ELABORAR UNA IDENTIDAD ES UN PRIVILEGIO QUE SÓLO EJERCEN AQUELLOS QUE TIENEN LA POSIBILIDAD DE ELEGIR Y QUE LUEGO MANTIENEN EL ESFUERZO DE PENSAR.




8 de octubre de 2008

LLEGÓ POR LA PUERTA GRANDE

Siempre ha estado con nosotros.
Desde que nuestros antecesores comenzaron a vestirse con prendas de animales, esta gran prenda nos ha acompañado. Las primeras fueron simples telas que se anudaban a la cintura o más alta, lo cierto es que poco nos consta de aquella época en que casi nada estaba inventado y quedaba todo por descubrir. Pero la inventiva del hombre estaba en auge, eso es seguro. Miles de utensilios cotidianos vieron la luz en aquella época y, como no, entre todas ellas, la pollera o falda, fue una de ellas. Bien en forma de vestido o como una prenda que sólo cubría la parte baja del tronco, hasta quien sabe dónde, se utilizaba para cubrirse del frío y camuflarse.

Se sabe que ciertas culturas, como los sumerios, los egipcios o los asirios, la continuaron usando por encima del pantalón, una vez que este salió a la calle. Algunas culturas, como la escocesa, la utilizan entre sus caballeros como una prenda utilizada, ahora en festividades. Todo el mundo conoce la faldita de cuadros.

Prenda femenina por excelencia, las mujeres las han utilizado siempre. Las primeras faldas, nombradas como tales, salían desde debajo de los senos, acortando después este talle, para sujetarse cómodamente por encima de la cintura; sus hermanas más jóvenes, se sitúan ahora bajo la cintura, estratégicamente colocadas en las caderas de sus portadoras (las hay más cortas empezando desde arriba, pero eso tiene otro nombre.)

El largo habitual era hasta el suelo, tanto los vestidos como las vestimentas a dos piezas, tenían que cubrir completamente la anatomía femenina de la mujer; sin dejar nada a la vista de los señores que pudieran observarlas. No decían nada de entallarlas eso sí, pero llegaron los cancanes y otros artilugios que provocaron el aumento de las caderas, de una forma artificial y jocosa. Algunas damas necesitaban puertas más anchas de lo normal y más de una silla, para que su pomposo y estrambótico traje cupiera (pero todos conocemos las peculiaridades y gustos sobre la moda de algunas épocas.)

Cierto es que muchos señores, se agrupaban a las puertas de ciertos edificios con escalones o los lugares donde se accedía a algún tipo de transporte, para poder verles el talón a las damas. Muchas veces ni lo conseguían, unas grandes enaguas, medias tupidas y unos zapatos, preparados para ello, impedía toda visión de la carne; pero el simple echo de intentarlo e imaginar que debajo no había nada más que piel tersa, podía causar estragos en sus funciones.

Por fortuna estas se fueron acortando. Por supuesto, gran parte de la parafernalia interna de las mismas también; ahora tanto relleno e intento por deformar la anatomía femenina, ha pasado a utilizarse en cierto tipos de vestidos y se ha puesto al servicio de las curvas. Y no al revés como se pretendía en un principio.

Se encogieron, y no gracias al agua caliente.
Hasta los años 60, la expresión mínima de una falda era el enseñar media pantorrilla; más era pecado. Pero una mujer, si señores, una gran mujer decidió que estaba harta de tanta represión y el 10 de Julio de 1964, Mary Quant, que así se llamaba, mostro junto a su colección de verano la llamada minifalda. ¡Vendita la hora!
Por supuesto, causó una gran alarma y un revuelo, pero eso no importó. Las mujeres apoyaron su osadía, porque no podían pensar otras cosas. Si un hombre lo hace se le llama de otra manera, pero seguro que tuvo que aguantar que la llamaran hasta calentorra, o calientapollas en la jerga actual. Pero lo más bueno no fue eso, consiguió hasta el apoyo de la corona. ¿Cómo iban a desterrarlo ahora? Imposible, enseñaríamos las piernas hasta los restos.

Lo cierto es que, ¡cómo no!, la iglesia tuvo que meterse en todo esto. Consiguió que muchas escuelas prohibieran, bajo pena de expulsión, que se llevara esta prenda para la asistencia en clase. A muchas de nosotras nos daría igual, teniendo en cuenta que a clase se va a estar cómoda, y una minifalda no es lo más adecuado para estar a gusto en una clase (qué cada uno piense lo que quiera, pero yo prefiero los vaqueros elásticos y ceñidos al cuerpo para estas actividades.)

