ELABORAR UNA IDENTIDAD ES UN PRIVILEGIO QUE SÓLO EJERCEN AQUELLOS QUE TIENEN LA POSIBILIDAD DE ELEGIR Y QUE LUEGO MANTIENEN EL ESFUERZO DE PENSAR.




24 de marzo de 2009

UNA BODA EN POCOS DÍAS.

Histeria colectiva.

No es un secreto para nadie cuando uno de vuestros familiares se casa, la alegría depende de la persona con la que vaya a producirse el enlace, aunque la mayoría de las veces, es aceptada por la familia. En esa reunión, familiares y amigos se unen para ver un enlace, bien por el juzgado o por la iglesia, y después de unas copas, esperando a que los novios se saquen las fotos de rigor, hay una comilona global acompañada de bailes, tarta, fiesta y, por supuesto, mala comida, algo por lo que todas las bodas, o por lo menos, en su mayoría, destacan. No será la primera vez que escucho que lo mejor de la comida ha sido la tarta.

Comentarios de este estilo a parte, que después retomaré, volvemos al tema de la boda en sí. La boda y las mujeres, este podría ser el tema de este post, el motivo principal es, a parte de los nervios de la misma novia, el de todas las féminas que se colocan en su entorno o, mejor dicho, el de todas aquellas que tienen una ilusión por el acontecimiento que acontecerá en pocos días. La histeria colectiva se va adueñando de sus mentes conforme se va acercando la fecha, problemas insulsos y fuera de toda importancia como ¿qué voy a ponerme?, necesito un traje nuevo, unos zapatos, ¿qué me pondré a conjunto con todo?, los pendientes que vas a llevar, el colgante, a quién puedo llamar para que me deje algo, etc, etc, etc. La lista suma y sigue, y es que no tenemos remedio, las mujeres somos así (aunque algunos hombres tampoco se quedan cortos en esto.)

Lo malo viene cuando tú todo esto te lo tomas con calma y serenidad, mientras el resto de mujeres está dando vueltas como mosquitos alrededor de todo lo que puedan, para rondar sobre como ser la mejor de la fiesta, después de la novia, por supuesto (mentira, tienes que salir por encima de ella inclusive.) Pero a ti, que ciertamente la mayor parte de la parafernalia te da igual, sabes lo que te vas a poner, aunque no te lo hayas probado y el resto está solucionado desde hace mucho, te toca ponerte histérica al final. Y eso es lo peor de tener un negocio propio que tenga que ver con la estética, todos quieren ir a arreglarse en el último momento, el caso es que nadie ha podido arreglar las cosas antes, siempre con prisas, sin poder parar y metiéndote bulla, entre ellos, tu propia madre que no se queda anexa a todo ello.

- Tienes que venir a probarte el vestido – te dice por el teléfono. – Es que la boda es la semana que viene y yo no se cómo te queda el traje. (Pues cómo me va a quedar, de muerte, si me lo ponía con 17 kilos más, el traje es elástico y ahora no tengo sobrepeso, me quedará que ni pintado.)

- ¿Por qué no te compras un traje nuevo? – me dice la lista de turno. (¿Y todos aquellos trajes de fiesta que tengo en el armario que solo me he puesto una vez? Los tiro, porque como ya me los he puesto, el pastón que invertí en ellos ya está amortizado, como si el dinero naciera en los árboles, a demás, todo el dinero que pueda ahorrarme me lo gasto en cerveza y juergas, no en colocar otro trozo de tela ceñido en mi armario para ver lo mono que es.)

- ¿A mi me vas a cobrar por el trabajo? – me dicen cuando termino de hacer las cosas para arreglarlas para la boda. (A ver si es que mi tiempo lo regalan y los materiales también, que esto es un negocio, no soy la hermanita de los pobres, te cobro menos, pero el dinero lo quiero, sino, haber buscado a otro profesional en el tema. ¡A ver cuánto te lleva!)

- Tú tienes la cita el miércoles que viene a las cinco – digo por el teléfono a un familiar.

- El miércoles o el martes, ¡ya veremos! – me dice al decirle la hora que tengo libre para atenderla. (Como si esto fuera Jauja o yo no tuviera nada en absoluto que hacer, ni citas que coger. Como soy familia voy cuando mejor me convenga, y listo. Pues no lista, vienes pidiendo cita y a tu hora, igual que el resto. Para colmo que cobro menos de lo debido, tengo que hacer hueco entre clientes y he de comerme yo los descansos, parece que el favor me lo hacen ellos.)

