ELABORAR UNA IDENTIDAD ES UN PRIVILEGIO QUE SÓLO EJERCEN AQUELLOS QUE TIENEN LA POSIBILIDAD DE ELEGIR Y QUE LUEGO MANTIENEN EL ESFUERZO DE PENSAR.




21 de mayo de 2010

JODIENDAS COMUNITARIAS.

¡Hay que ser guarra!


Y que conste que esto no es un insulto gratuito, que para eso están los malhablados de la calle que de cinco palabras que dicen cuatro son malsonantes y la otra ni siquiera saben lo que significa.

El caso viene porque la otra mañana, después de desayunar, fui a descolgar la ropa que había dejado toda la noche secando, cuanta ha sido mi sorpresa de ver que estaban llenas de migajas de pan. La de arriba, pensé por unos momentos, pero pudo ser cualquiera de los pisos superiores a mi bloque.

Será porque tengo una curiosidad demasiado grande o porque simplemente me gusta confirmar mis teorías, pero desde entonces recordé que el poyete de la cocina amanece así casi todos los días, mire el ángulo y comprobé que siempre tenía aquellos desechos del desayuno aunque la otra tuviera ropa colgada (cosa extraña). Una solución, me levanté temprano, antes de que ella se colocara esos estruendosos tacones, que por lo visto, utiliza también para andar por casa y dar por culo al resto de la humanidad desde antes que cante un gallo. Abrí la ventana, me coloqué en otra habitación mirando el ángulo y vi como descaradamente un plato asomaba desde la cocina y tiraba su contenido hacia la calle. ¡Eso sí! Lo tiraba usando una servilleta, no se vaya a manchar las manos. Por lo menos la servilleta la llevó hacia el interior.

Después me dice que baje la música, de la cual subo el volumen a las 11 de la mañana, porque siempre pongo el mismo disco y que ya se lo sabe (pues ya puedes ir al concierto – le respondí con la misma cara que ella me lo dijo). Por lo menos sólo es pan y no espaguetis, aceite o colas de pescado, entre otros (esto suena a consuelo de tontos) Pero es que para ser civilizados todavía nos falta un buen rato, demasiado para mi gusto.

Entre tanto, en este tira y afloja con los vecinos, los único que son felices son los gorriones que me encuentro todas las mañanas en mi cocina. Los veo a través del cristal y disfruto cada mañana con ello. Es más, no hago ruidos fuertes ni abro el cristal para no espantarlos, me recuerdan demasiado a mis antiguas mascotas, dos gorriones caídos del nido, que vivieron 10 felices años dándome muchas alegrías. Quizás no la castigue por ello, pero hay que ser guarra.

Sin embargo, si esto dejara de suceder, a lo mejor un trozo de pan comenzara a aparecer antes de que cante el gallo.

3 comentarios:

sangreybesos dijo...

Pues nada, seguiremos martirizándola con Mago de Oz...

(también podríamos dejar en el poyete un buen trozo de vaca, a ver si un día de estos vuelven los oscuros buitres a nuestro balcón sus nidos a colgar... noble animal, el buitre...)

Jonessy James dijo...

volveran los oscuros buitres?

lo primero que me arrancó tu relato fue un "pero que mina más desagradable, carajo"
habría que...
nah, que no merece ni que te pienses un castigo. (tienen un consorcio? una sociedad de vecinos? alguien a quien te puedas quejar?)


buena suerte con eso, es lo único decible (o que enceres muy bien las eslaceras... esos tacones podrían darle un tropiezo a cualquiera... que aprezca un accidente, bah)

saludos, silderia querida. siempre presente por aquí.

cariños

jonessy

Silderia dijo...

Jonessy: lo de la escalera no sería mala idea pero yo tengo también tacones ruidosos y se hacer alguna que otra putada discreta, como todas las mujeres. A ver que invento para lo del pan, todavía queda mucho por pensar, a demás, la junta de vecinos poco puede hacer, mejor dicho, no puede hacer nada en estos temas, así que estoy sola frente al peligro, aunque creo que el peligro soy yo en estos casos, aunque lo del tropiezo casual me lo apunto.

Muchos besos y buen fin de semana.

Cariño: los buitres eran monos pero me gustan más los cuervos, elegantes, discretos, más pequeños que un buitre y obedientes hasta cierto punto.

Son lo mejor, después de los urones claro.