La pena es que lo que sí me ha sorprendido es lo retrógrados que siguen siendo, una religión preferente machista, aún tiene mucho de qué hablar sobre la minifalda en esta época. La noticia no ha venido de muy lejos en el tiempo, a penas el 20 de agosto de este año (por si no lo saben estamos en el 2008, pleno siglo XXI.) Según la iglesia católica, la minifalda incita a la agresión sexual, ya que es una prenda que incita a este tipo de violencia. Esto ocurrió en Mejico, pero podría haber sido también en otro lugar del mundo, eso da igual, mujeres hay en todos los sitios. Respecto a esto, no voy a decir una palabra más, creo que ya es bastante con que cada uno saque sus propias conclusiones.

Entera o por partes.

Da igual como la luzcas, ¡va a quedar bien de todas las formas! Como digo siempre, lo importante es que tú te veas guapa.

En cuanto a las partes, hay varias clasificaciones dependiendo de su largo, pero como siempre voy a hacer la mía propia:

- La falda larga: de esta bien poco hay que hablar, llega hasta el suelo prácticamente y pude esconder más cosas de las que crees (no me refiero a comida del supermercado, que se que estamos en crisis, pero robar no está muy bien visto.)

- Media manga: como los pantalones cortos de tobillo, pero largos de rodillas. Tapan, como mucho, hasta mitad de la pantorrilla. Pero con unas botas altas quedan igual de sexys.

- Falda corta: Por debajo de la rodilla, llega a unos tres o cinco centímetros por debajo de esta y esconden el liguero (lo justo para enseñarlo cuando tú quieras.)

- Minifalda: su medida normal es de unos 35 a 45 cm, depende del culo que tengas, las piernas, la celulitis, lo que estés dispuesta a enseñar y lo que te vayas a poner ese día.

- El cinturón ancho: aquí no se puede esconder nada, se ve todo y cuando quiero decir todo, es todo. No deja nada a la imaginación, con ella no te hace falta ni agacharte para que te vean el tanga, el microtanga, la braga la abuela, el culotte o lo que quiera que lleves debajo.

Por supuesto esta definición se ciñe a los vestidos también, el uniforme de enfermera con un liguero y un cinturón ancho, levanta algo más que pasiones a simple vista.

El mito.

Entre todo este lío de faldas no he nombrado al icono por excelencia, la falda de cuadros con la camisa blanca, es decir, el traje de colegiala; uniforme por preferencia de los colegios católicos (ellos fueron los que lo pusieron de moda, nosotras lo arreglamos.) Aquella niña con carita de ángel, o de demonio, ¡da lo mismo! Vestida con una falda, que se encogía nada más salir por la puerta del centro, y una camisa o polito blanco, era y es el fetiche de muchos y muchas.

Lo cierto que una bonita falda invita a iniciar un fantástico recorrido. ¿Podrá soportar un hombre tantas curvas a la vez? Empezamos por un fino y largo tacón, sus manos recorren entonces los primeros tramos de una tela suave, como la seda (aunque no lo sea, no todas tenemos dinero para esos lujos), sigue hacia la rodilla y, un poco más arriba, justo a mediación del muslo, una liga, la que indica el término de la cubierta de licra, a pocos centímetros, una tira elástica da las primeras señas de que un bonito liguero se oculta bajo tu caparazón,….

Ahora el resto lo ponéis vosotras, esto puede darse en un bar, en la intimidad o en donde te plazca. Sólo tienes que recordar una cosa, que sea la persona que tú elijas, la falda que tú quieras y que si incita a la violencia sexual, como dicen algunos, no es tu culpa, es la de un salido que no puede controlar sus impulsos y que un tacón de aguja o cualquier otro, puede servir de algo más que para realzar tu figura, sólo tienes que usarlo.


Soy mujer, soy guapa, voy estupenda, tengo ganas de pasármelo bien y, sobre todo, soy peligrosa.

3 comentarios:

sangreybesos dijo...

Es curioso ver el carácter circular de la moda: la falda encima de los pantalones volvió a llevarse hace bien poco.

Silderia dijo...

Es que las modas antiguas siempre vuelven, mira los pantalones de campana o las mangas de elefante o el estilo zarrapastrozo y ¿qué será lo nuveo? no lo se, pero estoy impaciente por verlo

Dreamscape dijo...

Yo estoy a favor de la moda retro, me gusta mucho, y es diferente. Una alternativa para los que visten cuadriculadamente y van como borregos a las mismas tiendas.
Retro, alternativo y heavy... la combinación perfecta!!! jajajajaja