pronto llegan a casa de Jose y, como es normal cuando se están instalando cosas en el ordenador es ya la hora de cenar, a pesar de que cuando llegaron a casa de Jose y Celia no eran a penas las cinco de la tarde.

Llega la hora de la cena y las dos chicas preparan algo de comer para los dos varones que están muy entretenidos con el ordenador. Jose que es un cachondo y le gusta chinchar a su novia con cualquier cosa que ella odie, empieza a decirle:

- Cariño, he pensado en hacerme un tatuaje de una tía en bolas en la espalda ¿qué te parece? – le dice Jose de cachondeo.

- Me parece una grosería que te tatúes el cuerpo de una chica en bolas teniéndome a mi en tres dimensiones – contesta Celia.

- Bueno, vaaale, no me lo hago. Pero qué te parece si te regalo un piercing – le sigue tirando el novio a Celia de la lengua – y Manuel te regala el mismo a ti Susana, para que no te enfades.

- Depende de donde quieras que me haga el piercing – le contesta Celia, mientras se mete un trozo de hamburguesa en la boca.

- Pues donde va a ser cariño, en los genitales – le dice Jose muerto de risa

- ¡Qué fino te has puesto!, en los genitales – le replica Susana.

- Pero, tú sabes lo ¿qué le estás diciendo a estas dos? – le dice Manuel en forma estrepitosa.

- Si, perfectamente, les estoy diciendo que se taladren el higo – le dice Jose a Manuel – ¿te ha quedado despejada la duda o no?

- Ahora sí es que creía que te había escuchado mal – contesta Manuel.

- Yo no me hago eso ni loca, vamos muy borracha tendría que estar yo si me lo hiciera – contesta Celia.

- Cariño háztelo tú – dice Manuel a Susana.

- A mi no me atrae la idea, la verdad que creo que es mucho sufrimiento para tener un aro atravesado – contesta Susana – y me han dicho que hay que esperar unos “quince días” por lo menos para volver otra vez a acostarte con alguien.

- Yo estoy dispuesto a aguantar – dice Jose.

- Yo no – le replica Celia.

- ¿Seguro?, eso es lo que decís todos al principio – contesta Susana de forma sarcástica.

- Que sí, que sí, mujer que yo aguanto lo que haga falta. Con lo que me gusta a mi eso, mira lo que te digo lo que haga falta – contesta Jose muy convencido.
- Lo mismo digo, un gustazo así merece la pena esperar. - Contesta Manuel. - Y yo puedo pasar sin sexo lo que haga falta, ¿verdad cariño?

1 comentario:

sangreybesos dijo...

Taladrarse el higo, hum... El tal Jose debe ser albañil, por lo menos.