ELABORAR UNA IDENTIDAD ES UN PRIVILEGIO QUE SÓLO EJERCEN AQUELLOS QUE TIENEN LA POSIBILIDAD DE ELEGIR Y QUE LUEGO MANTIENEN EL ESFUERZO DE PENSAR.




21 de septiembre de 2009

EL ZORRO TAMBORILERO.

- Dice que todo comenzó hace un par de meses.

- Si señor – afirmaba Marcela mientras un zorro tocaba la flauta a su lado. – Estaba tranquila en casa cuando un ruido tremendo me hizo salir hacia la calle.

- ¿Y cómo fue ese paseo?

>> Los elefantes levantaban el suelo con sus trompas, las introducían en la tierra y sacaban cemento y conchas marinas vivas. A lo lejos una nube de polvo, me indicaba que la estampida era inminente.

Podía escuchar el lamento de sus bufidos mientras galopaban a un ritmo enlentecido por un suelo lleno de barro, notaba como el chapoteo de sus cascos, hacía mella en el piso. Estaba admirada, era la primera vez que una cantidad de búfalos tan grande pasaba por mi calle.

A mi lado, el portal de mi bloque, sacó unas grandes alas de colores plateados y se dio a la fuga, probablemente no quería sufrir daños cuando pasaran por su lado aquellos animales. Un mono, colgado de una farola, me elevó en el aire mientras tocaba los tantanes con sus pies. Desde allí pude ver el espectáculo. Miles de cuernos se asomaban tras la gran cantidad de polvo que levantaban sus sucias pieles, se notaba que no habían visto un río en días>>.

- ¿Y dice que todo comenzó hace unos días?

- Si señor – le responde poniéndose más cómoda en su silla. - ¡Perdone! - hace que la mire a los ojos. - ¿Podría decirle al mono tamborilero que se esté quieto? No puedo escuchar el canto de los cuervos si el sigue con ello.

- Por supuesto – hace un gesto con la mano hacia algún lugar de la habitación. – Podría comentarme dónde fue con el mono.

- Si. Pero llámeme de tú – dice antes de comenzar.

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Allí fue donde conocí al zorro que ahora me acompaña, estaba pidiendo dinero por las calles. Colocaba su gorro sobre la acera mientras hacia cabriolas y tocaba la flauta a la vez. Se acercó a mi para pedirme un poco de suelto para tomarse algo caliente. Y le invité a venirse con nosotros. Desde entonces no me lo puedo quitar de encima. >>

- Ajá. Y…. ¿Cómo dice que empezó todo?

- Cuando las almejas de mi bañera comenzaron a cantar, anunciaron que llegaría una gran estampida desde el fin del mundo…. ¡Ya sabe!... Todo el mundo lo conoce… Si hombre si… Aquel restaurante que está girando a la derecha tras la segunda higuera y que tras tomarte una manzana verde, sin gusano, puedes entrar por la puerta – se levanta un momento para mirar dentro del bolso -. La que está dos kilómetros más abajo del asador de patos… Dónde el grifo perdió el anillo que después la sirena con piernas encontró.

- No conozco el lugar pero iré a comer allí después de esta recomendación suya – se limpia las gafas -. Con tu explicación creo que llegaré sin problemas.

- ¡Uhy! ¡Qué tarde es! – dice mientras mira su pequeña muñeca -. Las doce con cincuenta y dos menos un cuarto y cuatro décimas.

- ¿Sabes que hoy cambiaban la hora? – le dice -. Es el horario del solsticio.

- ¡Es verdad! – dice sacando un palo del bolso -. Entonces lo colocaré a las tres y cuatro décimas con cinco metros y cuarto…. Espero no olvidarme de poner los kilos esta vez… ¡Después llego tarde a todos lados!.... Liiiiiiisto – dice terminando de ajustar el reloj dando vueltas a una de sus falanges.

- ¿Ha probado entretenerse con algo en su tiempo libre?

- Si – responde haciendo una pausa -. Pero las agujas de coser no paraban de pelearse entre ellas. Al final, acababa sujetándolas para que no se saltaran el ojo. ¡Créame! Era una odisea – toma un sorbo de un vaso vacío -. Después intenté hacer nado libre, pero no conseguía levantarme del techo. Un completo desastre, por lo que decidí salir a pasear todas las tardes por el campo que está cercano a la carretera comarcal 824, aquella que conduce al pueblo fantasma que nadie ha visto nunca.

>> Pues bien, durante uno de mis paseos, un grupo de pigmeos enanos me atacó con sus flautas, aquellos martillos no paraban de hacer ruidos extraños cuando daban contra las palmeras tropicales de los maceteros de las ventanas. Así que preferí quedarme en casa con el zorro, por lo menos este permanece callado.

Al mono lo sacaba a la piscina para que pudiera tocar tranquilo>>.

- Bueno – dice su interlocutor -. Creo que se nos ha acabado el tiempo, ¡cómo todos los días! Espero verla mañana a la misma hora Marcela.

- De acuerdo cariño -. Le responde ella -. ¿Sabes? Esto de llevar una relación seria es más complicado de lo pensaba.

- Y yo – responde él cuando la deja en la puerta de una pequeña casa medio derruida -. ¡Hasta mañana! – dice dándole un beso en los labios.

La ida es triste, como cada vez que tiene que dejar al loro de nuevo en su jaula tras una tarde de juegos. Pero Marcela tiene que descansar, los pájaros del jardín se han escondido ya para dormir y el sol chilla la hora de irse a dormir. Así que toma su pequeña canoa medio desinflada, se tapa con ella y desea buenas noches a todo aquel que le rodea. No sin antes colocarse sus gafas de buzo, sin ellas no puede conciliar el sueño, los miedos infantiles sobre qué pasaría si una estrella se cayera del cielo, le hacen protegerse los ojos, por si se los quema.

6 comentarios:

Edu dijo...

Si una estrella se cae del cielo, se desploma en luz y polvo, quizas todo cambiaria, ya fuera en forma de metafora o de hecho. Nada se salva a la luz.
Un Saludo

Silderia dijo...

Sólo hay que soplar para apgar una y mirar un vacío para encerderlas.

Un Beso

sangreybesos dijo...

Yo una vez conocí a un manatí que tocaba el trombón (no me imagino a un manatí tocando cualquier otro instrumento. Se acercó a mí y me dijo "En ocasiones veo gallifantes", por lo que deduje que el manatí y yo pertenecíamos a la misma generación. No recuerdo lo que pasó después, porque empezaron a llover piedras y a mí me pilló en la calle.

Silderia dijo...

Espero que no te hicieran mucho daño, por lo menos no te cayó encima la moñiga de un elefante volador, que últimamente hay muchos.

Rocío. dijo...

Os creeis que lo habeis visto todo??
Esto no es na comparado con el PERRO-DRAGON-VOMITADOR. El mio, despues de hartarse a comer pollo (le decimos "COMETE EL POLLO COCO-PERRO-DRAGON-VOMITADOR!!!") suelta por esa bocaaaaaaaaaaaaaaaaaaa..... que diga....... faucesssssssssssss.... una cosa mala. Y corrosiva eh? que tiene mi madre el suelo echao a perder por el mierda el perro (dragon vomitador)

Besos cuñada!!

pd. me gusta como escribes de mundos fantasticos. tu eres el hada verdad? ;)

Silderia dijo...

Eso de escribir de este mundo es lo loca que me tiene tu hermano, será un efecto secundario de la convivencia. Lo del el hada, creo que si lo fuera tendría una varita que concede deseos. A lo mejor la he perdido.

Besitos