ELABORAR UNA IDENTIDAD ES UN PRIVILEGIO QUE SÓLO EJERCEN AQUELLOS QUE TIENEN LA POSIBILIDAD DE ELEGIR Y QUE LUEGO MANTIENEN EL ESFUERZO DE PENSAR.




14 de junio de 2010

FOTOS NO.

Este es el gran dilema, te esfuerzas por mantener una identidad semioculta, una vida alejada de estas páginas donde tú eres un creación de un subconsciente, una máscara caída en un mundo donde el mejor muro es un ordenador y…. ¡Pum! De buenas a primeras, te duele la boca de decir a todo tu círculo de amigos que dejen de colgar fotos tuyas en esas comunidades a la que tú ni siquiera perteneces y a la que te niegas a entrar. Y lo malo vuelve a la vida, te vuelves censora de un mundo que no es tuyo pero que realmente, en parte, te pertenece porque tú apareces en él.

Creo que a nadie le importa por dónde he ido o he dejado de aparecer, lo que he hecho o las reuniones que he tenido con ciertas personas. Peor todavía, como me llamo realmente o si a alguien le interesa eso. Estoy de acuerdo con aquellos que desean mostrar su identidad desde primera hora, aquellos que ponen sus nombres y apellidos en lo que hacen, que no les importa ser visibles, ha sido decisión suya, no hay más que decir en ello, pero nadie es quién para coartar ese derecho de ser visible o no por la página de la misma forma que te mueves en realidad.

Puede que Silderia sea sólo una parte de mi personalidad que habla a través de una web o no, eso lo decido yo en cualquier caso. Puede que haga de un grano de arena una montaña, pero está en mi derecho que la gente (aún ignorante de mi verdadera identidad física) sepa cómo soy, quién soy, a qué me dedico, dónde he ido o simplemente el verme en una foto donde pasando el ratón se vea una etiqueta con los nombres de las personas presentes en la imagen.

Lo sé, odio ese tipo de comunidades a las que no les veo ningún interés, reniego de formas de comunicación que no sean el email, la llamada de teléfono, la carta y demás, pero es que soy así, simplemente desinstalé el Messenger del ordenador porque me gusta estar tranquila en frente de una pantalla y no me interesa el que me hablen con los emoticonos. Escribo los mensajes de móvil enteros por el simple hecho de que todas las letras son importantes para mí y descarto por completo tener una conversación importante por una vía que no sea el cara a cara. Cuando quiero saber el alguien lo llamo y disfrutamos un rato juntos.

Cierto, el internet ha abiertos fronteras impensables y las comunicaciones no serían las mismas sin él. Pero cuando realmente lo necesite, ¿qué se van a decir dos personas que llevan horas hablándose por la red y más tarde se ven en persona? Nada, simplemente eso, el mirarse unos a otros o contarse lo interesante que parecía esa mierda de perro que han visto en la acera al llegar al sitio donde habían quedado.

Puede que yo use mejor o peor estas tecnologías, pero tengo derecho a la intimidad y mi imagen, como tal, forma parte de ellas si yo he decidido ocultarla al resto del mundo. Solo eso, una bloguera con un avatar (el cual es su propio tatuaje), a la que no interesa que le vean la cara, no es más que eso. Si me apetece contar el fin de semana lo cuento yo, diré que lo he pasado con unos amigos, pero a nadie le interesan sus nombres, menos todavía su historia y ciertamente su imagen me la trae al fresco. No coarto la libertad de los demás sin preguntar antes, que no le importa bien, que le importa, respecto y a joderse un poquito, ¿o es que este también es un espacio donde el respeto al prójimo se pierde sin más? Quizás lo hayas hecho sin intención, pero tu libertad empieza donde acaba la del resto, no es otra cosa.

Así que, me parece muy bien que se cuelguen fotos por internet, las vuestras, por supuesto, donde no se implica a nadie más o con el consentimiento del resto de los presentes en la imagen.

Es de puta madre que te cagues en los muertos de tu jefe por la web, que digas que no te sale del coño o del cipote ir a trabajar, que digas que tu novio la tiene muy larga o que cuentes las tías o los tíos con los que te liaste la semana pasada o yo que sé qué cosas más. Que decidas que todo el mundo puede verte en esa foto comprometida con los pantalones bajados o ebrio como una cuba y vomitando hasta la última papilla por las calles,… Si eso es lo que quieres… que así sea, pero deja al resto del mundo tranquilo y no te quejes porque ha tenido repercusiones en la vida física porque te lo has buscado, pero no lo hagas con los demás.

Y, para acabar, a todos aquellos que tenéis miles o cientos de amigos en esas comunidades o añadidos a conversadores por línea directa en pequeños programas. Es deprimente que tengas tantos amigos y el fin de semana las llamadas a tu móvil sean nulas o que alguien tenga que discutir contigo por estas cosas, pensar un poquito, que para algo tenéis la cabeza. Como adorno puede ser bonita, pero lo de dentro, como cualquier músculo, se atrofia.

2 comentarios:

sangreybesos dijo...

Todavía hay gente que me ve como una especie de ermitaño antisocial por no tener instalado el puto mesenller y no pertenecer a ninguna red social... con lo tranquilo que estoy yo cultivando mi huerto y reisertando a drogadictos...

Silderia dijo...

Como quieras, mientrass que no tenga que trabajar el huerto o traerte a rastras de la asociación por preguntar más de lo debido, me parece de muerte.

Creo que seguiré siendo una hermitaña, me gusta mi cueva alejada del mundo social de las redes.