ELABORAR UNA IDENTIDAD ES UN PRIVILEGIO QUE SÓLO EJERCEN AQUELLOS QUE TIENEN LA POSIBILIDAD DE ELEGIR Y QUE LUEGO MANTIENEN EL ESFUERZO DE PENSAR.




3 de abril de 2009

BLOQUEO MENTAL NO DESEADO

Hoy no tengo nada nuevo que contaros, por qué, no lo se. Lo cierto es que mi mente siempre da vueltas sobre miles de cosas, a lo largo del día y a la vez, por supuesto no puedo quejarme de vagancia mental, pero ese es otro tema, no puedo soportar como la gente pierde el tiempo delante de la televisión, hora tras hora y día tras día, después de regresar del trabajo, los fines de semana y, cuando tienen algo productivo que realizar, se quejan porque no pueden estar descansando, que es lo que suelen hacer la mayor parte del tiempo. Dormir y descansar, ¡Que bien suenan esas palabras! Aunque lo cierto que no puedo aguantar mucho tiempo sin hacer nada, como mucho, me paso un par de horas viendo la tele o durmiendo la siesta, pero ahora sólo lo hago ocasionalmente. Cuando esto ocurre, o bien me estoy arreglando las uñas, lo cual requiere tiempo y paciencia, lo cual no me estoy quieta o estoy enferma, como ha ocurrido esta semana.

Debido a un evento social en otra capital, una boda, los cambios de temperatura han provocado, en mi débil sistema de defensa, un resfriado de aquí te espero. No me podía levantar de la cama, me dolía la espalda y las articulaciones, a la vez, una ligera subida de temperatura, anunciaba que había una infección en mi interior. ¿Qué hice? Me fui a la doctora que no médica, saqué la medicación de la farmacia, compré lo la fruta y verdura que me hacían falta para el día y volvía a mi casa. Aquella experta en enfermedades me dijo que necesitaba reposo y estar encerrada en casa unos días, lo que en mi se traduce por unas horas. Así que al volver a mi choza, me puse inmediatamente a cocinar, preparé litros de zumo de naranja y me tomé la medicación. Tras un par de horas o tres, no lo recuerdo muy bien, de preparar comida casera para toda la semana, atender las múltiples llamadas de mi madre para ver como estaba, llamarla yo para ver cómo se hacía tal y cual cosa, y, como no, las de mi abuela, que es como una segunda madre, conseguí finiquitar la pitanza de unos tres o cuatro días. Pollo asado, pilpirana, ensaladilla rusa, pinchitos, flamenquines y demás manjares hacían los placeres olfativos de aquellas cuatro paredes donde vivo. ¡Uy! Un mareo, me dolía la cabeza, pero ¿qué hacía sentada delante de la tele hasta que sangreybesos llegara del trabajo? Yo os diré la respuesta, aburrirme como una ostra en el fondo del mar y sin perla con la que juguetear dentro de su concha. Así que me puse a pensar, tengo que hacer algo, no se me ocurría nada, no estaba motivada, el dolor de mi masa encefálica, unida al de las articulaciones, la tos y el dolor de garganta no me dejaban pensar; pero lo solucioné rápido, puse a hacer ganchillo, tengo algunos trabajos empezados y sin terminar, y esto me permite no fijarme mucho en mis cosas, por lo que no aumentará mi pesadez craneal.

Me fui al sofá, puse la tele, dejé unas verduras cociéndose a fuego lento, la sopa para el día lista para calentar y el segundo plato en el microondas. ¡Ah! Estos nuevos adelantos, son fantásticos, ¿no creéis? Me permiten hacer mas cosas aún.

Puse la tele, ¡bien! Ponían Bob esponja, unos de mis dibujos favoritos (lo cierto es que cómo un ser soso como una esponja o una estrella de mar, pueden haberse convertido en lo que son, los inventores son unos auténticos genios. Entre otras cosas, esos personajes cercanos a la deficiencia mental profunda, hacen los placeres de grandes y mayores, pero lo que más me gusta de ellos es que son felices, los adoro.) Pero no me quedé simplemente como un vegetal mirando la pantalla, mis manos doloridas se movían a un ritmo vertiginoso mientras movían la aguja de ganchillo para formar aquel hilo fino en algo que pudiera ser usado tras su mutación. ¡No es divertido! Después me tocó correr una mijita, ya era casi la hora de que llegara sangreybesos y tenía que terminar de preparar la comida, un toque al móvil – ring, ring,…- se escucha como insiste para decirme que se aproxima a la vivienda extramatrimonial que compartimos. Si no he terminado antes de preparar todo esto, es porque su preparación no lo permite, mira que pronto he colocado el taper dentro del microondas.

