ELABORAR UNA IDENTIDAD ES UN PRIVILEGIO QUE SÓLO EJERCEN AQUELLOS QUE TIENEN LA POSIBILIDAD DE ELEGIR Y QUE LUEGO MANTIENEN EL ESFUERZO DE PENSAR.




20 de marzo de 2009

Selene. Capítulo XLV.

CAPÍTULO XLV: UNA RESPUESTA EN UN LUGAR NO DESEADO.

Tras una larga y tortuosa noche, por parte algunos de los presentes en la casa de la abuela, todos se levantaron para reunirse de nuevo en el viejo salón.

- Señorita – le dice Luis.

- Llámame abuela jovencito – le dice mirando por encima de sus gafas.

- Bueno – responde confundido. - ¿Podría decirnos algo sobre un ser oscuro que intentó asaltar a Selene?

- ¿De cuál estáis hablando? – dice ella inquieta.

- De las sombras creadas, abuela – le responde Fepico con la boca llena de pan con mermelada

- Pam… - se escucha tras ello. – Te he dicho miles de veces que no se habla con la boca llena – acusa con el dedo a su nieto. - ¿De qué estabais hablando? – mira a Luis. - ¡Ah! Si, de las sombras con ojos.

- Eso abuela…..cof,cof – responde Fepico un tanto molesto y atragantado.

- Pues no puedo hablaros de eso - dice la señorita octogenaria.

- ¿Por qué? – interrumpe Yu. - ¿Se le ha olvidado cómo se les vencía?

- No niña remilgada y mal educada – le dice la señora en tono amable. – Es que el libro donde venía eso no lo tengo yo.

- ¿Y tus conocimientos? – dice Fepico.

- Hijo – dice echándole una mirada asesina. – He matado tan poquitos de esos en mi vida que no se como hacerlos desparecer sin ese maldito libro escrito por mi.

- ¿Y usted fue la que escribió el libro? – incide Yu.

- Por eso lo hice – responde sin volver la vista. – Para que no se me olvidara cómo hacerlo sin volvía a presentarse.

- ¿Quién tiene ese libro entonces? – le pregunta Selene echándose algo más de chocolate caliente.

- Hades

- Przzzzzt…… - hace Yu manchando la alfombra. - ¿Quién? – vuelve a preguntar. – Bueno, bueno, eso no importa.

Yu no puede creerse lo que acaba de escuchar, el mismo rey del infierno posee el libro que todos desean, pero ¿por qué le interesará tanto? Sabe de buena tinta que Hades no lee a penas y si coge algo de eso es porque lo va a usar, ¿contra quién?

Entre tanto Selene la mira, sabe el motivo de su nerviosismo y el inconformismo que sale de Yu al saber la decisión que van a tomar. Ir a ver a Hades, lo cierto es que a ella tampoco le agrada ya que, ciertas rencillas antiguas, han evitado que ellos dos se hablen en miles de ocasiones. Sabe que no le gustan las visitas y, mucho menos, si van ha pedirle algo suyo, lo cierto es que es como un niño, en eso de prestar las cosas. Sin embargo, con Yu a su lado no tienen mucho que temer respecto del tema, la verdadera pregunta es si su amiga cederá ante lo que surgirá de él.
En poco tiempo se ponen en marcha, el chocolate aún humea dentro de la cafetera y los bizcochos todavía no han empezado a reblandecerse por el calor circundante, a pesar de todo, han de partir. Creían que la respuesta iba a llegar antes de lo previsto y que la abuela solucionaría todas sus dudas, pero no ha sido así, tienen que ir a su objetivo inicial, el centro del infierno.

Los dioses no tienen miedo a ello y Fepico tampoco, aunque es una persona que evita por todos los medios una confrontación. Cierto sentido le dice que esto puede ser divertido, más de lo que estaba pensando en un principio y que los conocimientos adquiridos en sus múltiples viajes y larga vida, podrán servirle para salir del infierno con vida y poder contarlo, a modo de anécdota, en alguna de sus reuniones con amigos y conocidos, tras una buena colocación de todo lo que puedan cortar, enrollar y fumar.

- ¿Cómo llegaremos al centro? – le dice Luis a Selene.

- Caminando – le responde encogiendo los hombros. - ¿Conoces una forma mejor? – lo mira a los ojos. – Yu no puede con todos y yo no pienso perder mi forma humana a menos que sea necesario.

Luis se encuentra muy confuso, ha pasado por allí antes. ¿Cuándo? No puede saberlo, sin embargo otros detalles, no han pasado desapercibidos de sus recuerdos anteriores. Los verdaderos humos de Yu, los diferentes caracteres de su novia, cambiante como la luna a la que rige, incluso recuerda vagamente a un personaje como Fepico años posteriores en lo que él pudo haber nacido. Lo cierto es que tendrá que esperar, la mutación no se ha completado todavía, ha de aguardar a que sus recuerdos se hagan fuertes, se afiancen y que sus poderes regresen de nuevo a la vida, pero eso es mucho tiempo para una persona que está en el infierno, los necesita y pronto, cualquier cosa podría pasar allí dentro y Selene y Yu, podrían no estar en condiciones de salvarlos de los problemas. Sin embargo, confía en ella, se siente seguro con esas dos venus nacidas antes de que la tierra fuera lo que es. Continúa caminando mientras un cielo rojo y morado, se cierne sobre ellos, el calor es inmenso y los cuerpos descompuestos, las vísceras, restos humanos, junto con unos gritos horribles, no dejan de adornar el ambiente. A lo lejos, un barquero bajo un árbol decorado con esqueletos y piernas humanas espera la llegada de los siguientes pasajeros, pedirá un tributo. Caronte destaca por ser el que nunca perdona un pago, pero las alas de Yu la delatarán, no puede aparecer delante de un ser infernal y pretender ser un muerto cuando ella no puede hacerlo. Esa no es la entrada de los dioses y sin embargo lo han hecho.

Decide esconderse para sobrevolar el río junto a ellos, tras la gran niebla densa y permanente que llena ese accidente fluvial. No queda otra salida, se quedará atrás.

- ¿Quienes sois? – dice una voz seca tras una túnica negra.

- Venimos desde lejos y hemos llegado hasta aquí – se adelante Selene. – Seguíamos un camino y nos hemos perdido en uno de los callejones de la ciudad – continúa disimulando. - ¿Sabes como llegar a la calle Rosas de Medina? Nos estás esperando unos amigos.

- Subir – muestra su mano esquelética la entrada a la balsa. – Pero el camino hacia vuestro destino tiene un precio.

Fepico comienza a buscarse las monedas en el bolsillo mientras un chirrido suena en el aire.

2 comentarios:

sangreybesos dijo...

¿Y la abuela les acompaña, eh? ¿La abuela les acompaña?

Silderia dijo...

eso lo verás en sucesivos capítulos, no que te ha dado esa abuela malhumorada y con aspecto de guerrillera