ELABORAR UNA IDENTIDAD ES UN PRIVILEGIO QUE SÓLO EJERCEN AQUELLOS QUE TIENEN LA POSIBILIDAD DE ELEGIR Y QUE LUEGO MANTIENEN EL ESFUERZO DE PENSAR.




14 de noviembre de 2008

LOS CAMINOS PERDIDOS DEL SUBCONSCIENTE (IX)

Estos segundos se me están haciendo eternos, ¿qué será aquella luz que sale de sus entretelas? Lo cierto es que ya casi parece que no siento nada, una paz interior va inundando mi cuerpo, el escozor de las heridas desaparece. Sólo permanece la horrible visión de aquella criatura de cara arrugada, roja y ojos casi inexistentes que me mira con una sonrisa grande y descarada. Esos dientes podrían arrancar la carne de mi cuerpo de un solo bocado. ¿Qué pretende? Creo en breves momentos lo averiguaré.

Su otra mano acaricia mi pelo suavemente, como un amante. Es cálida, muy suave e intenta no hacerme daño. Aquella cosa acaba de dar la cara, es otra bola como la de mi espada. Luminosa y más grande, su luz es negra, la de la mía blanca. ¿Será su opuesto? Pero… ¿Qué estoy pensando? Aquí todo es lo contrario de todo, el reverso del reverso, una vuelta más de tuerca a lo podríamos considerar un antónimo.

Tengo pesadez en los párpados, ya me duelen por el esfuerzo, he de mantenerme alerta, pero me es casi imposible. Intento resistirme a esta sensación, casi no puedo aguantar, con como paredes de ladrillos rellenos de metal muy muy pesado.

- Ahora duerme, no te resistas, estoy aquí para cuidar de ti – me dice una voz que sale de un cuerpo que no mueve los labios para espirarlo.

Para cuidarme, parece que no me altera nada ese pensamiento. A pesar de su aspecto, y de lo ocurrido minutos antes, no me suena para nada agresivo ni desagradable. Entonces, no puedo más, cierro mis ojos y dejo de ver todo lo que acontece a mi alrededor. A veces lo mejor no viene en botes de perfúmenes y con caminos de rosas.

Aaaaaah…. ¿Qué ha pasado? Hace un segundo estaba tumbada en el aire, flotando como una burbuja inerte y ahora vuelo sobre…. ¡nada! Simplemente no hay más de un inmenso vacía a mi alrededor, me muevo a mi antojo, eso es cierto. A penas tengo que mover una de mis extremidades para poder cambiar de dirección o hacer giros espectaculares.

Sé que no hay nada simplemente porque ya hubiera chocado con algo, mi forma de moverme en mi nueva situación, delatan lo novata que soy en este campo. Miles de turbulencias hacen que me tambalee en el aire y que salga desorbitada hacia quién sabe qué dirección.

Mis manos abiertas rozan con algo, el qué; simplemente ni me lo planteo, podría ser cualquier cosa. No merece la pena intentar averiguarlo. Cuando doblo la cabeza no he visto nada, si fuera algo reconocible por mi mente, ya habría visto algo. Solamente ha pasado tan cerca de mi, que ha hecho que mi sentido del tacto se altere dándome la señal de que algo ha pasado. ¿Un cambio tal vez? No sé porqué sigo haciéndome estás preguntas tan ridículas, quizás mi mente curiosa y ansiosa por saber, no se haya cansado todavía en su intento por comprender todo esto; sin embargo una parte consciente de mi fuero interno, me grita constantemente que nada de lo que estoy viviendo, desde hace ya un tiempo tan largo, que casi no puedo recordar, que hay que vivir lo que se me presenta haciendo todo aquello que te pide el cuerpo, ignorar a la razón e intentar ver la luz de algo a lo que podemos llamar un nuevo día; aunque esos ritmos también los marca mi reloj biológico, el cual parece que se ha ralentizado.

Parece que allá, casi de forma imperceptible, hay algo a lo que me acerco cada vez más y más. Me llama, pero no por mi nombre, es como un impulso que me hace dirigirme hacia aquella dirección. Arriba, abajo, a la derecha, a la izquierda… Eso no importa, da igual, a lo mejor me lleva a otro mundo. No lo sé, pero aquellas ondas pululantes, en forma de zigzag, que parecen vivas y de colores grises, parecen más acogedoras que este frío lugar.
Por supuesto tengo muy poco que perder, ¿la vida? Creo que eso aquí vale lo mismo que en mi mundo, nada; a pesar de todo sigo manteniéndola y algo me dice que he de explorar los nuevos parajes. ¡Abrir paso que haya voy!

1 comentario:

sangreybesos dijo...

La historia va adquiriendo cierto tono melancólico que mola mucho.