Como una loca me levanto, guardo todo en su sitio, porque me gusta dejarlo todo muy ordenado siempre. Coloco el mantel, la cubertería, las servilletas,… Entre tanto, lo demás se va calentando, a penas faltan diez minutos para que entre por esa puerta, buscándome para darme un beso, como hace siempre y un terrible dolor de cabeza vuelve a intentar vencerme, lo malo es que esta ver lo hace. Quizás esté agotada de tanto moverme, de la enfermedad en sí, que no he dormido bien esa noche por los ataques de tos, que me han aconsejado reposo y yo paso del tema, pero no puedo, mi cara se ha puesto más blanca que nunca, a pesar del calor, tengo frío, estoy destemplada y quizás con fiebre, no se tampoco me he preocupado por comprobarlo. He llegado al límite, lo reconozco cuando un mareo me hace sentarme de nuevo en el sofá tras colocar todo en la mesa del comedor. Todo me da vueltas, las venas de mi cerebro me hacen notar los latidos del corazón en él.

Tras la comida, no tengo más remedio que echarme un rato, no duermo, estoy cansada pero no es para tanto, sólo necesito un descanso hasta que la nueva toma de las medicinas me haga su efecto. Poco tardo en recuperarme, comienzo a dar vueltas, la manta que me tapa ya me sobra, no me gusta la postura y dejo de sentirme débil. Es entonces cuando me entra la desesperación por estar enferma. No aguanto el tener que mirar al techo, cerrar los ojos y no poder soñar, el notar como el tiempo se escapa entre mis manos, el volverme, aunque sea por unos instantes en un zombie que sólo come y duerme. Así que me levanto, ojeo el ordenador, voy a la cocina, mi compañero ha limpiado hasta la hornilla (es que es para quererlo), me mira y sonríe, sabe que lo que me diga, referente a un descanso, la cama o que estoy mala, no va a resultar efecto, así que me ducho, me visto y vamos a realizar las tareas mercantiles. Algo de comida para la semana, odio ir al supermercado todos los días y evito hacerlo en la medida de lo posible.

Tras un par de horas volvemos a casa con todo lo necesario para subsistir durante una semana más, montar alguna fiesta con los amigos y algún que otro capricho. Vuelvo a marearme, no digo nada, sin embargo él me lo nota. Me conoce demasiado bien para que pase desapercibido, pero pasa del tema. Preparamos la cena y rendida, por un día agotador, unido a un maldito resfriado común, en conjunción con una faringitis del copón, me hacen desear cerrar los ojos y dormirme. Mañana será otro día, me digo a mí misma, lo malo es que hoy no he podido estudiar, ni he podido escribir para el blog, tampoco he podido leer o ver una película con mi amor. Espero que hoy sea diferente, pero ya me encuentro mejor, quizás pueda hacerlo, pero no se si todavía estoy del todo recuperada. ¿Me quedaré hoy en casa guardando reposo? Depende de lo entretenida que esté, pero lo de reposo, depende de cómo se mire, desde mi punto de vista si, ¿y desde el vuestro?

Por eso hoy no tengo una historia o relato que ofreceros, sólo este pequeño escrito sobre un día en la vida de Silderia cuando se encuentra enferma. Simplemente eso, nada del otro mundo o interesante (no es que lo que yo ponga en el blog sea más, pero es más entretenido.) Espero ponerme buena y que la imaginación pueda salir de ese atasco de encefalitis en el que está metida, aunque no tardaré más de 24 horas más, mientras tanto, nos vemos el lunes. Yo seguiré con los antibióticos, reposando a ratos y gastando clínex para el resfriado, AAA…….aaaaa…..aaaaaachiiiiiisssss.

8 comentarios:

Edu dijo...