Esos y otros más son comentarios que me han hecho en estas dos largas y duras semanas, deseando que alguien me falle en la cita para poder descansar, entre respiro y respiro, tomo algo de te frío y me paro a pensar en lo que significa todo esto, realmente nada. Para la única que tiene que ser algo es para la novia en sí, no para que se cree esta histeria colectiva.

Ciertas comparaciones y comentarios son bastante desagradables.

Pero es que ninguna boda está exenta de ellos, es que no se puede decir nada nuevo o bueno respecto del tema cuando estás en un evento de esta u otras características parecidas.

- La novia va más mona cuando se peina asi… - ¿Tú te has visto en el espejo? A ver si es que tu has mejorado con tres quilos de maquillaje, ¿te los han echado con una espátula o directamente a pistola para que no deje marcas?

- Ella vale más que él (si es por parte de la familia de la novia, si es al revés sólo cambia el pronombre) – Da igual, se quieren, nunca he entendido eso de ella vale más que él o él vale más que ella, ¿es que llevan etiquetas con el precio colocado en el cogote?

- Pues la comida no es muy buena – Eso es típico en todas las bodas, a ver que pones tu en la tuya o qué pusiste, ¿seguro que no hubo nadie que se quejara?

- No podía haberse casado en otra fecha, mira el tiempo tan malo que hace – Vamos a pedirte permiso para ver cuándo te viene mejor para que luzcas ese traje tan destapado.

Desde luego que nadie está libre de crítica, pero a ellos que no les toquen porque son perfectos.
Sea cuando sea, no hay frío.

Y es el aparentar nos gusta más que a ninguno. El lucir un bonito traje de tela fina, sin mangas, con un gran escote y peinados imposibles, nos encanta. Pero eso quedaría fuera de tono en otra época del año, sólo es para bodas, en otros eventos no es tan digno de admiración. ¡Por favor! Yo me sumo a la lista, no penséis que iba a ser menos.

Las sandalias salen de sus polvorientas cajas, olvidadas meses atrás para vestir unos dedos congelados y casi amoratados por el hielo de la noche (eso lo soluciono yo con un par de copas, igual que el frío corporal, pero mientras llega, a aguantar como las buenas.)
Aunque, volviendo a hablar del tema anterior sobre los comentarios, los familiares y amigos más jóvenes tampoco están libres de culpa. Cometarios como:

- ¿Y a vosotros cuando os toca?

- A ver cuándo os animáis.

- Espero que la tuya sea un poco más cerquita.

Son algunas de las inoportunidades que pueden soltarte, sobre todo las más viejas. ¡Qué ganas de boda tiene la gente! ¡Cómo si fuera tan fácil! Las invitaciones, las mesas, los invitados y las miles de chorraditas más que se unen a esto son una parte considerada esencial en ellas. Oleadas de pensamientos se pasan por mi cabeza en esos momentos – cómo a ti te fue también en tu matrimonio, por eso buscaste un nuevo marido después de quedarte viuda, dame dinero y no me des consejos; son uno de lo más normalitos otros empiezan por la palabra gilipollas y acaban por hija de puta. Pero no queda bien que lo diga por el simple hecho de no amargar la vida a nadie en ese día, aunque de vez en cuando lo hago.

- De las bodas salen bodas – dice una vieja o una tía soltera. Por eso tu vas a todas a ver cuando te toca a ti.

Hay tradiciones que nunca mueren.