Mejorate. Todos tenemos algo siempre que contar, la experiencia puede ser mas intensa o estetica, pero el corazon va recopilando sensaciones a lo largo del dia, como las que tu has expuesto. La TV mediatiza y hace paralisis mental, pero siempre existe un resquicio en ella, para el pensamiento. Bob Esponja o la Bola de Cristal.
Un Saludo.

The Wolf dijo...

Que te mejores pronto, Silderia!!!

(Porque se nota que REALMENTE te molesta estár en "reposo". (Se supone que repaso es dormir y caldito, querida XD Al menos eso se estila en mis cercanías.)

Buena crónica, una ventanita abierta a la vida real.

Muchos saludos.

Kirin.

P.D.:Me harás ruborizar con tu comentario...
Gracias.
No lo merezco ni a medias, menos después de leerte.

K.

Unknown dijo...

No quiero parecer sádico o algo así, pero la verdad es que la historia si que resulta entretenida ^^

A mi me pasa un poco lo mismo las pocas veces que me pongo enfermo. Me dicen que si tengo que estar en la cama, que si nosequé pastillas, que si he de tomar caldos... como mucho hago caso a las pastillas, y no a todas. Aprovecho para adelantar faena, viciarme al ordenador, leer... no se, no soy demasiado hiperactivo pero de dia no puedo estar en la cama xD

Un saludo, que te pongas bien ^^


PD: Que malas que son las bodas eh? xD

Unknown dijo...

Ah! Se me olvidaba. Lo del nombre es por... por... la verdad no tengo ni idea de porqué puse eso xD

Estaba buscando un nombre para una cuenta de gmail y, por supuesto, cualquier cosa que pusiera estaba cogida, y no podia usar mi nombre si no era algo parecido a mario-sanz_25_007-caramelo_69@gmail.com, o chorradas por el estilo. Asi que me puse a probar chorradas mas rebuscdas aun. Y tuve suerte de encontrar este libre, porque otros como seiseiseis o sixsixes ya estaban cogidos xD

Pues eso. Que te mejores pronto

Silderia dijo...

Edu: cuando acabó la bola de cristal a penas contaba con un par de años de edad de existnecia, pero te puedo asegurar que me acuerdo de muchas imágenes y cosas que ocurrían ahí, eso marcó mi vida al igual que el planeta imaginario, demasido pequeña para recordarlo, pero ahí estan. En algo tuvieron que impactarme para que los recordara.

Kirin: no lo hago tan bien como tu, yo solo hago hago algo que me gusta, igual que todos los que estamos aquí. Supongo que soy, como mal nombran hoy día, un poco hiperactiva, ¡qué le vamos a hacer!

Mario: me mola el nombre, como ya te he dicho me parece original lo de no usar números, por lo menos a mi. En cuanto a lo de leer, no puedo, la cabeza no me deja. Pero bueno, haré otras cosas, aunque sea a ciegas, lo intentaré y lo conseguiré.

Gracias a todos por vuestros comentarios, con esto ya me siento mejor, mucho mejor.
Un beso muy fuerte a todos.

sangreybesos dijo...

Amor, si es que no puedes estar quieta!!! En cuanto termines con los antibióticos, o sea, mañana, vamos a pasar a probar las infalibles recetas del doctor sangreybesos, elaboradas a partir de uva y agave azul... ¿has visto lo bien que me ha venido a mí el zumito de cebada para el resfriado?

Silderia dijo...

Claro si me lo he llevado yo todo, no te he dejado ni un virus en el cuerpo, eso es lo malo de dormir en la misma cama.

Anónimo dijo...

Hola, pienso que necesitas en que mantener ocupada tu mente, dado que luchas contra lo que habitualmente estamos enseñados hacer, tienes la salida muy cerca y conocer lo que sucede y pueda aclarar algunas preguntas y entretenerte con los resultados de esta investigación que a la vez de aportar en la solución mundial puede salvarte.
Ahi te dejo unos enlaces a modo de introducción:
http://www.primicias.com.do/articulo,32325,html
http://www.youtube.com/watch?v=QBqR5Dgy33U
http://www.youtube.com/watch?v=2jV6Dhza2G0
http://www.youtube.com/watch?v=xhwYAu04HMo&feature=PlayList&p=5AC298B1EA4F140B&playnext=1&playnext_from=PL&index=22