Y es que la puñetera tradición del alfilerito para identificar a las solteras de las casadas, la liga de la novia o, el menos común de todos, tirar el ramo de la novia a las solteras a ver quién lo coge. Eso es una estampida de Ñus en plena migración, ¿cómo se pueden perder los papeles de esa manera para coger un ramo de flores? Eso es tremendo, miles de mujeres, jóvenes y talluitas, junto con algunas niñas se confinan a pocos metros de la novia, esta colocada de espaldas lanza el ramo y, en ese mismo momento, el nerviosismo se adueña de las solteronas que salta como jugadores de baloncesto para conseguir tomar su objetivo. Algunas acaban por el suelo, otras encima de las mesas derramando las copas, han perdido los papeles, y, ¡cómo no! Aquel perifollo de florituras y plantas diversas acaba en las manos de la que ha sido colocada allí, casi por obligación de su madre y tías casadas. Colocada en el extremo derecha, justo en primera fila coge el ramo al aire sin intentarlo si quiera. Ha caído allí, en el lugar menos probable. Entonces todo acaba, el resto la mira con cara de envidia, como si la tradición de que la próxima que cogiera el ramo sería la próxima en casarse. Desde luego que hay que ser crédula (esto me ha pasado a mi, no intenté coger el ramo, cayó en mis manos y ni tan siquiera las levanté, lo prometo.)

Bueno, como veis todo tiene su cosa buena y sus cosas malas, sin contar con el desembolso de dinero, de eso mejor no hablemos. Se pasa bien, te ríes, ves a tu padre bailar, disfrutas, pero algunas cosas nunca cambian. Espero que todo pase pronto, por lo menos hasta la barra libre, me provocaré una amnesia etílica, será lo mejor.

9 comentarios:

Edu dijo...

El matrimonio,es un contrato mercantil, asi lo explicaria un abogado de civil. El amor no se puede legislar por parte de ningun estado sea laico o religioso. Soy partidario de las uniones libres de afecto de la pareja y no de los contratos bajo alcalde, notario o cura. Pero respeto a quien decida formalizar otro tipo de union en la legalidad vigente.
Un Saludo.

Rocío. dijo...

Es que estoy de acuerdo contigo pero hasta en los puntos y las comas hija....
Tu conoces alguna boda en la que no hayan habido pegas??
NOOOOOOOOOOOOOOOO........
Pero bueno, de las bodas, los mas afortunados son los novios, porque estan tan ensimismados y nerviosos, que no se dan cuenta de na.
Te lo digo yo que le di el ramo de novia a la Virgen (que no se trata de ninguna amiga mia, esta claro).
Besos bodiles!

Silderia dijo...

Edu: muchas veces los papeles ayudan en ciertas cosas legislativas, a mi también me gusta el amor libre, pero el ser reconocida por ciertos derechos que me corresponden por ello también, eso no quiere decir que deje de ser un trámite más en cuestión de sacarte dinero y hacerte perder tiempo.

Cuñaaaaaaaaa: es que me ponen histérica estos eventos, sobre todo si son tan lejos de casita, de todas formas el sábado os esperamos para la fiestecita, tengo una botella de champan rosado lista para las dos o las tres, depende si viene tu primo o no.

Melvin de Gats dijo...

Discrepo en un punto muy importante:

"hay una comilona global acompañada de bailes, tarta, fiesta y, por supuesto, mala comida, algo por lo que todas las bodas, o por lo menos, en su mayoría, destacan."

Se nota que nunca has ido a una boda gallega, lo raro es que la comida sea mala ^_^

Silderia dijo...

no pero me gustaría ir, a ver si es verdad que se come bien, aunque he puesto en la mayoría, podrían entrar las gallegas, aunque eso tend´ría que comprobarlo

sangreybesos dijo...

Sabes que estoy de acuerdo en lo del rollo burocrático, pero me revientan esas gilipolleces de "el día más importante de mi vida", "me caso para demostrarte mi amor", etc, que el amor se demuestra día a día y, sobre todo, en pequeños detalles sin aparente importancia. Las ceremonias y las solemnidades sólo hacen felices a los pobres de espíritu.

Silderia dijo...

Puede, algunos y algunas no tienen una manera mejor de demostrarlo, así que mientras ellos sean felices con ello y cuelen con una excusa de un amor eterno con una demostración delante de todo el mundo que sólo lo simboliza una firma que te da derecho a ciertas cosas burocráticas, estupendo.

The Wolf dijo...

Hola, gracias por todo lo dicho, y te compadezco por lo escrito :S

Lo bueno es la globalidad del stress de las bodas, siempre son tema de conversación.

Saludos... y volveré cuando esté más inspirada.

Slaudos

Kirin

Silderia dijo...

Vuelve cuando quieras, aqui seras bien recibida siempre, ya lo sabes.
Las bodas son terribles, para todo el mundo no solo para el que se casa.

Saludos